Para el catedrático de la Universidad de Columbia, la seguridad humana es un concepto del siglo 21 que hay que analizar, digerir e implementar “mexicanizándolo”
La alargada transición mexicana lleva décadas en un limbo de vacíos institucionales que ha disparado la delincuencia organizada preexistente.
“Todos los casos donde hubo transiciones políticas que se prolongaron con vacíos de Estado, donde el Estado ni se definió democráticamente ni se definió autoritariamente, como (hizo) Putin en Rusia… conllevan el crecimiento de la delincuencia organizada que ya existía”.
La reflexión anterior la hizo Edgardo Buscaglia en la conferencia magistral que impartió el pasado 18 de septiembre para inaugurar el coloquio “Inseguridad y violencia: mediciones, acciones y representaciones”.
En el marco del evento organizado por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, sostuvo que los países en transición política como México, que dejaron atrás parcialmente instituciones autoritarias, al intentar diseñar instituciones nuevas, “que no han sido acordadas por todas las fuerzas políticas de este país”, enfrentan vacíos de poder.
El presidente del Instituto de Acción Ciudadana para la Justicia y la Democracia refirió que muchos expertos en nuestro país se han concentrado en el tema de policías y ladrones. Es decir, en qué modelo policial implementar, en si se necesitan más o menos policías o mejores policías y fiscales. Todo eso, aseguró, “es cosmética institucional por ahora”.
En su opinión, “México a la mexicana, a su propia usanza”, con su propia tradición sociojurídica, debe desarrollar instituciones democráticas que hoy están ausentes.
Porque lo que gestan los países en transición con vacíos de Estado son crisis de seguridad humana y “éste no es un término poético”, precisó.
Buscaglia explicó que la seguridad humana es un concepto del siglo 21 que hay que analizar, digerir e implementar “mexicanizándolo”.
Ello, porque en los países más avanzados del mundo, que forman parte de la Unión Europea, la discusión sobre la seguridad pública ya fue superada. Sin embargo, México sigue mirando a Estados Unidos que está enfrascado en el mismo debate de la seguridad pública.
El catedrático de la Universidad de Columbia y actual profesor invitado de la UNAM comentó que en la mayoría de naciones que enfrentan crisis de seguridad humana, al paso del tiempo reportan mayores niveles de terrorismo, delincuencia organizada y corrupción.
En los países donde permea el terrorismo, el abuso de derechos humanos por parte de actores estatales y no estatales es la norma. “Grupos terroristas, minorías, toman como bandera esos abusos de derechos humanos y se afincan en el tejido social y comienzan a generar estos actos de violencia contra la misma población civil con el fin de que el Estado haga o deje de hacer algo. Eso es terrorismo por definición”.
Para el doctor en Jurisprudencia y Política Social por la universidad de Berkeley, la delincuencia organizada es otra manifestación de los vacíos del Estado donde no se promueven los derechos humanos fundamentales.
En este sentido, hay que entender que “la delincuencia organizada es la cara sucia del Estado”. No es algo externo como quieren pintar las autoridades de todos los países, subrayó Buscaglia.
En su amplia conferencia, enfatizó que hay algo que sucedió en México que dio origen al conflicto armado que vivimos. Dijo que la delincuencia organizada preexistía al PAN, que los gringos consumen drogas desde hace muchas décadas.
Sin embargo, puntualizó, “en México no podemos echarle la culpa de esta gran tragedia de conflicto armado al hecho de que los norteamericanos consumen mucha droga”. Esa no es la razón, añadió, por la que México ha entrado en esta espiral de violencia y de decadencia institucional. El elemento interno que explica el vacío de instituciones lo causa “esta transición política interminable que nos ha llevado hasta el limbo”.
De acuerdo con el investigador, la implementación del concepto de seguridad humana reporta grandes mejoras en el ejercicio de derechos humanos como condición previa para que la segurida pública mejore.
Pero México no cuenta aún con gabinetes de seguridad humana a nivel municipal, estatal ni federal.
Por ello, el futuro de la próxima administración será que se gobierne en una coalición, de forma tácita o implícita, para implementar estas medidas.
“Si no gobierna en coalición, el señor Peña Nieto no va a gobernar, el colapso va a continuar”.
La experiencia internacional dicta, de acuerdo con Edgardo Buscaglia, que la construcción y el diseño de instituciones (de contrales judiciales, patrimoniales, administrativos, de prevensión social, etc.) requieren de un consenso entre partidos para generar pactos políticos que a la fecha, en México, no están delineados.
