‘Es saludable otro presidente’
Celso Rodríguez González se siente tranquilo con su trabajo en los últimos siete años en el Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE).
“Yo creo que fue una administración donde se cumplió con todas las necesidades más apremiantes”, indica con satisfacción el magistrado presidente saliente.
Rodríguez González cree que hubo muchos avances en materia de capacitación del personal del STJE. También considera que se avanzó con el proyecto de la Ciudad Judicial.
Ángel Plascencia
Celso Rodríguez González se siente tranquilo con su trabajo en los últimos siete años en el Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE).
“Yo creo que fue una administración donde se cumplió con todas las necesidades más apremiantes”, indica con satisfacción el magistrado presidente saliente.
Rodríguez González cree que hubo muchos avances en materia de capacitación del personal del STJE. También considera que se avanzó con el proyecto de la Ciudad Judicial.
Aunque reconoce que en su administración hubo claroscuros, especialmente en las carencias vinculadas al Consejo de la Judicatura y el caos en la nómina.
“En este momento es saludable un nuevo presidente del Supremo Tribunal, es saludable que empiece con un gobernador nuevo, con un periodo nuevo y con un presupuesto nuevo que en mi concepto va a ser un poquito más desahogado el que venga, sin embargo, no va a ser suficiente para todos los problemas que existen”.
Luego de la elección unánime, con 30 de los 33 votos de los magistrados del STEJ, el pasado viernes Luis Carlos Vega Pámanes fue elegido como el nuevo presidente del órgano colegiado.
Para el magistrado presidente saliente, la nueva administración debe asumir los retos que se dejan, especialmente vinculados a la obtención de más recursos, por eso el trabajo con el poder Ejecutivo y el Legislativo será crucial.
Y es que a su parecer, el presupuesto del Poder Judicial debería, al menos, duplicarse.
“Es importante que en Jalisco nazca un presupuesto constitucional para poder cumplir. Porque hay una serie de cargas de trabajo que no puedes subsanar o sacar adelante sino tienes el personal adecuado.
“Yo creo que también otra urgencia que queda pendiente es que ya nos den recursos para abrir juzgados de narcomenudeo, juzgados de extinción de dominio y juzgados de ejecución de penas.
“En este momento un juez penal conoce de narcomenudeo, conoce de ejecución de penas y conoce de la materia penal, o sea, ahí le aumentaron dos materias y no tiene aumento de salario ni aumento de juzgado”.
Celso Rodríguez reconoce la saturación de trabajo de los juzgados, incluso señala que es un ejercicio que incide en la calidad de las sentencias, así como el retraso en la impartición de justicia.
Actualmente algunos jueces tienen 3 mil asuntos, cuando deberían tener 650, según la media nacional, pues “eso te habla más o menos de la problemática que existe”, señala el presidente saliente.
A pregunta expresa de porqué considera que no se ha dado presupuesto suficiente al Poder Judicial, responde que ha sido “la falta de comprensión respecto de lo que hacemos”.
Rodríguez González explica la falta de entendimiento de la sociedad y el gobierno sobre el tema, pues cuando se incrementan los delitos se tiende a creer que es suficiente con incrementar el presupuesto de seguridad, pero no se aumenta el de impartición de justicia.
“Cuando hay un alza de los delitos, el problema no radica en la persecución y en la prevención, sino que radica también en la impartición de justicia, entonces vamos aportándole”.
Sobre las críticas a su falta de gestión de más recursos con el Legislativo, cree que la estructura del Poder Judicial entorpece estos procesos, pues los otros poderes durante las administraciones panistas la modificaron de una forma perjudicial.
Desorden en el Consejo de la Judicatura
Desde 1997, en que se creó el Consejo de la Judicatura en Jalisco, la estructura del Poder Judicial ha sido modificada a petición del Ejecutivo y el Legislativo.
Rodríguez González explica que las jerarquías se volvieron borrosas por la relevancia que tomaron los consejeros y el poco valor que se le dio al empleado de carrera judicial que trabaja en los juzgados.
“Ese orden (jerárquico) también se perdió con el Consejo porque el Consejo vino a desestabilizar todo el orden que había en el Poder Judicial.
“Lo que viene a darle la Ley, la Constitución (al Consejo de la Judicatura) es una jerarquía mucho menor, ahora pareciera que –lo mismo que le pasó a la Suprema Corte y le ha pasado a otros estados- pareciera que están en una jerarquía superior.
“Por otro lado, los nacimientos de los nombramientos, que vienen politizados desde un principio.
“Tú vas a ir, bueno, no a politizar, sino a ganar terreno, para tal o cual grupo de poder de facto del Estado, entonces ha provocado no solamente una relación tirante, sino también que algunos jueces pues ni siquiera respeten al órgano máximo que es el Supremo Tribunal de Justicia.
“A veces no quieren ni siquiera reconocer las resoluciones de segunda instancia”.
Una de las quejas más recuerrentes de Rodríguez González es el desconocimiento de los procesos judiciales, a pesar de que ellos administran los juzgados.
Para él, debe haber una selección de personas que verdaderamente tengan conocimiento de la justicia, que tengan carrera judicial.
“El Consejo de la Judicatura debería de normarse estrictamente como dice la jurisprudencia de la corte: que no puede ser más del 50 por ciento ciudadano, y ahorita hay tres ciudadanos y dos del Poder Judicial”.
“El Consejo tiene la anuencia o la facultad de nombrar jueces, de tal manera que ya cuando bajan los jueces a hacer la labor que les corresponde, que es la jurisdicción de primera instancia, pues ya van de alguna manera mal encaminados por la forma en que se hace el sorteo para que ellos lleguen”.
La discrecionalidad de las plazas deriva en que muchos empleados aptos no tienen oportunidad de aplicar para una plaza de juez, por ejemplo.
“No hay una carrera judicial, ¿tú quieres ser juez?, ok, puedes venir de donde quieras, nomás presenta un examen o varios exámenes: psicométrico, conocimientos y práctico, y bueno, pues tú pasas y quedas en primer lugar de la lista.
“Cómo te explicas que cuando ha habido exámenes, los que son auxiliares de los magistrados, los secretarios que están en la labor diaria (…) cómo te explicas que esos señores no adquieran nunca la posibilidad de ser jueces”.
Pero aunque pone el dedo en la yaga sobre la discrecionalidad, el favoritismo y la falta de un escalafón que le permita a cualquiera escalar en el Consejo de la Judicatura, reconoce que en el Supremo Tribunal de Justicia del Estado ni siquiera se aplican pruebas.
“En el Supremo Tribunal ocurre una cosa curiosa también. Si yo quiero llevar a cabo un nombramiento de un relator no le hago examen, porque es la verdad, no se hace examen”.
Aunque según el magistrado presidente saliente los magistrados toman sus decisiones conforme al desempeño de sus empleados.
“Aunque no se sigue un procedimiento estricto en la Ley, sí se sigue un procedimiento como de selección propia de cada magistrado porque es quien nombra, tiene toda la confianza de hacerlo para que le responsa y sea parte de su equipo.
“Quizás la selección es diversa, pero sí acontece que cuando menos el punto de vista es más adecuado porque viene escalando (el empleado)”.
Confirma nepotismo
Celso Rodríguez cree que durante su administración se cometieron excesos en la contratación de personal de confianza.
Y es que como se publicó en Reporte Indigo hace unos días en el reportaje “Injusticia laboral”, hay muchos empleados tanto en el Consejo de la Judicatura, como en el Supremo Tribunal, que son familiares de magistrados.
Aunque según Rodríguez González donde más se abusó fue en el Consejo de la Judicatura. Acusa a los consejeros: “sí ha habido excesos que hemos cometido, y, bueno pues principalmente algunos empezaron en el Consejo de la Judicatura.
“Pero por el hecho nada más de ser pariente no debe haber una sanción (…) pero también si lo haces por un intercambio y mal encausado, está mal, pero si el señor es hijo de un magistrado y tiene capacidad, yo creo que hay que darle oportunidad.
“Yo por ejemplo veo que en cualquier medio, empresarial, en todo… ¿quiénes son los que suplen a los futbolistas?, pues los hijos, en su gran mayoría, entrenadores, empresarios, en la prensa, por ejemplo vemos a Zabludovsky, pues venía su hijo (a sustituirlo)”.
Los sueldazos
El magistrado presidente tiene un sueldo mensual de más de 150 mil pesos en el STEJ.
También le dan una aportación mensual en el Consejo de la Judicatura de 50 mil pesos, que no es sueldo, según explica la oficina de comunicación del STEJ.
Aún así, Celso Rodríguez cree que por jerarquía, los consejeros no deberían tener sueldos mayores a los de los magistrados:
“Cómo te explicas que un consejero gana 170 mil pesos, cuando por ejemplo los magistrados ganan 130 ó 140, entonces me parece que es muy desproporcionado su salario para lo que hacen”.
Señala que los consejeros no tienen las responsabilidades que sí tienen los magistrados, por lo tanto su sueldo no debería ser tan elevado.
“No es responsable de las sentencias, no le pueden embargar sus bienes cuando falla inadecuadamente, no le pueden hacer juicio político por un fallo o una resolución inadecuada, no le pueden seguir una acción penal porque hace cuestiones administrativas”.
Celso Rodríguez agrega que el caos en la disparidad de los sueldos es principalmente en el Consejo de la Judicatura:
“Cómo te explicas que un director de área gane más que los jueces. Por ejemplo, un director de área gana 60 mil pesos, mientras el propio juez gana 50, 55 mil pesos, entonces no se compara la labor que hace uno y otro”.
Los sueldos contrastantes, las carencias en los juzgados y las deudas con el SAT, también señalados en el reportaje “Supremo despilfarro”, son temas que critican tanto el presidente saliente del Supremo Tribunal como algunos consejeros. Pero nadie se hace responsable de estos errores que deja la administración saliente.
El adeudo al SAT
Por medio de diversos convenios y una aportación adicional de más de 80 millones de pesos que dio el Legislativo al Poder Judicial, se ha podido sanear un poco la deuda del Consejo con Hacienda.
Celso Rodríguez indica que la irresponsabilidad del Consejo de la Judicatura permitió que ya se tenga un nuevo adeudo:.
“Como hubo desorden, es decir, pagamos (los impuestos) igual aquí y allá y entonces allá (en el Consejo) siguieron manteniendo los mismos vicios, ahorita en este momento deben 18 millones de pesos de irregularidades.
“¿Cuáles son las irregularidades?, pues por ejemplo yo reporto que alguien gana 50 pesos cuando gana 60, entonces no estoy reportando al 100 por ciento.
“El otro tema es que por ejemplo entraba una persona a trabajar y decían ‘no me gustó el trabajador, vamos dándolo de baja y diciendo que nunca vino, pero retroactivamente damos de alta a otro’, entonces ya llevaba (el primero) 15 días o 20 días y esos 20 días tampoco se pagaba el impuesto”.
Aunque señala a los consejeros, González Rodríguez explica que estos problemas vienen desde principios de la década pasada, cuando se hicieron reformas legales para que el gobierno también pagara impuestos.
“En la actualidad yo no conozco un tribunal que pague al 100 por ciento los impuestos, ni el DF”.