Ante las irregularidades del expediente de Brenda Damaris Solís, la familia exige a la Procuraduría del Estado que le autorice para exhumar el cuerpo y hacer una nueva prueba de ADN.
Y es que la “Prueba 166”, llamada así por el número de huesos que entregó la Procuraduría a los familiares de la víctima en noviembre de 2012, ha sido rechazada por los parientes de la desaparecida.
No aceptan que la identidad del cadáver corresponda a Brenda Damaris y buscan que peritos externos les confirmen el resultado de la prueba de ADN que les fue entregado por la Procuraduría.
Para la exhumación de los huesos, explicó Leticia Hidalgo, integrante de la agrupación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL), se requiere del visto bueno de la Procuraduría.
“La exhumación deberá ser con la presencia de un Ministerio Público, es lo necesario lo legal, lo que se requiere”.
Hace 13 días los familiares de Brenda Damaris presentaron, al gobernador Rodrigo Medina de la Cruz y al procurador Adrián de la Garza, una solicitud para la realización de una segunda prueba de ADN.
Sin embargo, no les han dado respuesta.
“Fuimos a acompañar a Juany a la Oficialía de Partes, a donde dejamos el comunicado y nos explicaron que era un asunto de la Procuraduría, que nos dirigiéramos para allá”, señaló Leticia Hidalgo, quien acompañó a la señora Juany, mamá de Damaris, al Palacio de Gobierno el fin de semanapasado en busca de una respuesta.
“Como que apenas estaban viendo, ¿me explico? Nos dijo ‘vayan a la subprocuraduría’ el viernes a las 11:00”.
Respecto a las pruebas de ADN, los familiares de la víctima desaparecida, afirmaron que para la cita de éste viernes en la subprocuraduría propondrán a dos especialistas externos y muy probablemente la participación de la Policía Federal.
“Lo que pasa es que estaríamos pensando en tres como para desempatar, para comparar las tres respuestas”, explicó la señora Leticia Hidalgo, quien admitió también tener dificultades para contactar a los peritos que ellos querían.
“Ya tenemos medio año de querer contactarlos (a un equipo de peritos argentinos) pero ha sido difícil.
“No nos han dado una respuesta aunque se han contactado directamente”.
El 17 de noviembre de 2012 la familia de Brenda Damaris recibió un cuerpo del que no estaban seguros si correspondía a la joven, dado a las irregularidades que presentaba el expediente del caso.
Primero, porque no les dejaron ver los restos. Los huesos les fueron entregados en una bolsa negra que pasó directamente a la funeraria.
Segundo, porque la autoridad les entregó unos restos de 10 a 12 meses más antiguos de lo que Damaris tenía de desaparecida.
“Haz de cuenta que estos restos ya van a cumplir tres años ahora en noviembre, y Damaris acaba de cumplir dos años (de desaparecida) de cuando nos entregaron los restos”, señaló la madre de la víctima.
Tercero, porque se les solicitó incinerar con la orden de que no podía realizarse un funeral.
Y cuarto, porque la ropa encontrada junto al cadáver no correspondía a la que portaba Brenda Damaris el día de su desaparición.
“Dicen que ella traía un bóxer verde, y ella jamás uso un bóxer verde. Ella traía un short negro y una blusa strapless”, mencionó Juana Solís.
Brenda Damaris Solís desapareció el 31 de julio de 2011, por un presunto accidente vial en el que Tránsitos de Santa Catarina la detuvieron.
La camioneta fue encontrada vacía y sin ningún gota de sangre.
Hasta la fecha Damaris no ha podido ser localizada en alguna delegación u hospital.
La entrega de los restos fue acompañada con una supuesta prueba de ADN, pero los familiares de la víctima aseguran que la Procuraduría no se ha comportado al nivel humanitario que ellos esperaban para informarles sobre el caso.