Están matando al Río La Silla

El Río La Silla pudo sobrevivir hace dos años el duro embate del huracán Alex, pero ahora peligra por la acción humana y la negligencia de las autoridades federales y estatales de Nuevo León.

Los trabajos que ejecutan en este afluente la Comisión Nacional de Agua y la empresa estatal Agua y Drenaje de Monterrey están deteriorando el ecosistema del único río vivo que hay en la ciudad.

Estas dependencias modificaron el cauce natural del Río La Silla con una canalización provisional para proteger sus obras y trabajos que comenzaron este año en el afluente.

Los trabajos de desazolve que lleva a cabo la CNA están provocando también que las raíces de los árboles queden afloradas, lo que impide  que estos ejemplares centenarios se alimenten de la corriente natural.

Lo mismo ocurre con las obras de soterramiento de infraestructura que realiza Agua y Drenaje de Monterrey.

Las consecuencias de estas acciones son evidentes: decenas de árboles maduros, en su mayoría sabinos y sicomoros, se están secando y muriendo por la falta de agua a lo largo de 10 kilómetros.

Un panorama triste y desolador es el que presentan algunos tramos del Río La Silla, desde el sector Contry en Monterrey hasta el municipio de Guadalupe.

Este fin de semana la organización Vertebra de Nuevo León, que encabeza Ángel Quintanilla, denunció que estas obras están provocando uno de los mayores ecocidios registrados en la ciudad.

“La única denominación que existe para esto es un ecocidio urbano y que es sin duda el más grande en la historia de Monterrey”, asegura el arquitecto Jorge Longoria.

A solicitud de asociaciones de colonos que residen en la zona aledaña al Río La Silla, Longoria realizó un recorrido terrestre y un sobrevuelo por la zona afectada de este afluente para registrar los daños ambientales que presenta su flora.

El día de ayer presentó un diagnóstico de las condiciones negativas en las que se encuentra este río a consecuencia de los trabajos ejecutados por las autoridades federales y estatales.

“Hemos podido constatar una imagen apocalíptica”, señala Longoria,  consultor y promotor del portal Movimet, que promueve prácticas de urbanismo y sustentabilidad en Nuevo León.

“Yo no recuerdo un ecocidio de esta magnitud, ya sea hecho por el hombre o por la naturaleza, en Monterrey”.

Para estas obras tanto la CNA como Agua y Drenaje de Monterrey tuvieron que conseguir permisos de cambio de uso de suelo por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.

La Semarnat y la Profepa son los responsables de vigilar que estos trabajos no generen daños en el ecosistema del Río La Silla, sin embargo las autoridades federales no han intervenido.

En Nuevo León la Semarnat está a cargo de Jorge Gerardo Rodríguez Peña, mientras que la Profepa es encabezada por el delegado Juan Carlos Moreno Loo.

Hace dos años, a raíz del huracán “Alex”, el Río La Silla fue uno de los afluentes de la ciudad que más daños sufrió por la crecida de agua.

En varios de sus tramos ubicados en Monterrey y Guadalupe, el río se desbordó provocando inundaciones en diferentes colonias.

Este año la CNA, que encabeza en Nuevo León Óscar Gutiérrez, inició trabajos de limpieza y desazolve de este afluente, con la intención de incrementar su capacidad hidráulica.

Los mismos trabajos se llevan a cabo por parte de la CNA en el cauce del Río Santa Catarina.

Por su parte, Agua y Drenaje de Monterrey, que dirige Emilio Rangel Woodyard, inició trabajos de reubicación de sus tuberías instaladas en el cauce del Río La Silla, infraestructura que obstaculiza el proyecto de la CNA.

Longoria responsabiliza a estas dependencias federales de estar provocando con sus obras este deterioro ambiental en el Río La Silla, que está completamente a la deriva.

“Los árboles, que son sabinos y sicomoros, han quedado desviados del curso de su fuente natural y están padeciendo estrés que los lleva a la sequía”, afirma Longoria.

“El pequeño cauce de agua viva que siempre ha corrido por allí hoy está entreverado entre lo que es la tierra floja y los canales laterales que están construyendo para desviar el curso del río”.

La zona afectada detectada en este recorrido se ubica en una franja de 10 kilómetros lineales, desde el puente Solidaridad en el sector Contry, en Monterrey, hasta la avenida López Mateos en el municipio de Guadalupe.

La organización Vertebra estimó que existen más de mil árboles maduros dentro del cauce del Río La Silla que han resultado afectados por estos trabajos de movimiento de tierras y excavaciones.

“Las consecuencias ecológicas a este pulmón de Monterrey son inmedibles e incalculables”, advierte Longoria.

“Estamos hablando de árboles centenarios, más de mil árboles maduros que están desapareciendo”.

El urbanista también responsabiliza a las autoridades del municipio de Guadalupe, que tienen la custodia de los parques municipales que existen a lo largo del cauce del Río La Silla.

“Nos preocupa que el municipio de Guadalupe, que tiene la custodia de los parques, no haya hecho ninguna acción de limpieza en dos años. En el recorrido detectamos basura, colchonetas, llantas, colgadas a tres metros de altura en las ramas de los árboles”.

“Nadie ha caminado por allí en dos años y los parques están completamente abandonados.

Nadie hizo nada por rescatarlos y prevenir este desastre”.

Longoria pide la intervención del gobernador Rodrigo Medina para que detenga este ecocidio que se produce en el Río La Silla.

“Hacemos un llamado urgente al gobernador del Estado, Rodrigo Medina, para que entre en acción su equipo técnico y dé respuestas a la ciudadanía.

“Si el gobierno del Estado está enterado y no ha hecho difusión de esto, también es parte de esta complicidad”.

Este año el gobierno del Estado, junto con la empresa Femsa, que construye el estadio de los Rayados en la zona de La Pastora, inició los trabajos de lo que llamó el proyecto del Gran Parque “Río La Silla”.

El plan pretende conectar los cinco parques ubicados en los márgenes del Río La Silla en Guadalupe a través de un área de conservación ecológica y de esparcimiento familiar.