Los 7 millones de metros cuadrados que dejará libres el Aeropuerto internacional de la Ciudad de México (AICM) desataron la especulación inmobiliaria y el futurismo gubernamental, pues aunque el terreno es propiedad federal, el Gobierno capitalino iniciará una discusión pública para definir cuál será el nuevo uso.
El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, nombró a Salomón Chertorivski Woldenberg, secretario de Desarrollo Económico del GDF, a la cabeza de un proyecto que pretende documentar cuál será el uso futuro de los terrenos una vez que se inaugure el nuevo aeropuerto en la zona del ex Vaso de Texcoco, en el Estado de México.
Con la bandera de “pensar en el Oriente de la ciudad, en los ciudadanos más pobres que la habitan”, el GDF se adelantó al Gobierno federal y comenzó a proyectar lo que será el mejor uso de estos terrenos.
De lo que se planea hacer en las 710 hectáreas que ocupa el actual Aeropuerto Internacional de México, Benito Juárez, dijo que debe imperar una transformación equilibrada: “Ni el conservadorismo extremo ni el desarrollo inmobiliario rapaz”.
El Gobierno del Distrito Federal parte de que el desalojo del AICM y la construcción del nuevo es una decisión tomada por el Gobierno federal, por lo que la administración de Miguel Ángel Mancera pretende influir en el destino de los terrenos que serán desocupados.
Y aunque tienen claro que el terreno es federal, también lo es que los permisos de cualquier tipo de construcción en la zona tendrán que pasar por el Gobierno de la capital y en todo caso, por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
Sin contar con el consenso intergubernamental, Salomón Chertorivski anunció que se pedirá una veda total de construcción a fin de evitar cualquier tipo de construcción y edificación en los terrenos que todavía ocupa el AICM.
Sin embargo, para este momento los especuladores inmobiliarios ya cazan terrenos en la zona.
Apoyarse en experiencias
El proyecto no incumbe sólo a la administración de Miguel Ángel Mancera sino al próximo jefe de Gobierno del Distrito Federal, ya que el actual Aeropuerto de la Ciudad de México continuará en operaciones los próximos cinco años.
Lo anterior a partir de que Manuel Ángel Núñez Soto, director del grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, dio como fecha de inicio de operaciones de la nueva sede el 20 de octubre del 2020.
Para esa fecha Miguel Ángel Mancera ya habría terminado desde el 2018 su periodo de gobierno al frente del GDF, sin embargo, desde ahora quiere influir en la toma de decisiones de lo que ocurrirá con esos terrenos.
“El área ofrece la oportunidad para reducir la pobreza y la marginación”, puntualizó el secretario de Desarrollo Económico de la capital.
De acuerdo con Salomón Chertorivski, el jefe de Gobierno les pidió entrar al tema sin prejuicios a fin de escuchar lo que ha ocurrido con otras experiencias similares en otros países del mundo, como el Aeropuerto Tempelhof en Berlín, Alemania; el de Mariscal Sucre en Quito, Ecuador, y el Robert Mueller de Austin, Texas.
Acompañado de los secretarios de Obras y Servicios, Edgar Tungüi; Tania Müller, de Medio Ambiente, y Felipe de Jesús Gutiérrez, de Desarrollo Urbano y Vivienda, Chertorivski anunció que tienen la misión de entregar para febrero de 2016 el documento “La Opinión de la Ciudad”, que contenga las voces de expertos y vecinos.
Escuchar a expertos
Para elaborar el documento, el GDF planea la realización de dos foros con la participación de voces expertas que opinen respecto a cuál sería el mejor uso de esos terrenos.
El primer foro se realizará el 22 y 23 de septiembre próximos, y lo inaugurará Miguel Ángel Mancera con la presencia confirmada de Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano del Gobierno federal.
Robles, ex jefa de Gobierno del Distrito Federal, será la responsable de realizar el planteamiento por parte del Gobierno federal, y como moderador en la mesa 5 que ella participa estará Simón Levy Dabbah, titular de PROCDMX, quien lidera el proyecto del corredor cultural Chapultepec.
El segundo foro de este tipo se proyecta para el mes de octubre próximo, de acuerdo con los cálculos del secretario Chertorivky.
“La transformación del terreno deberá ser producto de un amplio y legítimo acuerdo social, en el que se materialicen objetivos y aspiraciones comunes, en que los ciudadanos puedan reconocerse”, dijo Chertorivky.
“Ahí se podrían construir más de 200 mil viviendas”, soltó al micrófono Felipe de Jesús Gutiérrez, titular de la Seduvi, mientras que Tania Müller refirió la experiencias de desarrollos urbanos sustentables que combinan los usos mixtos de suelo.
Actualmente las operaciones del AICM Benito Juárez tienen un impacto en 431 mil personas, de las cuales 131 mil tienen empleo relacionado con las operaciones y servicios de la terminal.
Mientras que el GDF pretende dejar claro que tiene derecho de mano para decidir que ocurrirá con los terrenos que desaloje el AICM, no pasa desapercibido que Morena como nueva fuerza mayoritaria en el Distrito Federal apuesta porque el Benito Juárez siga funcionando de manera simultánea al nuevo de Texcoco.
Y si de permisos y modificaciones a usos de suelo se trata, tendrán que pasar por la ALDF, donde Morena también es mayoría.