El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) es uno de los personajes que marcaron el primer año del Gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Con la enmienda de reducir los altos índices de inseguridad en el país, Alfonso Durazo tiene ante sí la tarea de contener el problema de homicidios, secuestros, robos y otros delitos para el 2020.
Entre enero y noviembre del 2019 se registraron 31 mil 688 víctimas de homicidio doloso en el país y podría convertirse en el año más violento de la última década y superar así al 2018, periodo en el que hubo 33 mil 743 personas asesinadas, según las cifras oficiales.
Pese a iniciar la implementación de la Estrategia Nacional de Paz y Seguridad, Durazo Montaño fue cuestionado por los opositores del gobierno de la Cuarta Transformación debido a errores de comunicación, falta de coordinación entre los miembros del gabinete de seguridad o la falta de acciones determinantes en contra de grupos del crimen organizado.
Este año, el titular de la SSPC deberá continuar con el reclutamiento de elementos para la Guardia Nacional y su despliegue en las 266 coordinaciones regionales.
Al 17 de diciembre de 2019, la Guardia Nacional había desplegado 74 mil 437 efectivos en 150 regiones del país y se prevé que para junio del 2020 distribuya a otros 20 mil elementos más.
La meta es que para el 2021, esta nueva corporación termine su reclutamiento y se encuentra instalada en todo el país.
Al inicio de la administración lopezobradorista, el combate al robo de combustible fue una de las principales acciones en materia de seguridad.
Luego de una crisis de desabasto debido al cierre de ductos que afectaron a gran parte del país, el Gobierno federal informó que hubo una considerable reducción en el robo del también llamado “huachicol”.
En esta labor, Alfonso Durazo fue fundamental para hacer frente a este tipo de robo. En semanas recientes, la SSPC anunció que logró reducir el hurto de 81 miles de barriles diarios de huachicol a 5 mil, al comparar noviembre de 2019 con el mismo mes de 2018.
Uno de los episodios que más marcó el primer año de Durazo Montaño al frente de la Secretaría de Seguridad fue la liberación de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, exlíder del Cártel de Sinaloa, sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos.
El 17 de octubre en un operativo que el Ejército ejecutó en Culiacán, Sinaloa, se difundió la noticia de la captura de Ovidio Guzmán. Sin embargo, luego de amenazas y bloqueos realizados por integrantes del Cártel de Sinaloa en la capital sinaloense y un desafío frontal a los elementos de las Fuerzas Armadas, el gabinete de seguridad decidió liberarlo para evitar enfrentamientos y prevenir daños colaterales a la ciudadanía.
Después de varias horas de incertidumbre, en donde solamente se confirmó la liberación de Guzmán López, el gabinete de seguridad fue blanco de críticas por la derrota de las fuerzas del Estado ante un grupo criminal.
Durazo reforzó el discurso de una estrategia de seguridad que no combata la violencia con más violencia, como lo hicieron las administraciones anteriores.
Otro caso que puso en el ojo de la opinión pública las tareas de seguridad, fue el asesinato de nueve integrantes de la familia LeBaron en la zona limítrofe de Chihuahua y Sonora el 4 de noviembre.
Una semana después de la masacre, atribuida a grupos criminales locales, Durazo informó que ya había detenidos por este crimen.
El año 2020 será la oportunidad para que la SSPC rinda resultados y demuestre que el cambio de estrategia propuesto por el Gobierno federal realmente logrará la disminución de delitos y la pacificación del país.