Estrategia fallida contra la pandemia y sin oposición

En materia de inseguridad, así como en el control de la pandemia de coronavirus, los planes implementados por el Gobierno federal para mitigar ambos problemas han sido insuficientes
Noemí Gutiérrez y Julio Ramírez Noemí Gutiérrez y Julio Ramírez Publicado el
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Laurie Ann Ximenez Fyvie, doctora en ciencias médicas con especialización en microbiología y graduada de la Universidad de Harvard, califica la estrategia del Gobierno federal para atender la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus como un fiasco.

“Ha sido un fiasco, un fracaso, ha sido una estrategia mal manejada desde el principio, se pudo corregir y no se ajusta (…) en México están aumentando las cifras de mortalidad”, advierte.

Considera que también fue erróneo no recomendar el uso del cubrebocas como una medida sanitaria preventiva y no aplicar suficientes pruebas para controlar los contagios.

Se ha tenido mucho tiempo porque el primer caso fue en febrero, y si consideramos que ya se llevan meses en esto, era suficiente para que el Gobierno rectificara las cosas que estaban mal; una de ellas, ampliar la capacidad de pruebas diagnósticas
Laurie Ann Ximenez FyvieDoctora en ciencias médicas con especialización en microbiología y graduada de la Universidad de Harvard

Afirma que tampoco es adecuado el discurso e información del Gobierno federal en el sentido de que ya “se domó a la pandemia” porque cuando la población lo escucha “se relaja y dice ‘ya para qué me cuido’, y eso no es verdad, estamos en un momento muy crítico”.

A pesar de que el desarrollo de las vacunas es esperanzador, Laurie Ann Ximenez explica que es complicado que se inicie la aplicación en el país este año.

“Es un punto que se politiza y los políticos lo utilizan para lo que creen que les favorece. No hay ninguna vacuna para aplicarse en México ni habrá para diciembre.

“Está hablando Marcelo Ebrard de la vacuna de Pfizer que nunca va a poder llegar a México, a excepción que la traiga la iniciativa privada y requiere una cadena de frío de ultracongelación y es una infraestructura que México no tiene”.

Señala que las que tienen más posibilidades de aplicarse en México son las vacunas de CansinoBio y AstraZeneca, pero aún continúan en su fase experimental.

Manifiesta que para tener una sociedad protegida contra COVID-19 se necesita por lo menos que el 60 por ciento de la población haya sido inmunizada.

Pobres, los más afectados en la pandemia

Juan Francisco Torres Landa, miembro del consejo de México Unido Contra la Delincuencia y del Consejo Directivo de Une México, afirma que los más afectados durante la pandemia son los pobres.

“Existen justamente todos los indicadores en materia de seguridad, economía y de salud, los más afectados del país hoy en día son los pobres. De acuerdo al INEGI y algunas consultoras ingresaron entre 10 y 12 millones de personas más a la pobreza”, asegura.

La comisión de homicidios dolosos aumentó 7.7 por ciento en octubre, en comparación con el mes anterior, de acuerdo con el informe en materia de seguridad presentado en noviembre por el subsecretario de seguridad pública, Ricardo Mejía.

Para tener una población protegida contra COVID-19 se necesita por lo menos que el 60 por ciento haya sido inmunizada

Para Torres Landa, la violencia no cesa y tampoco se están atendiendo las causas que la generan, aunque ha sido uno de los mensajes que lanza el primer mandatario.

“Este tema de ‘abrazos y no balazos’ pues no funciona, no es así, lo que se requiere es un trabajo fuerte de investigación, de prevención, de entrenamiento, eso toma tiempo, toma años, y ellos solo quieren cuestiones emblemáticas, que la gente se porta bien o que los van a regañar con sus abuelitas y sus mamás, perdónenme pero en la vida real eso no tiene ningún sentido y por eso no estamos viendo ningún resultado, al contrario, estamos enfrentando hoy los mayores índices de violencia y delincuencia porque no hay justamente quien los frene”, indica.

Señala que tampoco ha dado resultados militarizar al país con el despliegue de la Guardia Nacional.

“La militarización ha generado una destrucción de todo el aparato policiaco municipal, estatal y federal cuando la apuesta era lo contrario, que las policías tenían que fortalecerse para generar mejores resultados”, expone.

Oposición desarticulada

En México la oposición brilla por su ausencia. Los partidos rivales de Morena no han logrado convertirse en un contrapeso real al Gobierno federal, incluso iniciativas como Frena o Sí por México carecen de fuerza para pelearle el poder a la 4T.

A pesar de los discursos de formar un solo frente contra el partido del poder, no se ha logrado unificar el movimiento para enfocarlo contra el presidente.

Al llegar al poder, el presidente optó no por servir, sino por acumular más poder. Se ha dedicado a destruir o cooptar órganos autónomos, tratando de eliminar cualquier contrapeso institucional o social que pueda cuestionar las decisiones que se toman desde Palacio Nacional
Fragmento de una carta de Sí por México

La misiva fue enviada a Marko Cortés (PAN), Jesús Zambrano (PRD) y Alejandro Moreno (PRI) y refiere que México vive una catástrofe que no tiene referentes, al menos en la época moderna, y todo indica que la crisis se va a profundizar.

La organización está respaldada por empresarios y un supuesto grupo de más de 550 organizaciones compuesto por más de 50 mil personas.

El movimiento de Sí por México busca encauzar una agenda que agrupe a la oposición en contrapeso a la figura presidencial.

“Entendemos perfectamente que caminar al lado de proyectos que históricamente han competido entre sí no es sencillo. Tenemos claro que explicar a la militancia el porqué marchar de la mano de quienes otrora eran sus adversarios es un esfuerzo mayúsculo”, refiere la misiva dirigida a los partidos opositores.

Por otro lado, el Frente Nacional AntiAMLO (Frena), dirigido por el empresario Gilberto Lozano, se ha instituido como un sector inconforme contra las políticas oficiales vinculado con la clase alta.

Desde septiembre la organización realizó un plantón en el Zócalo capitalino con la exigencia de que Andrés Manuel López Obrador renunciara antes del 15 de noviembre. Fue ese día que la organización anunció que se retiraría de la Plaza de la Constitución ante los altercados que se suscitaban con seguidores del mandatario.

Al día de hoy se mantiene un bloque de ese mismo grupo que desacató las instrucciones de su dirigente Gilberto Lozano de dejar el Zócalo capitalino.

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