Evaluación aplicada por CONACyT en la opacidad
Investigadores mexicanos que aplicaron para obtener una beca y realizar un posdoctorado en México o en el extranjero acusan al CONACyT de deficiencias en el proceso de calificación y exigen transparencia
Laura IslasLas quejas contra el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) por presuntas irregularidades en la entrega de becas van en aumento.
Esta vez, los denunciantes son candidatos a su primer año de estancia posdoctoral en territorio nacional o en el extranjero que fueron rechazados por el Consejo.
Los investigadores acusan que sus evaluaciones fueron irregulares, aseguran que a pesar de cumplir todos los requisitos y de que sus proyectos son coyunturales —e incluso quienes los evaluaron avalaron que recibirían la beca—, no alcanzaron los puntos suficientes para obtenerla.
Las calificaciones fueron el promedio de los puntos otorgados por dos evaluadores, algunos de los inconformes mencionan que hubo casos en que las calificaciones fueron totalmente dispares, de 100 y 69.44, por ejemplo, además de que no hubo un comité de expertos para emitir un veredicto al respecto.
Investigadores rechazados explican que tienen más méritos en comparación con algunos que sí fueron aceptados, por lo que los criterios de evaluación les resultan poco claros.
Otra de las quejas es que consideran que entre los evaluadores hubo personas que no son expertas en la materia que calificaron, situación que consta en los comentarios que les escribieron al momento de negarles el apoyo.
“Se puede destacar el hecho de no haber sido evaluados por investigadores expertos en el área de especialidad del postulante.
“Y que se otorgaron calificaciones mediante un formulario en el cual el evaluado parece determinar la puntuación de forma subjetiva”, así lo estableció el Colectivo de Investigadores Mexicanos Candidatos a Estancias Posdoctorales Nacionales y al Extranjero en una carta dirigida a María Elena Álvarez-Buylla, directora general del CONACyT.
La misiva fue entregada el pasado 11 de septiembre, pero a la fecha la única respuesta entregada por el consejo fue el desglose de sus evaluaciones; el colectivo se conformó para exigir transparencia y rigor en la asignación de las estancias posdoctorales por parte de los afectados.
Desde el año pasado, jóvenes investigadores tanto de doctorado como de posdoctorado denuncian irregularidades en los procesos de evaluación del CONACyT y aunque han logrado realizar mesas de trabajo y se solucionaron algunos puntos, las inconformidades continúan.
Proyectos coyunturales
Entre los proyectos propuestos para realizar estancias de posdoctorado que fueron rechazados se encuentran investigaciones enfocadas en resolver problemáticas de agenda nacional en este sexenio, como el sargazo o el cáncer infantil.
Es el caso de Kathia Villatoro, quien a los 27 años se recibió como doctora en Ciencias, pero pese a que el desarrollo científico debe ser prioritario en el país, la joven solo encuentra obstáculos para continuar con su especialización.
“No hay oportunidades, he estado migrando de un lado a otro. Tengo mucha experiencia docente, pero en lugares donde es por contrato la paga es pésima, he aplicado a universidades pero te piden posdoctorados”, menciona.
Su proyecto posdoctoral busca alternativas de tratamiento para niños que padecen leucemia linflobástica aguda, ese tipo de cáncer, explica la investigadora, provoca muchas recaídas en los enfermos y una fuerte resistencia al tratamiento; por lo tanto, la tasa de supervivencia es muy baja.
Uno de los objetivos de su proyecto es evaluar el papel de las células del sistema inmunológico en el desarrollo del cáncer y a su vez inhibir las que están dañadas. Sin embargo, bajo el criterio de los calificadores, no tuvo lo necesario para que Kathia accediera a un apoyo del CONACyT.
Villatoro comenta que cumple todos los criterios establecidos por CONACyT y le parece decepcionante no recibir la beca.
“Es muy triste y frustrante para mí haber dedicado tantos años a prepararme como doctora en Ciencias y que ahora tenga que estar trabajando así porque tengo que comer”, agrega.
Otro caso es el de la doctora Zuhaila Nohemy Qui-Minet, cuyo proyecto es sobre la llegada masiva del sargazo al Caribe mexicano, una plaga que ocasiona pérdidas económicas importantes y afecta a la naturaleza.
“En este contexto se requiere investigación multidisciplinaria y colaboración internacional para lograr enfrentar la crisis y obtener soluciones a este problema que, de otra forma, puede cambiar irreversiblemente los ecosistemas del Caribe (…)
“Para poder resolver este problema se requiere estudiarlo más allá de las costas mexicanas y mi proyecto buscaba la cooperación internacional entre centros de investigación de México y Francia”, expone.
Piden claridad al CONACyT
Los candidatos que fueron rechazados para realizar una estancia posdoctoral no son los únicos sorprendidos, también hay asesores que exigen claridad en la manera de evaluarlos.
Es el caso del doctor Davir González Calderón, a quien sus asesores califican como un joven investigador consolidado y con una gran productividad académica, ya que es autor de 11 publicaciones científicas arbitradas y coautor en cuatro más.
Debido a su trayectoria y al alcance de su investigación, tanto su asesor de maestría y doctorado, así como el asesor de su proyecto posdoctoral (en el Instituto Parisino de Química, en la Universidad de la Sorbona, en Francia) pidieron al CONACyT a través de una carta reconsiderar la evaluación de su propuesta.