Exigen más búsqueda
Familiares de desaparecidos se quejan de recibir justicia de papel por parte del gobierno, al no verse resuelto ni uno de los casos de las víctimas de desaprición forzada en los últimos dos años.
La agrupación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL), junto con los colectivos Más Allá de la Marcha, Contingente Monterrey e integrantes de la Asamblea Universitaria de la UANL, acudieron a clamar justicia al gobernador Rodrigo Medina de la Cruz frente a las puertas del Palacio de Gobierno, el viernes pasado.
Mayra GonzálezFamiliares de desaparecidos se quejan de recibir justicia de papel por parte del gobierno, al no verse resuelto ni uno de los casos de las víctimas de desaprición forzada en los últimos dos años.
La agrupación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL), junto con los colectivos Más Allá de la Marcha, Contingente Monterrey e integrantes de la Asamblea Universitaria de la UANL, acudieron a clamar justicia al gobernador Rodrigo Medina de la Cruz frente a las puertas del Palacio de Gobierno, el viernes pasado.
“Salimos a esta plaza pública para recordarle al Gobierno del Estado, al Congreso de Nuevo León y al Poder Judicial que seguimos en esta búsqueda ¡aquí estamos!”, dijo la vocera de FUNDENL, Irma Leticia Hidalgo, con voz entrecortada mientras que pancartas y fotografías, en manos de los demás familiares de las víctimas, apoyaban la exigencia.
Y es que a pesar de haber sido tipificada la Desaparición Forzada de Personas en el Código Penal del Estado el 13 de noviembre del año pasado, los protocolos de búsqueda que lo operan son nulos.
“El gobierno jamás ha dado la cara”, expresa María Lourdes Huerta, mamá de Cristian Karin Flores Huerta, quien desapareció el 12 de agosto del 2010.
Al no recibir ni una respuesta por parte de las autoridades, los representantes del colectivo entregaron el oficio a la secretaria de las oficinas en Dirección de Gobierno.
Los manifestantes tienen la esperanza que el gobierno les regrese vivos a sus seres queridos: “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, exigían una y otra vez ante las puertas del Palacio de Gobierno.