A tres años del asesinato de los estudiantes de maestría del Tecnológico de Monterrey el caso sigue en el limbo.
El caso del doble homicidio durante el enfrentamiento entre militares y presuntos miembros del crimen organizado no tuvo responsables.
No hay consignación, ni castigo para los militares que accionaron las armas contra Jorge Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo, quienes presentaron seis y siete heridas de armas de fuego aquella madrugada del 19 de marzo de 2010.
Y que con el afán por encubrir el delito, los militares les colocaron armas de grueso calibre en los cadáveres de los estudiantes para simular que eran delincuentes que habían disparado contra los soldados.
Los militares también le quitaron sus identificaciones a los cuerpos de los jóvenes para aparentar que eran delincuentes.
El entonces rector del sistema Tec, Rafael Rangel Sostmann, exigió el esclarecimeinto del asesinato de Jorge y Javier con una serie de propuestas presentadas en abril de 2010, que contempalaban juzgar a los miliatres por fuero civil y no por la justicia castrence.
Sin embargo, el caso no tuvo continuidad por parte de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) ni por la Procuraduría General de la República (PGR), que no persiguieron ni identificaron a los militares culposos.
A tres años del incidente el caso que marcó un antes y un después en Monterrey, quedó en el olvido. Y con la llegada de un rector sustituto, David Noel Ramírez, terminó por perderse.
El asunto de los estudiantes caídos del Tecnológico de Monterrey puso en debate los protocolos a seguir durante las tareas con la sociedad civil y las entidades públicas.
La Universidad Autónoma de Nuevo León en los últimos cuatro años ha sufrido 15 casos con asesinatos y desapariciones entre su alumnado.
En esta guerra con el crimen organizado las autoridades, tanto militares como policiacas, se han llevado de encuentro a gente inocente debido a confusión y falta de protocolos.
El día de hoy la Asamblea Estudiantil del Tec ha convocado a la comunidad estudiantil y a los medios de comunicación afuera del Auditorio Luis Elizondo para exigir el esclarecimiento del doble asesinato de aquel viernes 19 de marzo de 2010.