El grupo de expertos internacionales que investiga junto con la PGR la desaparición de 43 estudiantes en Guerrero denunció ayer serios obstáculos a su trabajo que podrían poner en riesgo el acceso a la verdad y la determinación de responsabilidades ante unos crímenes considerados como los peores de la historia reciente de México.
Denunciaron la filtración de declaraciones de algunos detenidos clave “que no responden a la verdad” o han sufrido alteraciones con la aparente intención de alentar versiones que no se sustentan, así como la apertura de nuevos expedientes con información sacada de la investigación central, con lo que los expertos ven bloqueado su acceso a esas nuevas averiguaciones.
Este grupo de expertos fue el que en su informe de septiembre de 2015 desecharon la versión oficial de que los 43 jóvenes habían sido quemados por miembros del crimen organizado en un basurero de Cocula y denunciaron obstrucción a la justicia por parte de algunas autoridades.
Ahora, aunque dicen que existe un nuevo equipo oficial de investigación con el trabajan bien, denunciaron obstáculos desde otros sectores que no identificaron.
Por ejemplo, mostraron su preocupación por el hallazgo de unos restos óseos que no han sido procesados y que no se sabe si son de los normalistas, aunque se llegó a ellos gracias a declaraciones de los familiares de los 43 y estaban en un lugar llamado La Carnicería, que aparece en varios momentos de la investigación.
En tanto, la PGR aseguró que mantiene “su compromiso con la investigación exhaustiva de los hechos y la sanción efectiva de los responsables.
Señaló que el grupo mantendrá su acceso directo a la información contenida en el expediente.