Extradición, ¿quién gana?

La extradición de Joaquín “El Chapo” Guzmán está congelada.

Un juez dio entrada a los juicios interpuestos por la defensa del capo para evitar que sea enviado a Estados Unidos. Y no es la primera vez que esto sucede.

En julio del año pasado y enero de este año, dos jueces ordenaron una medida similar en tanto se desahogaban los amparo interpuestos. Finalmente al término de los juicios, los magistrados avalaron la extradición.

José Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia Penal, considera que los juicios de amparo interpuestos por la defensa de “El Chapo” no son más que una estrategia legal y mediática para lograr un acuerdo que le beneficie con la justicia de Estados Unidos.

Y desde su punto de vista, “El Chapo” Guzmán será extraditado a Estados Unidos pese a los procesos de su defensa.

“La única intención es lograr un buen acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, para que se le otorguen algunos beneficios dentro del marco jurídico de ese país”.

Parte de la estrategia, dijo el jurista, es la presencia de su esposa Emma Coronel en Estados Unidos.

Según Ortega Sánchez, Coronel podría estar negociando ya con la justicia norteamericana a fin de brindarle las mejores garantías de estadía a “El Chapo” a cambio de información.

A pesar de los intentos de la defensa por evitar que Guzmán sea extraditado, estas acciones podrían ser solo una demora en el proceso, pues dos juzgados federales ya han emitido recomendaciones favorables a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para que se lleve a cabo el proceso de entrega del narcotraficante a Estados Unidos.

Guzmán tiene pendientes penales en al menos seis juzgados del vecino país. Se le requiere en California, Texas, Illinois, Nueva York, Nuevo Hampshire y Florida, donde enfrenta cargos por delitos que van desde narcotráfico hasta portación de armas y secuestro.

Sin embargo, solo dos cortes han reclamado formalmente la entrega del preso mexicano con la intención de ser juzgado en los distritos de San Diego, en California; y El Paso, en Texas.

‘El Chapo’ sabe

De acuerdo a un comunicado de la SRE, “El Chapo” ya fue notificado sobre los acuerdos por los cuales el Gobierno de México concede su extradición internacional al Gobierno de los Estados Unidos de América.

En caso de que no prosperen los dos juicios interpuestos, Guzmán sería entregado a Texas, para ser juzgado por asociación delictuosa, delitos contra la salud, delincuencia organizada, posesión de armas, homicidio y lavado de dinero; y a California, donde se tiene cuentas pendientes por importar y poseer cocaína con la intención de distribuir.

Información de peso

Más que pagar por los delitos que se le imputan, para Estados Unidos pudiera ser más importante la información que el capo pueda aportar al gobierno sobre las relaciones del narcotráfico con la clase política mexicana, dijo a Reporte Indigo, el presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia Penal, José Antonio Ortega Sánchez.

Y es que, a su consideración, el narcotraficante no habría podido llegar hasta donde lo hizo solo como producto de la casualidad.

“Desde alguna parte de la estructura del gobierno, hablo a nivel de secretaría, alguien, en algún momento ha apoyado al narcotráfico en nuestro país”, aseguró.

“El Chapo” fue uno de esos beneficiados de la “protección oficial”, detalló Ortega Sánchez.
Recordó que tras ser detenido en Guatemala, ante miembros del Ejército y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Guzmán reveló nombres de muchos funcionarios que le ayudaron en su crecimiento como narcotraficante.

Esa es la información que hoy pudiera interesar al gobierno norteamericano, por cuya obtención estaría dispuesto a darle beneficios al jefe del Cártel de Sinaloa, refiere el jurista.

Aportaría información

El abogado José Antonio Ortega Sánchez finca su teoría de que Joaquín Guzmán interesa a Estados Unidos por la información que puede aportar sobre las relaciones del narcotráfico con algunas estructuras del gobierno mexicano, en la posibilidad de que sea el juez Larry Alan Burns, quien lo enjuicie en la corte de San Diego California.

El juez ha llevado los casos de importantes de narcos mexicanos extraditados, a los que tras acuerdos de colaboración con la justicia de Estados Unidos, les ha reducido sustancialmente la pena dictada para el pago de sus ilícitos.

El caso más reciente fue el de Héctor Luis “El Güero” Palma Salazar, quien fue detenido el 24 de junio de 1995 en Jalisco, extraditado en enero del 2007, y el 11 de mayo del 2008 recibió una pena de 16 años de prisión y una multa de 100 dólares.

Pero su condena carcelaria le fue reducida por Burns a solo nueve años de cárcel, tras un acuerdo de colaboración.

Otro de los “clientes” del juez fue Benjamín Arellano Félix, “El Min”, quien fue detenido el 9 de marzo del 2002 en el estado de Puebla y extraditado a Estados Unidos el 29 de abril del 2011, luego de cumplir una sentencia 5 años y 4 meses en una cárcel mexicana por el delito de portación de arma prohibida y mantener en purga una sentencia de 22 años por delincuencia organizada.

En primera instancia el juez le dictó una sentencia de 140 años de cárcel, al encontrarlo culpable de los delitos de asociación delictuosa para cometer asesinatos, tortura, secuestro, coerción, tráfico de drogas y lavado de dinero.

Tras negociar con la corte de Burns y luego de reconocerse culpable de los delitos imputados, Arellano Félix recibió una nueva sentencia de 25 años de cárcel y el pago de 100 millones de dólares.

El juez Burns también llevó el caso de Francisco Javier Arellano Félix, “El Tigrillo”, detenido el 15 de agosto del 2006 en aguas internacionales frente a Baja California Sur. Fue sentenciado el 5 de noviembre del 2007, acusado de conspirar para lavar dinero, además de haber asesinado a potenciales informantes.

La sentencia primera fue de cadena perpetua y la incautación de 50 millones de dólares, así como el decomiso de su yate “Dock Holiday”; el 19 de junio, tras un acuerdo con la corte federal de Burns, se le modificó la sentencia.

El juez dictó una condena de 23 años y seis meses de prisión, con la posibilidad de salir en 15 años por buena conducta.

El caso de “El Chapo” Guzmán podría ser similar a los anteriores, dijo Ortega Sánchez.