Que todas las personas que deseen obtener una curul en la Cámara de Diputados o en el Senado de la República tengan como mínimo un título universitario, esa es la propuesta que miles de personas han apoyado en la plataforma Change.org.
La iniciativa nace después de que el diputado de Nueva Alianza, Ángel García Yáñez, impulsara un proyecto de ley busca establecer que la cédula profesional sea renovada cada seis años. Lo que generó la indignación de miles de personas ya que el legislador sólo concluyó sus estudios de preparatoria.
La petición busca conseguir el mayor número de firmas posible para hacerla llegar al Congreso de la Unión, al Poder Ejecutivo, y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y así reformar la Carta Magna, para que por ley, el grado de licenciatura sea obligatorio para diputados, senadores y otros altos cargos públicos.
De acuerdo a un análisis, de los 498 integrantes de la Cámara de Diputados, 104 no reportan estudios de licenciatura, lo que coloca a la 63 Legislatura (2015-2018) como la de menos nivel educativo de la última década.
Los legisladores que cuentan con educación superior se dividen de la siguiente manera:
- Movimiento Ciudadano – 92% de sus diputados cuentan con educación universitaria.
- Partido Revolucionario Institucional (PRI) – 82% de sus diputados cuentan con educación universitaria.
- Partido de la Revolución Democrática (PRD) – 82% de sus diputados cuentan con educación universitaria.
- El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) – 80% de sus diputados cuentan con educación universitaria.
- Partido Acción Nacional (PAN) 78% de sus diputados cuentan con educación universitaria.
- Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) – 48% de sus diputados cuentan con educación universitaria.
Sólo dos diputadas de la actual legislatura no cursaron ni la preparatoria, ellas son Irma Rebeca López (Morena) quien sólo terminó la secundaria y Carmen Salinas Lozano (PRI), actriz y productora teatral, que sólo estudio la primaria en su natal Coahuila.
En el Senado de la República las cosas no son muy diferentes: Seis senadores tienen estudios de preparatoria, normal o técnicos; seis son pasantes de alguna licenciatura –o tienen estudios truncos-; 66 son licenciados y 40 tienen estudios de maestría.
Uno de los diputados que sólo cuenta con educación básica es el senador priista Armando Neyra Chávez, quien solo tiene estudios de primaria, pero es uno de los líderes políticos y sindicales con más influencia en México.
Ha sido diputado federal cinco veces y una diputado local en el Congreso del Estado de México.
Desde su afiliación al PRI, en 1958, ha ocupado innumerables cargos en la estructura partidista, particularmente en la Confederación de Trabajadores de México por ser secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Embotelladora.
Desde 2012 es senador de la República. Ha participado como promovente de 12 iniciativas, y solo ha presentado una por su cuenta, para hacer algunas modificaciones a la Ley Federal del Trabajo.
El segundo caso de un senador con estudios básicos es el del priista Isaías González Cuevas, quien incluso ha buscado la gubernatura de Baja California Sur.
Ha sido diputado federal dos veces. Su labor política principal ha estado en la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), a la que llegó por ser secretario general de la Unión Nacional de Trabajadores de la Industria Alimenticia.
Desde su llegada al Senado, en el 2012, ha sido promovente de ocho iniciativas, cuatro de ellas han sido presentadas solo por él.
Una propuesta que ya fracasó
A principios de marzo, la senadora panista Sonia Rocha propuso que sólo las personas que se hayan titulado de alguna universidad puedan acceder a la Cámara de Diputados, quien argumentaba que la población necesita gente mejor preparada para proteger sus derechos.
“Nuestra sociedad mexicana día a día nos demanda más preparación en nuestro trabajo para que todos los ciudadanos tengan una adecuada representación (…) al tener una mejor preparación académica, las atribuciones de los diputados, tendrán una mayor calidad”, dijo la diputada en su momento.
La senadora propuso ante el pleno modificar el artículo 55 de la Constitución, así, además de ser mexicano, ser originario de la entidad federativa a la que se postula y tener 21 años cumplidos el día de la elección, las personas deberán tener como mínimo un título universitario.