Escala pugna en PGJ
La ejecución del fiscal José Luis de León apunta a un posible ajuste de cuentas en el interior de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León (PGJNL), en una clara amenaza contra el subprocurador Bernardo González Garza.
El fiscal ejecutado ayer en su casa, en la colonia Contry Las Águilas en Guadalupe, se había incorporado hace un par de meses a la Subprocuraduría de Ministerios Públicos de la PGJ, que encabeza el procurador Roberto Flores.
La ejecución del fiscal José Luis de León apunta a un posible ajuste de cuentas en el interior de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León (PGJNL), en una clara amenaza contra el subprocurador Bernardo González Garza.
El fiscal ejecutado ayer en su casa, en la colonia Contry Las Águilas en Guadalupe, se había incorporado hace un par de meses a la Subprocuraduría de Ministerios Públicos de la PGJ, que encabeza el procurador Roberto Flores.
En la PGJ existen tres grupos de poder que se disputan el control de la Procuraduría del Estado. Uno es encabezado por el procurador Roberto Flores. Uno más por el contralmirante Augusto Cruz Morales, director de la AEI, y el más reciente el que representa Bernardo González, designado hace tres meses como Subprocurador de Ministerios Públicos.
Pero todos luchan entre sí para librar una “limpia” de corrupción ligada al narcotráfico en la Procuraduría de Justicia estatal, depuración que hasta el momento ha cobrado la baja de más de 30 agentes de Ministerios Públicos y detectives estatales.
Hasta anoche la Procuraduría del Estado no había fijado ninguna postura sobre esta ejecución de uno de sus fiscales. Tampoco el vocero de seguridad, Aldo Fasci, había salido a informar sobre los avances de la investigación.
Una fuente estatal reveló a Reporte Indigo que el fiscal recientemente se había incorporado al equipo del subprocurador Bernardo González Garza, en una comisión tipo asuntos internos en la Procuraduría de Justicia estatal.
Aparentemente, José Luis de León había entregado un reporte donde Eleazar Palomo Castillo, “El Cochi”, líder del Cártel de los Beltrán Leyva, había infiltrado a agentes tanto de la Procuraduría de Justicia, como de la Comisaría de Seguridad Gubernamental.
El crimen del fiscal ocurre días después de la detención de Palomo Castillo este fin de semana por elementos de la Marina en un operativo, en donde no se avisó a ninguna autoridad estatal o municipal.
Hoy en día, la Procuraduría de Justicia cuenta con dos líneas de investigación sobre esta ejecución.
Una de ellas apunta a que el fiscal investigaba al grupo conocido como “La Guber”, a quien fuentes extraoficiales allegadas a la investigación ligan con Palomo Castillo.
A este grupo se relaciona con la Comisaría de Seguridad Gubernamental del Estado, a cargo de Carlos Guevara, cercano al gobernador Jaime Rodríguez, “El Bronco”.
Esta jefatura está integrada por escoltas y guardias estatales del área de seguridad gubernamental del Estado.
El informante involucra a un agente ministerial conocido como “La Coneja”, como el presunto enlace de “la Guber” con “El Cochi”.
Sin embargo, la Procuraduría de Justicia de Nuevo León tiene otra línea de investigación, donde sospecha la participación de una red de protección integrada por agentes ministeriales que tenía “El Cochi” hasta antes de su detención.
Trascendió que el fiscal José Luis de León había trabajado recopilando información para el subprocurador Bernardo González Garza sobre este anillo de protección del capo de los Beltrán Leyva.
Incluso, la investigación arroja que el detenido, identificado como Juan Eduardo N de 24 años, integrante de la célula Cinco Puntos de los Zetas, en la colonia Independencia, operaba en la zona norte.
Casualmente un anillo de protección del “Cochi” estaba en la zona norte del municipio de Monterrey, donde agentes ministeriales de esta red estaban ligados con este capo de los Beltrán Leyva.
Extraoficialmente se informó que el parte informativo del fiscal involucra más de 15 agentes y una decena de fiscales ligados al “Cochi”.
Procuraduría no arrestó al ‘Cochi’
Eleazar Palomo Castillo, “El Cochi”, presunto líder los Beltrán Lyeva, tenía una orden de aprehensión pendiente por realizar la Procuraduría de Justicia estatal desde hace dos años, supuestamente por los delitos de secuestro y homicidio.
Agentes ministeriales establecieron que “El Cochi” habría orquestado el plagio y ejecución del empresario sampetrino David Villarreal Fernández en 2012.
Pero la orden nunca fue ejecutada por la Fiscalía estatal que llevaba el caso del sampetrino, por lo que se sospecha de una protección hacia el capo de los Beltrán Leyva.
Villarreal Fernández, fue secuestrado en 2012 en la avenida Vasconcelos, cuando iba en una camioneta con un sobrino del alcalde de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández y otro del exgobernador Fernando Canales.
La Procuraduría solo logró en diciembre de ese año la detención del encargado de un grupo de espías al servicio del crimen organizado, quien habría confesado haber solo visto el secuestro.
¿De halcón a sicario? o ¿chivo expiatorio?
Juan Eduardo N de 24 años, alias “El Flaco”, sospechoso del crimen del fiscal investigador José Luis de León, era espía para la célula Cinco Puntos de Los Zetas en la zona norte.
El joven contaba con antecedentes penales por robo y “halconeo”, que consiste en vigilar y obtener información de la policía y militar.
Esto pone sobre la mesa del debate si Juan Eduardo se convirtió en sicario o continuaba como espía para la delincuencia organizada, pues difícilmente un “halcón” podría convertirse en pistolero, menos si contaba con un expediente delictivo.
Según los primeros informes, Juan Eduardo fue detenido por elementos de la Policía de Guadalupe minutos después de la ejecución del fiscal investigador.
Supuestamente, el joven fue abandonado por sus propios acompañantes, tras ejecutar al fiscal, y entre sus pertenencias traía un pasamontañas, por lo que levanta más dudas si Juan Eduardo habría cometido el crimen o solo espiaba la actividad de la Policía.
Investigan homicidio de MP
La Procuraduría General de Justicia de Nuevo León (PGJNL) se limitó ayer a solo informar en un escueto comunicado, que investigará la ejecución del fisical José Luis de León.
Pese a que en los últimos días personal de la PGJ se le relaciona con capos del narcotrafico, su depertamento de Comunicación Social no informó los avances de este cirmen.
“La Procuraduría General de Justicia de Nuevo León investigará los hechos delictivos, realizando las acciones necesarias para que los responsables de los delitos que resulten sean sancionados”.
“De León, de 48 años de edad, resultó con diferentes heridas por proyectil de arma de fuego, tras ser agredido aproximadamente a las 23:30 horas de este lunes, en el exterior de su domicilio, en la Colonia Contry Las Águilas, en Guadalupe”, dice el escueto comunicado.
Tras la agresión al agente, elementos de Seguridad Pública de Guadalupe detuvieron a un hombre, de 24 años, que estaría involucrado en los hechos.