El regiomontano Mauricio Gerardo Páez Muñoz, quien poseyó una casa de cambio a través de la cual presuntamente lavaron dinero Los Zetas en Estados Unidos, fue eximido de toda responsabilidad por la Fiscalía que llevó esa investigación penal.
El empresario operó Divisas Regio Más, ubicada sobre la avenida Vasconcelos, en San Pedro, donde se transfirieron unos 3.5 millones de dólares para adquirir en ese país caballos cuarto de milla para la organización delictiva.
Páez Muñoz, según las autoridades estadounidenses, no tenía conocimiento de las operaciones ilegales y sólo fue uno de los empresarios utilizados por Los Zetas para mover capital proveniente del narcotráfico.
En la ciudad texana de Austin, el ciudadano testificó en abril de 2013 ante el jurado que llevó el caso en contra de José Treviño Morales, hermano de Miguel Ángel Treviño Morales, “Z-40”, y el empresario veracruzano Francisco Colorado Cessa, entre otros.
A petición del testigo, el fiscal auxiliar del Distrito Oeste de Texas, Douglas W. Gardner -quien estuvo a cargo de la indagatoria-, giró una carta en la que afirmó que el gobierno de Estados Unidos no tiene cargos pendientes contra el regiomontano.
La intención de la misiva, aclaró Páez Muñoz a Reporte Indigo, es para descongelar las cuentas bancarias que le fueron incautadas en ese país, a raíz de la investigación que concluyó con la condena, tanto del hermano del “Z-40”, como de Colorado Cessa.
El escrito, fechado el 25 de junio de 2013, está dirigido al encargado del despacho de la Suprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, Rodrigo Archundia Barrientos.
La dependencia aún tiene abierta la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDS/194/2012, donde se menciona al empresario y a las compañías Basic Enterprises, S.A. de C.V., -la operadora del centro cambiario-, y Yor Desarrollos, S.A. de C.V.
“No tuve información durante el transcurso de nuestra investigación más que el señor Páez era dueño de un negocio que ignoraba la situación, cuyo negocio estaba siendo utilizado por testaferros a nombre de Los Zetas para mover dinero a los Estados Unidos”, señaló el fiscal federal.
“La única evidencia que tengo es que el Señor Páez era uno de los múltiples empresarios legítimos que fueron usados por Los Zetas. He conocido personalmente al Señor Páez y he encontrado que es un ciudadano franco y preocupado de su país, dispuesto a hacer lo que es correcto y justo”.
Durante la comparecencia ante el jurado, la Fiscalía dio a conocer que Páez Muñoz buscó al FBI en 2012 para aclarar que no tenía vínculos con esa organización criminal y que las transferencias se hicieron a través de giros telegráficos.
Las operaciones fueron planeadas por José Ramiro Guajardo Villarreal, quien como cualquier otro cliente, contrató al regiomontano para que hiciera esas transacciones entre 2008 y 2009 a bancos en Oklahoma, Nuevo México y California.
El delincuente, quien fue encontrado muerto en su carro en enero de 2011, envió las sumas en efectivo a través de un sujeto identificado como Francisco Rodríguez.
“El señor Páez, por su propia voluntad, vino a los Estados Unidos y testificó, con algún riesgo considerable, en el juicio con respecto al fallecido miembro de Los Zetas, Ramiro Villarreal, quien usaba Basic Enterprises, S.A. de C.V., para lavar ganancias de la droga.
“El señor Páez me ha pedido que escriba esta carta, debido a la incautación de sus cuentas bancarias de débito y crédito, como resultado de la investigación del gobierno de Estados Unidos. No tengo información, evidencia o testimonios de que el señor Páez fuera un participante con dolo y conocimiento en alguna actividad criminal”.
El funcionario aseveró que dentro de la investigación de la Fiscalía, desahogada en Austin con la acusación penal número A-12-CR-210SS, se centró en el lavado de dinero derivado de la venta de cocaína.
El dinero fue canalizado por diversos medios para adquirir, trasladar, criar y colocar en competencias a los caballos, tanto en Estados Unidos, como en México.
Según el oficio del fiscal, Los Zetas enviaron a personas que se presentaron como agentes de esta industria, quienes buscaron a hombres de negocios desprevenidos, para transferir el dinero y dar una apariencia de legitimidad.
“Uno de tales negocios fue Basic Enterprises, S.A. de C.V., el cual era propiedad y operado por el señor Mauricio Gerardo Páez Muñoz”, indicó el representante de la Fiscalía.
“Tras la detención de personas en nuestro caso, el señor Páez inmediatamente se acercó, sin representación legal alguna, y proporcionó todos sus registros comerciales para apoyar su afirmación de inocencia”.
El regiomontano expresó a esta publicación que su hermano Arturo Sergio, quien aparece como socio de la casa de cambio, solamente aportó capital a la compañía, pero que no participó en la operación del negocio.
El empresario señaló que sus abogados aún continúan la batalla legal para descongelar las cuentas bancarias que tiene en Estados Unidos.