El trabajo de fiscalización es una tarea titánica para el INE, solo por el proceso electoral 2020-2021, el órgano autónomo revisará con lupa 4 mil 180 cargos de elección, 29 mil 612 contendientes, 24 mil 357 candidaturas, 2 mil 889 coaliciones y 335 candidaturas independientes.
Respecto a las campañas, el INE deberá de fiscalizar más de 5 mil 632 millones de pesos en ingresos, más de 5 mil 646 millones de pesos en gastos, además de un millón 408 mil 981 eventos, 904 mil 797 operaciones bancarias, 26 mil 594 cuentas bancarias y 21 mil 329 casas de campaña.
El especialista en derecho electoral y profesor de la FES Acatlán, Christian Salazar, opina que la fiscalización de un proceso electoral es muy importante para la democracia, no solo en México, sino en todo el mundo, porque abona a la equidad y vigila que el dinero que se gasta sea lícito.
“En todos los sistemas electorales el proceso de fiscalización es muy importante porque ayuda a que haya una equidad en la competencia y que tanto candidatos como partidos políticos utilicen solo el dinero autorizado. Aunque lo más importante es vigilar que gasten dinero lícito, es decir, que no provenga de fuentes dudosas y mucho menos de la delincuencia porque se debe de garantizar la legalidad de todos los actos”, argumenta.
Lamentablemente, considera el entrevistado, conforme han avanzado las reglas de fiscalización en el país, los procesos se han hecho más lentos, complejos y burocráticos, por lo que el fin no siempre es la justicia ni la democracia.
“En México hemos construido un sistema de fiscalización y hemos avanzado pero me parece que se ha ido complejizando y burocratizando a medida de que las reglas electorales también se han ido complicando.
“Eso hace que la fiscalización sea compleja porque dependes de una estructura muy grande. Estas fiscalizaciones no dejan satisfechos a todos los actores políticos ni a la ciudadanía en general porque no responden a la necesidad de transparencia y rendición de cuentas”, agrega.
Finalmente, el especialista considera que se deben de volver a escribir las reglas del juego para que las fiscalizaciones sean más sencillas y efectivas.
“Lo que hay que hacer en todo caso es mejorar las reglas del gasto para que la fiscalización sea un proceso racional. Debe de ser un trabajo conjunto entre legisladores, partidos políticos y el mismo INE para poder revisar y replantear el conjunto de reglas para hacerlas más eficientes”, concluye.