Focos rojos en Tláhuac

A 12 años del linchamiento de Policías Federales que puso a Tláhuac en el ojo del huracán, vecinos de los barrios amagan a las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México con tomar la seguridad en sus manos debido a las recientes ejecuciones y la indiferencia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPDF).

De manera simultánea, comuneros, ejidatarios y activistas de esta demarcación se dicen listos para emprender la ofensiva y evitar la construcción de un Centro Integral de Reciclamiento de Energía (CIRE) en la Sierra de Santa Catarina.

Aparentemente se proyecta depositar ahí 12 mil toneladas diarias de basura que genera la capital y no encuentran cabida.

Los hechos violentos

Aislados geográficamente del centro de la capital, los habitantes de esta demarcación emplazaron a las autoridades para poner en marcha esquemas de vigilancia ciudadana, ya que no hay quién pare los crímenes, linchamientos y robos a casas habitación.

Justo el día que hacían el reclamo a las autoridades por la falta de resultados y las alarmas inservibles, en una mesa de coordinación en la que participan representantes de la SSPDF y de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), aparecieron los cuerpos de tres jóvenes con características de ejecución en el mítico pueblo de San Juan Ixtayopan, donde hace 12 años una turba enfurecida quemó vivos a dos elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP)  y golpeó a uno más, por aparentemente confundirlos con delincuentes.

La noche previa a la reunión, el miércoles 8 de junio,  en los oscuros caminos del sector Mixquic, calles Monte Carmelo y Camino Real del poblado de San Juan Ixtayopan, los vecinos denunciaron el hallazgo de un vehículo Matiz color gris con los cadáveres de los tres jóvenes.

Uno de los cuerpos afuera de la unidad; el segundo, en el asiento del copiloto, y el tercero en los asientos traseros. Todos asesinados con  arma de fuego y abandonados junto a las instalaciones de una cancha de futbol.

La triple ejecución terminó por desbordar los ánimos de los pobladores de Tláhuac, quienes se habían reunido con las autoridades en el edificio delegacional para hacerles llegar su preocupación por el alto índice delictivo y el aparente abandono que viven por parte de la policía.

No fue la única, un día antes del triple crimen, el cuerpo de otro hombre fue localizado maniatado y con la cabeza cubierta con cinta adhesiva transparente en el callejón de San Juan, esquina Hermenegildo Galeana, en el Barrio de San Juan.

Los vecinos alertaron a la policía preventiva del bulto encontrado en esa ubicación, del cual se desconoce si fue llevado hasta ese punto o ahí ocurrieron los hechos.

Tras el hallazgo, patrullas y ambulancia del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) reportaron que se trató de un joven de aproximadamente 30 años que murió presuntamente por asfixia.

Justicia en sus manos

Luego de estos eventos, los vecinos expresaron su preocupación de que los grupos delictivos se aprovechen de la escasa vigilancia y de la falta de iluminación en los largos caminos de terracería, para efectuar este tipo de crímenes sin que nadie advierta sus movimientos.

De ahí que entregaran por escrito la petición para instalar cámaras de videos, que se realice una revisión exhausta a las alarmas vecinales que se encuentran sin funcionar, y se disponga de un nuevo esquema de patrullaje a partir del cual los rondines de los patrulleros se ejecuten con más frecuencia.

De no obtener respuesta favorable a sus demandas, en cuanto a seguridad pública se refiere, ya se planean esquemas vecinales para asumir la seguridad pública en sus manos.

En estas zonas rurales de la Ciudad de México persisten los usos y costumbres de los barrios, como llamar a los habitantes a través del repicar de campanas para que acudan en apoyo de cualquier emergencia que ponga en riesgo a la comunidad.

Temen por sus mantos acuíferos

De manera simultánea al malestar por las recientes ejecuciones y falta de seguridad, los vecinos de Tláhuac están  expectantes ante los presuntos planes del Gobierno de la Ciudad de México de instalar un incinerador de basura.

Se trata de un proyecto heredado por la administración de Marcelo Ebrard Casaubón que plantea la construcción de un Centro Integral de Reciclamiento de Energía (CIRE).

De acuerdo con la información que han conseguido a cuentagotas, ejidatarios, activistas y vecinos, el CIRE se instalaría en la Sierra de Santa Catarina, la parte que le corresponde a Tláhuac, donde se depositarían alrededor de 12 mil toneladas de basura al día.

La oposición a este proyecto se debe a que el suelo de Tláhuac es arenoso, lo que permiten que se recarguen los mantos acuíferos.

Temen que de construirse el CIRE en zona de recarga del manto freático se corra el riesgo de que los lixiviados que desprende la basura contaminen el agua que se destina para el consumo de los habitantes.

Cabe recordar que en la reciente crisis de contaminación que confrontó al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, con Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México, este último amenazó con cerrar los depósitos de basura en los que diariamente el Gobierno de la CDMX deposita toneladas de basura que no tienen cabida ya en la capital.