Foliatti opera irregularmente en Guadalupe.- César Garza
La revisión de los casinos en Guadalupe arrojó que el Diamante Foliatti presenta irregularidades en el permiso federal que le permite operar en el municipio.
“De la revisión preliminar que aportamos, el permiso federal que aporta ese casino no satisface las solicitudes que el Municipio está haciendo de documentación”, reveló el alcalde César Garza a Reporte Indigo.
Javier Estrada
La revisión de los casinos en Guadalupe arrojó que el Diamante Foliatti presenta irregularidades en el permiso federal que le permite operar en el municipio.
“De la revisión preliminar que aportamos, el permiso federal que aporta ese casino no satisface las solicitudes que el Municipio está haciendo de documentación”, reveló el alcalde César Garza a Reporte Indigo.
El edil del PRI informó que el establecimiento tiene que aportar documentos que liguen el permiso obtenido por la operadora en el sexenio del panista Vicente Fox, expedido por la Dirección General de Juegos y Sorteos y en donde consta que hubo una anuencia municipal.
“Si no entregan todo esto, entonces difícilmente van a poder continuar operando en la ciudad”, advirtió.
Comercializadora de Entretenimiento de Chihuahua S.A. de C.V. (Comenchi) cuenta desde 2005 con el permiso federal DGAJS/SCEVF/P-08/2005 con una vigencia de 25 años para operar 60 centros de apuestas, entre ellos, la sucursal del Foliatti en Guadalupe, ubicado sobre la carretera a Miguel Alemán.
Cinco de los nueve casinos que actualmente operan en la ciudad tenían hasta la semana pasada para acreditar al Ayuntamiento que cuentan con los permisos municipales para funcionar, de lo contrario, se enfrentarían a una suspensión temporal o una clausura definitiva.
Reporte Indigo publicó que una red de cuestionados personajes fue la que avaló, dio el visto bueno, y hasta dio fe, para que el Diamante Folaitti funcionara en la ilegalidad, ya que su giro de uso de suelo municipal es de eventos sociales, billares y juegos de mesa, pero no de centro de apuestas.
El actual secretario de Obras Públicas de Guadalupe, Saúl Ramírez, otorgó entre 2009 y 2010 diversas regularizaciones y ampliaciones del giro actual al casino.
Pero el alcalde justificó la actuación de Ramírez: “Ninguno de esos giros se sale de lo que la ley le permite a un funcionario autorizar en ese lugar.
“Hay que distinguir dos momentos: lo que el funcionario autoriza y lo que el empresario realiza, y si hay una incompatibilidad entre lo que se autoriza y lo que se hace, entonces quien está infringiendo la norma es el empresario”.
Garza insistió que la proliferación de casinos en Guadalupe se debe a que hay una “confusión” entre la Ley Federal de Juegos y Sorteos y los reglamentos municipales que regulan los usos de suelo, así como la corrupción de servidores públicos locales y federales.
“La Ley de Juegos y Sorteos establece unos conceptos que no están incluidos literalmente o concordantemente con los reglamentos de uso de suelo”.
“(Lo anterior) dio lugar a que crecieran anárquicamente estos permisos, en muchos casos por coparticipación de autoridades municipales, seguramente motivada por una contraprestación de tipo económico”.
El pasado 22 de marzo, el Cabildo guadalupense aprobó por unanimidad modificar el artículo 27 del reglamento local de Zonificación y Uso de Suelo, de tal manera que quedó prohibida la instalación de más casinos en la ciudad.
Ahí mismo, el edil dio a conocer que el Caliente Linda Vista había sido suspendido el día anterior por no permitir una inspección de las medidas de seguridad del inmueble, pero más adelante reabrió sus puertas.
Garza reconoció que el Municipio tiene las facultades de clausurar en cualquier momento los casinos, pero que quiere respetar el derecho de audiencia de los permisionarios para evitar amparos.
“Los jueces con razón las tumban de inmediato (las clausuras) y ordenan la reapuertura del centro, y cuando eso ocurre el Municipio se casa en un pleito de dos años con el casino abierto y sin regulación”.
Sin embargo, dejó entrever que existe la posibilidad de regularizar estos establecimientos que actualmente operan en un limbo legal.
“Hay dos opciones: clausuramos de manera definitiva o regularizamos y corregimos el uso de suelo que se otorgó imprecisamente.
“Si están legales federalmente y el Cabildo decide regularizarles su situación, que se regularicen, que paguen sus impuestos y todo en orden”.