A lo largo del año, diversas voces exigieron transparentar las ganancias de la empresa Autotraffic, encargada de operar el sistema de fotomultas
Considerado como una de las medidas que al jefe de Gobierno le costó perder popularidad entre la ciudadanía, el nuevo Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México cumplió un año de aplicación.
La medida, que nació el 15 de diciembre de 2015 con el objetivo de mejorar la movilidad y reducir muertes por accidentes de tránsito en la capital del país, llevó de la mano otra polémica a cuestas: las fotomultas.
La fórmula de reducir la velocidad y aplicar más multas a quienes exceden los límites mantuvo a Miguel Ángel Mancera y su gobierno en el centro de las críticas durante muchos meses.
Aplicar esta medida tan estricta le costó bajar su aceptación entre la ciudadanía, reconoció hace unas semanas el mandatario local ante expertos en movilidad de diferentes países y de la República Mexicana, que asistieron a la segunda Cumbre de Ciudades Líderes en Movilidad.
De ahí que les recomendó: “si quieren estar muy arriba de las encuestas, mejor no lo implementen. A la gente no le gusta cuando le das reglamentos de tránsito que restringen su movilidad acostumbrada, cuando les dicen que en lugar de 80 kilómetros tienen que circular a 50, por supuesto eso no es popular, pero es indispensable para salvar vidas”.
Ese día Mancera dio a conocer que pese a la inconformidad ciudadana el Reglamento de Tránsito había logrado bajar en un 20 por ciento, aproximadamente, la pérdida de vidas en percances.
Sin embargo, ayer que el secretario de Seguridad Pública local, Hiram Almeida Estrada, dio a conocer el informe a un año de su aplicación, dijo que el homicidio culposo por accidentes de tránsito disminuyó un 16 por ciento respecto al 2015.
Más seguros en el tráfico
Pese a la inconformidad ciudadana y política que ha mantenido el tema, Hiram Almeida
Estrada defendió la estrategia.
De hecho, el secretario de Seguridad Pública hizo estimaciones para alcanzar la reducción de un 18 ó 20 por ciento apenas el año próximo.
“Hoy destacamos la disminución de la ocurrencia de decesos, los homicidios culposos en accidentes de tránsito presentan una disminución de menos 16 por ciento con respecto al año pasado, donde hubo 113 muertes menos, y en el caso de lesiones culposas un menos 3.4 por ciento, con 125 casos menos”, detalló el funcionario.
En cambio las multas por infringir el Reglamento se deja ron sentir entre los capitalinos con un aumento de entre 29 y 20 por ciento, ya que durante el 2016 se levantaron 3 mil 891 infracciones tan sólo por hablar o enviar mensaje por teléfono mientras se está al volante.
Destacó que se pagaron 455 mil 325 multas, a partir de lo cual se generaron 64 millones de pesos que han ingresado a las arcas de la Tesorería.
Cabe mencionar que entre las nuevas multas para los automovilistas destacan los 2 mil 100 a 2 mil 500 pesos por utilizar el celular; de 700 a mil 400 por exceder los límites de velocidad en carriles centrales; de 350 a 2 mil 448 por insultar o golpear a los agentes de tránsito, y hasta 700 pesos por utilizar el claxon con un fin diferente al de evitar un hecho de tránsito.
Durante este primer año de aplicación, las multas más comunes que cometieron los automovilistas fueron por estacionarse en lugar prohibido, vueltas prohibidas y por pasarse la luz del semáforo en rojo; y en el caso de los motociclistas, falta de cinturón y casco.
Efectos colaterales
Cabe recordar que este primer año de aplicación del Reglamento de Tránsito las contingencias ambientales se dispararon en la capital, lo que obligó a endurecer el Hoy No Circula.
En su papel de oposición, el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), basado en advertencias de especialistas de la UNAM y del Instituto Politécnico, acusó que el reglamento disparó los niveles de contaminación debido a las reducciones de velocidad a las que obligó.
De ahí que a lo largo de este año, el Reglamento de Tránsito se convirtió en el tema favorito para el golpeteo politico, pues siempre se exigió transparentar lo obtenido por la empresa Autotraffic, encargada de operar y dar mantenimiento a los equipos y a la que le corresponde el 46 por ciento de lo generado por las multas.
De acuerdo con el contrato, la empresa y el gobierno se habían fijado como objetivo la aplicación de 150 mil multas mensuales a los automovilistas, de los cuales sólo el 54 por ciento de los recursos generados se destinarían al Gobierno de la Ciudad de México.
A un año de la norma, Morena no pudo avanzar con el amparo colectivo para proteger a los miles de capitalinos que se quejaron por las multas excesivas o que incluso, aseguran, no cometieron.
A medio año de la puesta en marcha del Reglamento, Morena sufrió un histórico revés cuando el juzgado Séptimo de Distrito en Materia Administrativa desechó de manera definitiva el amparo, ya que de las 22 mil personas que supuestamente buscaban ampararse en contra de esa norma, sólo 400 personas se presentaron a ratifi car sus firmas.
El resto de los casos no contaban con rúbrica, eran ilegibles o sólo tenían un signo de la letra equis.
A pesar de no triunfar en los tribunales, Morena ganó de otra forma, cuando el jefe de Gobierno capitalino atestiguó la caída de su popularidad por el enojo causado por el reglamento.
