El panorama para las entidades el próximo año será desafiante, sobre todo si se les cierra la llave de los recursos, algo que se prevé podría suceder, pues el secretario de Hacienda fue contundente al decir que los cochinitos de emergencia están flacos porque ese dinero se ha utilizado para enfrentar la crisis.
Si el Gobierno federal sigue utilizando de esta forma los recursos, en el corto plazo no existirán las condiciones para apoyar a los estados.
Carlos Brown, especialista en finanzas públicas, considera que el descontento de los gobernadores es evidente porque los recursos llegaron tarde y bajo ese planteamiento el Paquete Económico 2021 debe ser lo más realista posible para que no se repita la actual situación.
Apretar el cinturón para las entidades
La discusión de que los estados tengan una mayor autonomía fiscal lleva años sobre la mesa, ya que recaudan mucho menos de lo que reciben.
El actual régimen de coordinación entre la federación y los gobiernos subnacionales propicia que las entidades generen solo el 12 por ciento de sus ingresos, en contraste con el 80 por ciento de los recursos que provienen del Estado, de acuerdo con un análisis del IMCO.
Y no solo eso, las localidades no aprovechan sus facultades tributarias, ya que de los 18 impuestos que pueden recaudar, en promedio recuperan seis.
Por ello, los especialistas consultados sugieren que es momento de que los gobiernos locales comiencen a formular reformas fiscales a nivel estatal y municipal en materia de predial, tenencia, e impuesto sobre la nómina.
A nivel nacional, Máximo Jaramillo-Molina, investigador en el programa de Justicia Fiscal en Fundar, manifiesta que una forma en la que el Gobierno federal puede aumentar los ingresos tributarios es atacando ciertos privilegios fiscales.
“El gobierno debe pensar en una recaudación más progresiva y hay varios rubros de donde se podría incrementar, en especial si se mira hacia los beneficios y condonaciones que aún gozan empresas y personas con el mayor poder económico en el país”.
Eclipse electoral
La discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 estará eclipsada por el proceso electoral más grande en la historia del país que dio inicio ayer y que culminará el 6 de junio del año próximo, fecha en que se celebrarán los comicios.
Es por ello, que legisladores de fuerzas opositoras al bloque mayoritario en el Congreso de la Unión y especialistas en finanzas públicas alertan un posible uso electoral en la forma de distribuir los recursos por parte del Gobierno federal.
Erasmo González Robledo, diputado de Morena y presidente de la Comisión de Presupuesto en la Cámara baja, asegura que el Poder Legislativo comparte las prioridades del Gobierno federal que son impulsar acciones concretas para enfrentar la pandemia por COVID-19 y sus consecuencias, además de impulsar los programas sociales.
El legislador jalisciense insiste en que el análisis del PPEF deberá ser muy apegado a la realidad económica por la que atraviesa el país.
“Los programas sociales pueden generar un agotamiento de recursos que no permitan darles continuidad o sustentabilidad por sí mismos. Tiene que haber un incremento en la productividad y una recuperación de empleos”, menciona.
El experto en finanzas públicas, Carlos Brown, apunta que en los periodos electorales las administraciones federales aumentan los recursos para sus proyectos sociales con mayor alcance.
“Los programas de subsidios tienden a aumentar cada año electoral, pasó con “Prospera” en 2015, con “Oportunidades” en 2011-2012, entonces hay que ver cuáles son las prioridades de este presupuesto”, comenta.
Los alcances de la austeridad
Derivado de la crisis económica ocasionada por el COVID-19, la administración federal extendió su política de austeridad al recortar el presupuesto a entidades gubernamentales hasta en un 70 por ciento y eliminar 10 subsecretarías de Estado.
Ante la reducción en sus ingresos, se prevé que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador refuerce sus ajustes presupuestarios para el siguiente año.
Brown opina que profundizar la austeridad o eliminar áreas estratégicas como en el caso de las subsecretarías debilita los servicios públicos que ofrece el Poder Ejecutivo, trayendo consecuencias directas para la ciudadanía.
“Un punto importante es revisar cómo se va a manifestar esta última ola de la austeridad republicana y si va a ser permanente. Es decir, si más allá de un recorte, como se planteó en las circulares de los últimos meses, se va a volver algo estructural desde la aprobación del presupuesto”, agrega el especialista.