Cede PRI con fiscal
El Frente opositor logró ayer su primer triunfo al doblar al PRI y obligarlo a procesar lo antes posible la iniciativa presidencial para frenar el pase automático de Raúl Cervantes de la Procuraduría General de la República (PGR) a la Fiscalía General de la República (FGR).
Tras el fracaso del PRI para obtener los votos necesarios para instalar la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, que le corresponde presidir, anoche el coordinador de los diputados del tricolor pidió a su homólogo en el Senado dar cauce a esa iniciativa para destrabar el conflicto.
Imelda García
El Frente opositor logró ayer su primer triunfo al doblar al PRI y obligarlo a procesar lo antes posible la iniciativa presidencial para frenar el pase automático de Raúl Cervantes de la Procuraduría General de la República (PGR) a la Fiscalía General de la República (FGR).
Tras el fracaso del PRI para obtener los votos necesarios para instalar la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, que le corresponde presidir, anoche el coordinador de los diputados del tricolor pidió a su homólogo en el Senado dar cauce a esa iniciativa para destrabar el conflicto.
“Queremos, de manera respetuosa (…) instar a la Cámara de Senadores, en la persona de Emilio Gamboa Patrón, para que estudie, se discuta la iniciativa del presidente Enrique Peña en la que de manera categórica el presidente pide evitar el pase automático”, pidió César Camacho a Gamboa.
Los priistas pidieron al Frente tener seriedad y esperar los tiempos, pues el cambio legal no sucederá de forma automática.
La eliminación del artículo 16 transitorio de la reforma político electoral, que entró en vigor en febrero del 2014, tendrá que pasar por el Senado, a donde la envió el presidente Peña Nieto; por la Cámara de Diputados; y por la mitad más uno de los congresos estatales, para que tenga vigencia.
La postura irreductible del frente opositor, conformado por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano, obligó al PRI a dar celeridad a un asunto que ni siquiera figuraba como tema central en su agenda legislativa.
Anoche, la Cámara de Diputados estaba en el peor impasse de su historia.
El PRI y sus aliados – el PVEM, Nueva Alianza y el PES- no lograron obtener los votos necesarios para instalar la Mesa Directiva de la Cámara baja, que le corresponde presidir al tricolor.
Estas bancadas consiguieron 257 votos; el PAN, el PRD, MC y Morena –quien también votó en contra, aunque no forma parte del Frente- tuvieron 209 votos; hubo dos abstenciones.
Para nombrar a la Mesa Directiva son necesarios los votos de las dos terceras partes de los legisladores presentes.
Al momento de la votación de ayer estaban en el Salón de Plenos 468 legisladores, por lo que eran necesarios 312 votos para conseguir que el priista Jorge Carlos Ramírez Marín se convirtiera en presidente de la Cámara baja.
Para dar más tiempo de tener acuerdos, los diputados acordaron declarar un receso en la sesión de este martes y detener el llamado “reloj legislativo” para que cuando se reanuden los trabajos continúe la sesión interrumpida este martes.
Los coordinadores parlamentarios acordaron continuar con las negociaciones este miércoles y reanudar el jueves.
Y aunque el calendario marcará que es 7 de septiembre, en el mundo de los diputados seguirá siendo 5 de septiembre, pues será la sesión que no concluyeron el martes. Es decir, estarán dentro del plazo legal para nombrar a la Mesa Directiva –que vencía ayer a medianoche-.
La votación del bloque conformado por el PAN, el PRD y MC –que ayer mismo registraron su Frente opositor ante el Instituto Nacional Electoral- fue la primera muestra de la presión que ejercerán de aquí hasta la elección del 2018.
El argumento para no dar sus votos a favor de la conformación de la Mesa Directiva es que no permitirán el pase automático de Raúl Cervantes de la PGR a la FGR.
Cambiarán su postura, dijeron, cuando el Senado dé paso a la iniciativa que les envió el presidente Enrique Peña Nieto para eliminar el pase automático de la PGR al FGR y que se encuentra congelada en comisiones desde noviembre pasado.
El PRI ha dado muestras de que esto ocurrirá. Ayer mismo, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, llamó al Senado a destrabar la iniciativa presidencial.
“Yo creo que es muy simple. Que asuman la responsabilidad que tienen, que la discutan, esa iniciativa del presidente y se quitan de todo del alegato que han venido generando en los últimos días, semanas”, afirmó Osorio Chong, dando luz sobre el camino que tendrá la solución.
Ese camino se concretó anoche, cuando en presencia del presidente nacional de su partido, Enrique Ochoa, el coordinador de los senadores priistas, Emilio Gamboa, se comprometió a iniciar el estudio de la iniciativa presidencial cuanto antes.
‘La película del 2018’
La crisis en la Cámara de Diputados es un vistazo a lo que será el proceso electoral del 2018.
Jorge Carlos Ramírez Marín, el diputado priista nominado para ser el nuevo presidente de la Cámara baja, sostuvo que el ambiente electoral llegó así al Congreso de la Unión.
“Más allá del fiscal, más allá de la Mesa Directiva, ésta –amigos– es la película de 2018. El problema es que en el 2017 a la Cámara de Diputados se le atraviesa un período ordinario con muchísimas cosas qué resolver, con muchísimo trabajo que desahogar”, dijo en tribuna.
El bloque opositor se aferró a su postura sobre el pase del procurador, afirmando que se trata de una estrategia para tener impunidad en los próximos 9 años.
Morena votó en contra de la instalación de la Mesa Directiva, pero llamó a quienes hoy conforman el bloque opositor a aceptar su responsabilidad en lo que ocurre en el país.
El PAN, el PRD y MC no han aclarado si la conformación del frente opositor abarcará toda su labor legislativa o solo la postura sobre el tema que defienden en la Cámara de Diputados.
A la cacería de votos
Ayer en la Cámara de Diputados el ir y venir de los legisladores tenía un solo propósito: tratar de conseguir los votos para aprobar –o no- la instalación de la Mesa Directiva.
El PRI tuvo acercamientos con diputados de las bancadas del bloque opositor para tratar de convencerlos de que votaran a favor o de que se ausentaran durante la votación, pues eran necesarias las dos terceras partes de los sufragios de los legisladores presentes.
Así, al bajar el número de diputados presentes, disminuirían también los votos necesarios; además, les evitarían votar en contra de su partido y evidenciar su sufragio públicamente.
El bloque opositor acusó que el tricolor estaba intentando comprar los votos de algunos de sus diputados.
El PRI negó las acusaciones y pidió que si tienen pruebas, las lleven ante las autoridades.
Aunque en un principio la bancada de Morena dejó ver que votaría en abstención, por la mañana se sentó a la mesa con el bloque del PAN, el PRD y MC y ahí dejó claro que no sería rehén de Ricardo Anaya ni del PAN, por lo que era importante cumplir con su obligación.
Minutos después, Rocío Nahle, coordinadora de Morena, acudió a una reunión en la Junta de Coordinación Política, con el PRI y sus aliados, y ahí apoyó la propuesta de llevar a votación del pleno el tema de la Mesa Directiva.
“Nosotros vamos a actuar lo correcto. No vamos a ser rehenes del PAN, eso sí que quede bien claro”, lanzó a mediodía Rocío Nahle.
A pesar de que Nahle nunca habló sobre el sentido de su voto, el PRI confiaba en que Morena votaría con sus 48 diputados a favor de la instalación de la Mesa Directiva.
Sin embargo, la bancada tuvo que reconsiderar su postura al analizar el costo político que tendría apoyar al PRI en la instalación de la Mesa Directiva, por lo que en la votación en el pleno fueron en contra, al igual que el bloque opositor.