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¡Fundidos!

Las tomas clandestinas de electricidad por parte de empresas y particulares, la política del no pago y el costo de los insumos para producir la energía eléctrica basada en el combustóleo, han hecho que la luz en México sea 30 por ciento más cara, en promedio, que en cualquier otra parte del mundo.

Las cifras oficiales admiten que los costos por las ineficiencias de la CFE en la generación eléctrica, y el uso de los diablitos para robar energía a través del medidor y quienes se “cuelgan” de los cables, impactan al 22 por ciento de su operación.

22%
De la operación de la CFE significan las tomas ilegales de electricidad
Tanto el presidente Enrique Peña Nieto como diversos legisladores y empresarios auguran que el precio de la electricidad bajará entre 25 y 30 % a partir del 2015
La nueva legislación abre las puertas a otras empresas para acabar con el monopolio de la CFE en la distribución
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Las tomas clandestinas de electricidad por parte de empresas y particulares, la política del no pago y el costo de los insumos para producir la energía eléctrica basada en el combustóleo, han hecho que la luz en México sea 30 por ciento más cara, en promedio, que en cualquier otra parte del mundo.

Las cifras oficiales admiten que los costos por las ineficiencias de la CFE en la generación eléctrica, y el uso de los diablitos para robar energía a través del medidor y quienes se “cuelgan” de los cables, impactan al 22 por ciento de su operación.

A ello se suma el esquema recaudatorio de la Secretaría de Hacienda, que retira todas las utilidades de la CFE sin dejar margen para reinversiones y mantenimiento de sistemas. 

Esto ha logrado que el pasivo total del organismo sea dos veces más que su patrimonio total, como lo reconoce la Secretaría de Energía.

Una consecuencia es que a partir del 2007 el valor del patrimonio de la CFE iniciara su caída, de 450 mil millones de pesos, a 239 mil millones en 2012, anticipando un saldo negativo para este año.

Según especialistas, a los problemas anteriores se agrega la tenencia de la tierra y los derechos de paso que encarecen el precio de la energía eléctrica.

Las cifras del INEGI muestran que el gobierno ha incrementado el precio de la luz a la industria por arriba de la inflación.

El precio promedio a nivel nacional del kilowatt-hora (kWh) de 1999 al 2012 registró un incremento de 260 por ciento, contra 82 por ciento de aumento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en el mismo lapso.

Las tarifas para la mediana empresa, en ese periodo, pasaron de 52.28 centavos el kWh a 164.66 centavos.

Es decir, un incremento de 214 por ciento, 2.6 veces el nivel general de precios de la economía mexicana.

En el servicio doméstico, el incremento en la tarifa eléctrica fue de 1.7 veces la inflación.

La situación no cambia si lo comparamos con las tarifas que se cobran en otros países.

En los últimos 10 años las tarifas industriales pasaron de 0.06 dólares por kilowatt-hora en 2003 a 0.12 dólares kilowatt-hora en 2013, un 86 por ciento más caras que en Estados Unidos o Asia.

Con respecto a los países que integran la OCDE y de la cual México es miembro, las tarifas residenciales e industriales de México están por encima de esas naciones.

Es decir, de ser 10 por ciento más caras en 1998, se encarecieron 44 por ciento más el año pasado respecto a esos países.

> 52.28 a 164.66 centavos por kWh
Incremento tarifas en 12 años

> 260%
Aumento del costo del kWh de 1999 al 2012

> 214%
Aumentaron las tarifas industriales

> 86% 
más altas las tarifas que en Estados Unidos o Asia

> 44%
Más caras que los países de la OCDE

> 36
millones De clientes tiene la CFE al cierre de 2012

¿Bajará las tarifas?

La gran duda es si realmente se verán reducidas las tarifas con la entrada de más empresas al sector, como lo plantea la nueva Ley de la Industria Eléctrica.

La nueva legislación abre las puertas a otras empresas para acabar con el monopolio de la CFE en la distribución de electricidad.

Sin embargo esto no significa –o no se ha aclarado aún totalmente– que la industria y el comercio ya no tendrán subvenciones, pues entrarán al mercado de la oferta y la demanda.

Según afirma el Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C. (CIDAC) mantener tarifas residenciales artificiales implica un lastre para los consumidores industriales y comerciales e incentiva patrones de consumo ineficientes entre la población.

Competencia como solución  

La apuesta del gobierno para que bajen los precios de la energía eléctrica es la competencia.

Tanto el presidente Enrique Peña Nieto como diversos legisladores y empresarios auguran que el precio de la electricidad bajará entre 25 y 30 por ciento a partir del 2015.

Según el senador David Penchyna, artífice de la Reforma Energética, “con más competencia la luz será más barata”.

Ejemplificó que la competencia en el mercado eléctrico redujo los precios 29 por ciento en Argentina, 30 por ciento en Chile y 10 por ciento en Perú.

Pero no todos piensan lo mismo, para el legislador perredista Armando Ríos Piter, “el mercado por sí mismo no nos va a dar mejores tarifas”.

La calificadora Merrill Lynch asegura que la electricidad en México sigue siendo el talón de Aquiles, sobre todo para el sector manufacturero.

El costo político

Para algunos especialistas la principal motivación que tiene el gobierno al mantener el régimen de subsidios generalizados, es evitar el costo político.

Para algunos especialistas los costos de los energéticos deben bajar, ya que están fuera de mercado. 

Sin embargo, en caso de desaparecer el subsidio residencial, un alto porcentaje de usuarios no podrían pagar la energía eléctrica.

Al cierre del 2012 la Comisión Federal de Electricidad (CFE) contaba con casi 36 millones de clientes, y de acuerdo con sus estimaciones, estos crecerán anualmente en un millón en los próximos años.

Lo cierto es que muchos de estos se encuentran concentrados en sectores específicos.

El sector industrial representa 58 por ciento de los ingresos por ventas de la paraestatal, pese a que solo equivale a 0.7 por ciento de los consumidores.

Por su parte, el consumo doméstico, que aporta 25 por ciento de los ingresos, concentra 88.4 por ciento de los compradores.

¿Sí o No al subsidio?

El aprobar o reprobar el subsidio a la energía eléctrica ha sido tema de debate en las leyes secundarias de la Reforma Energética. Un día dicen que sí y otro que no. Hasta ahora parece que continuarán subsidiando las altas tarifas que tienen que enfrentar los mexicanos para mantener la casa alumbrada, o amainar el frío o el calor. Aquí los puntos más álgidos del debate legislativo.

> 11 de julio
La bancada del PAN propone una adición al artículo 139 de la Ley de la Industria Eléctrica, la cual obligaba al ejecutivo federal a diseñar una estrategia para sustituir los subsidios generalizados, por apoyos focalizados.

> 19 de julio
Se aprueba en lo general el proyecto de Ley de Industria Eléctrica pero se omite el tercer párrafo del artículo 139 sobre los subsidios. «Estamos retirando por completo todo lo que tiene que ver con subsidio porque es una facultad constitucional del Ejecutivo. No desaparecen los subsidios y se mantendrán hasta que los costos bajen», explicó el senador panista Jorge Luis Lavalle.

> 20 de julio
Jorge Luis Preciado, coordinador de los senadores del PAN, defendió la reforma y aclaró que se trataba de una confusión, la nueva Ley no quitará los subsidios sino hasta que bajen los precios. “No se mueve ningún subsidio hasta que no baje la electricidad”, dijo.

Según sea el sapo…

A la fecha existen en México 43 tarifas distintas para el suministro y venta de energía eléctrica clasificadas de acuerdo con su uso y su nivel de tensión.

El esquema tarifario eléctrico que controla la Secretaría de Hacienda ha privilegiado los subsidios cruzados y tanto las industrias, como los comercios, pagan buena parte del costo de llevar la electricidad a los hogares.

Salvo por los consumidores residenciales que están dentro de la “Tarifa de Alto Consumo”, el resto de los hogares, así como la industria agrícola y la industria de los servicios, tienen un subsidio al precio de la electricidad.

El modelo actual permite que los usuarios residenciales obtengan subsidios de entre 50 y 90 por ciento sobre el costo que tiene producirlo para la CFE.

Este esquema ha generado incentivos perversos por el consumo excesivo, pues un microempresario con su tienda de abarrotes paga de luz por sus refrigeradores el mismo costo que un joven universitario de la colonia Condesa en la Ciudad de México, de clase media alta, por usar electricidad.

Lo que significa, según afirma el CIDAC, que el actual modelo de subsidios a las tarifas eléctricas se sostiene por el sobrecosto de 5 al 11 por ciento de la electricidad que pagan los industriales y comerciantes.

Los problemas tarifarios y de subsidios, junto con la estructura ineficiente de monopolio, ha repercutido enormemente en las finanzas de la CFE.

El subsidio ha hecho que los ingresos por tarifas no logren compensar los subsidios implícitos en la tarifa, e impacten en el patrimonio de la empresa.

“Absorber una diferencia negativa entre el costo y el precio de venta va mermando el patrimonio de cualquier empresa, y en el caso de la CFE no es la excepción”, señala el CIDAC.

Y concluye con la duda sobre si el gobierno va a corregir el problema o simplemente va a financiar a una empresa quebrada, como sucedió por casi 15 años con la extinta Luz y Fuerza del Centro.

Ley de la Industria Eléctrica

Los puntos medulares: 

> La nueva propuesta considera a la industria eléctrica una utilidad pública, por lo que procederá ocupación y afectación superficial o la constitución de servidumbre necesaria para asegurar el servicio de transmisión y distribución de energía eléctrica.

> Los propietarios de las tierras ocupadas por infraestructura eléctrica tendrán derecho a ser remunerados por los inversionistas.

> La negociación de dichas contraprestaciones, así como los  términos y condiciones para el uso, goce o afectación de las tierras, serán entre los inversionistas y los propietarios interesados.

> Se introduce la figura de testigos sociales, quienes darán fe a los contratos relevantes o de alto impacto. Los testigos darán recomendaciones, su testimonio y tendrán que dar aviso de las irregularidades a los órganos internos de control.

> Elimina la fuerza laboral y la adquisición de bienes o servicios como forma de contraprestación. Pero se podrá proponer al propietario y a los miembros de la localidad la adquisición de bienes, insumos y servicios abdicados cuando sea compatible con el proyecto.

CFE seguirá preponderante

Durante los debates y resoluciones sobre la Reforma Energética se especuló que se eliminarían los subsidios a las tarifas eléctricas. 

Esto inmediatamente causó sobresalto en la opinión pública ya que, aún cuando supuestamente están subvencionadas, son un mínimo de 30 por ciento más caras que otros países y tratándose de tarifas industriales las superan en más de 80 por ciento. 

Ante la reacción de la opinión pública el Senado dio marcha atrás en su intención de la eliminación del subsidio generalizado en las tarifas de energía eléctrica.

Después de negar que fuera la intención eliminar la ayuda del gobierno sobre los costos de la producción, y con  92 votos a favor y 27 en contra, los senadores aprobaron en lo general la Ley de la Industria Eléctrica, y en el terreno de subsidios propusieron crear uno solamente para los consumidores de bajos recursos, eliminando a los que corresponden a entidades geográficas con climas inclementes ya sea de frío o calor. 

El dictamen de la Cámara de Diputados mantiene el subsidio a las tarifas eléctricas y se reconoce que este tema es facultad exclusiva del Ejecutivo Federal. 

En cambio, para reducir los costos de producción de la energía, propusieron y aprobaron castigos significativos por el robo de energía eléctrica mediante “diablitos” y la alteración de medidores y que los usuarios se “cuelguen” de los cables.

Según quedó establecido en la resolución, se impondrán multas de hasta 3.3 millones de pesos a quien impida la medición y obligará a los usuarios a pagar el triple de la energía eléctrica robada.

El segundo dictamen de secundarias se incluye castigar a políticos y líderes sindicales que tomen ventaja para  aprovechar el nuevo mercado libre de la industria eléctrica. 

Además, el Senado y la Cámara de Diputados eliminaron la figura de expropiación de terrenos que requiera la industria eléctrica y en cambio creó un sistema de “conciliación”.

Se subraya que las contraprestaciones, términos y condiciones para el uso, goce o afectación de terrenos, bienes o derechos para estas ocupaciones, serán negociados por los propietarios y los interesados.

La modificación al artículo 74 establece que los titulares de los terrenos tendrán derecho a que la prestación cubra compromisos para ejecutar proyectos de desarrollo en beneficio de la localidad afectada.

Sobre la competencia que las industrias privadas interesadas presenten a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se aclaró que esta como paraestatal seguirá siendo preponderante en la industria eléctrica nacional; ofrecerá el servicio eléctrico bajo tarifas reguladas, y se mantendrá como surtidor de energía para los usuarios pequeños y medianos de tipo residencial, comercial e industrial.

El dictamen precisa que el gobierno federal promoverá la electrificación de comunidades rurales y zonas urbanas marginadas, y la Sener establecerá y supervisará la administración de un Fondo de Servicio Universal Eléctrico.

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