En Monterrey ganó el carisma de la panista Margarita Arellanes, pero también triunfó la estructura albiazul sobre el mito electoral que hasta ayer simbolizaba el priista Felipe Enríquez, compadre del virtual Presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Hasta la media noche, el conteo del sistema preliminar de resultados de la Comisión Estatal Electoral, con un 92.59% de las actas computadas, indicó un resultado muy similar al de hace tres años.
La panista Margarita Arellanes con un 52.15% y Felipe Enríquez del PRI con un 34.36%.
En 2009, el panista Fernando Larrazabal obtuvo el 54.1% y el priista Abel Guerra el 39.4%.
Así que nuevamente, la estructura electoral panista fue mejor que la del considerado hasta ayer primer operador electoral priista de Nuevo León, Felipe Enríquez.
Y es que no sólo la red azul movilizó más votantes en los sectores populares, sino repitió la dosis que aplicó en la elección del 2009: neutralizó la operación tricolor.
Arellanes será la próxima alcaldesa de Monterrey, la primera en la historia de este municipio, pero tendrá como su principal reto la de deslindarse de la neocúpula panista encabezada por el ex alcalde Fernando Larrazabal.
Por su parte, Felipe Enríquez no sólo perdió la oportunidad de gobernar la capital del estado, sino que prácticamente este descalabro electoral lo excluye de la carrera por la gubernatura de Nuevo León en el 2015.
Anoche, Arellanes se proclamó ganadora de la contienda electoral regiomontana, pero en el transcurso del día la aspirante y su equipo de campaña derrochó confianza en conseguir la victoria electoral.
La ex delegada de la Sedesol en Nuevo León dijo que en caso de confirmar la tendencia favorable, en lo primero que se enfocará será en atender el tema de seguridad desde su primer día de gobierno.
En el sector de la Alianza y San Bernabé, bastiones priistas, el PAN movilizó principalmente en la mañana una gran cantidad de votantes gracias a la operación de lideresas que antes hacían este trabajo para el PRI, pero que ahora operan para la neocúpula panista.
Esta red fue la misma que en el 2009 llevó al panista Fernando Larrazabal a ganarle al priista Abel Guerra, maquinaria que ahora el ex edil panista puso al servicio de Arellanes, a pesar de que originalmente no era su propuesta de candidata.
La reputación y los antecedentes de Enríquez terminaron de sepultar las aspiraciones del ex diputado federal.
Hace dos meses, Reporte Indigo lo bautizó como el compadre incómodo del presidenciable Enrique Peña Nieto, por su fortuna inexplicable.
Pero esta riqueza y la revelación de su nuevo proyecto Punta Piedra, en Tulúm Quintana Roo, tan solo fue el inicio de su caída en las encuestas y de la desesperación del PRI.
Ayer, cerca de las 21:30 horas, un desilusionado Enríquez aceptó que las tendencias no le favorecían y adelantó que entregará sus propuestas de gobierno a la candidata del PAN, Margarita Arellanes.
Felipe Enríquez sumó un fracaso en su vida política, aunque operó con éxito en Quintana Roo, Yucatán y Nayarit, pero en esos estados no como candidato.
Posiblemente, el compadre de Felipe Enríquez, Enrique Peña Nieto, le ofrezca un puesto federal.
Buscaron amedrentar a electores en el poniente
Por César Cepeda y Roberta Carrillo
El robo de dos urnas cometido por un presunto comando armado empañó lo que pintaba en Monterrey para ser una jornada electoral tranquila.
El robo de las boletas electorales se presentó en el norponiente de la ciudad, donde hombres armados sustrajo dos urnas de la votación federal de la casilla 1513, en la colonia Paso del Águila.
Según testigos, el comando armado irrumpió en la casilla localizada en una vivienda marcada con el 5444 de la calle Ramírez y se llevó las urnas para la elección de Presidente y de Senadores.
“Entraron armados y se llevaron las urnas. Bajaron de dos camionetas. Lo único que hicimos fue correr”, contó una vecina de esta colonia.
El robo provocó una gran movilización de elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones, policías de Fuerza Civil y de agentes de la PGR adscritos a la Fepade.
Hasta antes de eso la queja general había sido la apertura tardía de casillas y reportes de movilización tanto del PRI como el PAN.
“Tengo una hora y no he podido votar”, se quejó un votante en la casilla 1488 en la colonia Elías Calles.
También hubo mensajes de texto que avisaban de supuestas balaceras y presencia de hombres armados. Incluso electores de Monterrey, principalmente del sector de Cumbres, recibieron en sus teléfonos celulares mensajes de texto donde les advertían de supuestas balaceras en esta zona en las casillas de votación.
La Policía Regia detuvo a una mujer acusada de comprar votos a cambio de 500 pesos en la colonia Narvarte.
En la zona norte de Monterrey el PRI instaló su centro de operaciones en el Casino Romano, donde se detectó movilización de operadores tricolores en este establecimiento.