Gana mando civil en el Senado
En la Cámara alta hubo humo blanco para la creación de la Guardia Nacional, en una negociación atípica, todos los partidos votaron por unanimidad que el nuevo cuerpo policiaco no tuviera dirección militar
Imelda GarcíaLa Oposición endureció su postura contra el modelo de Guardia Nacional promovido por Morena, y ayer el partido oficial tuvo que ceder en el Congreso de la Unión para quitar las referencias militares y convertirla en un cuerpo civil.
Ahora deberán enfrentar la aduana de la Cámara de Diputados donde, desde este mismo instante, se han pronunciado contra los cambios implementados.
En el Senado, los ajustes constitucionales para la creación de la Guardia Nacional fueron votados por unanimidad, luego de un acuerdo de todas las bancadas; aprobados por 127 votos a favor, cero abstenciones y cero en contra.
Incluso, las voces de la sociedad civil que denunciaban un intento de militarizar al país, se dijeron complacidas con el rumbo que tomó el dictamen final, aunque también alertaron sobre el riesgo de que los militares continúen en las tareas de seguridad durante los próximos cinco años, mientras se consolida la Guardia Nacional.
Sin embargo, aunque ya se echaban las campanas al vuelo en el Congreso, desde Palacio Nacional el presidente Andrés Manuel López Obrador criticaba que se hubiera quitado a la Guardia Nacional el mando militar y se conformara un cuerpo civil.
“Ya nosotros hemos dicho que necesitamos el apoyo del Ejército y de la Marina para enfrentar el grave problema de la inseguridad y de la violencia.
“No queremos ser simuladores. No vamos a aceptar leyes que no resuelven el problema, no queremos una reedición de la Policía Federal que no funcionó”, sentenció López Obrador, al saber que en el Senado ya se daba a conocer el acuerdo entre todas las bancadas.
La conciliación en la Cámara alta fue lograda gracias a la participación de Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, quien ha tenido ya varias desavenencias con el presidente López Obrador por temas legislativos.
Uno de los momentos más tensos entre ambos fue cuando Monreal presentó una iniciativa para modificar las leyes que regulan las comisiones bancarias; el presidente López Obrador tuvo que hablar públicamente sobre el tema, diciendo que su gobierno no permitiría que una iniciativa así se aprobara.
A pesar de las declaraciones del presidente en su conferencia matutina, Monreal mantuvo su postura y el acuerdo permaneció, por lo que la creación de la Guardia Nacional se aprobó por unanimidad.
“Por México, vale la pena”, expresó Monreal al terminar su exposición en tribuna.
Ahora, los cambios constitucionales deberán regresar a la Cámara de Diputados, donde la bancada de Morena ya mostró el respaldo que tienen hacia la postura del titular del Ejecutivo.
“El dictamen parece ser que elimina toda la participación militar. A mí, personalmente, me preocuparía que la disciplina que estaba dentro de nuestro dictamen para hacer la policía militarizada, para que los mejores valores del Ejército, como la honestidad, la lealtad, el patriotismo y la férrea disciplina, fueran parte de la Guardia Nacional”, expuso Mario Delgado, coordinador de los diputados de Morena en la Cámara baja.
Así, el triunfo de la Oposición y los grupos de la sociedad civil que se mostraron contra la militarización puede ser flor de un día. La próxima semana se sabrá si los diputados los avalan o si se rechaza la propuesta, un escenario en el que se tendría que establecer un nuevo acuerdo político.
Cambios de fondo
Los senadores acordaron una serie de cambios al dictamen de la Guardia Nacional que los congresistas de Morena habían impuesto esta misma semana en comisiones.
En ese dictamen se regresaba el poder militar al cuerpo de seguridad y se desconocían los cambios hechos por la Cámara de Diputados en enero pasado.
Los coordinadores parlamentarios decidieron negociar personalmente esta semana y modificaron el dictamen, al cual calificaron como un acuerdo histórico.
Quedó establecido que la Guardia Nacional sería un cuerpo con mando civil, adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública. Incluso, uno de los requisitos para pertenecer a los órganos directivos tendría que ser no formar parte de las Fuerzas Armadas del país.
De acuerdo a lo aprobado en el Senado, se eliminó la Junta de Jefes del Estado Mayor que se planteaba en la propuesta original, en la que quedaba el mando militar de la Guardia Nacional.
Asimismo, se acordó una temporalidad de cinco años, mientras se consolida la conformación del nuevo cuerpo de seguridad, para que las Fuerzas Armadas participen en tareas de seguridad pública bajo el mando del presidente de la República, pero con “parámetros de convencionalidad”.
Esto significa que tendrán que ajustarse a los tratados internacionales y este control deberá ser normado, subordinado, complementario y fiscalizado.
El dictamen anterior no tenía ningún control por parte de otro poder; ahora, el Senado analizará y aprobará los informes de la Guardia Nacional y habrá mecanismos para la evaluación de los elementos.
Los senadores aprobaron que se dé un plazo para establecer las tres leyes que acompañarán a la labor del nuevo cuerpo armado: la Ley de la Guardia Nacional; la Ley Nacional del Uso de la Fuerza; y la Ley Nacional del Registro de Detenciones.
Se eliminaron también las reformas al artículo 13 en el que se decía que los miembros de la Guardia quedarían adscritos a la jurisdicción militar, por lo que gozaban de una especie de fuero militar.
Se eliminaron también las reformas al artículo 13 en el que se decía que los miembros de la Guardia quedarían adscritos a la jurisdicción militar, por lo que gozaban de una especie de fuero militar.
Presumen logro
Los senadores afirmaron que la de ayer fue una jornada histórica en la que todas las partes aportaron y cedieron para construir una propuesta que diera un instrumento de combate a la inseguridad, pero que garantice el respeto a los derechos humanos.
Ricardo Monreal celebró que con este dictamen sí se avanzará hacia una desmilitarización paulatina en el país, pues la Guardia Nacional será civil.
“El regreso paulatino de la autoridad militar a sus cuarteles será proporcional al resultado del plan de acción de fuerzas civiles altamente capacitadas para las tareas de seguridad pública, situación que hoy es muy difícil. Es por esto que se requiere que las Fuerzas Armadas proporcionen los servicios de educación, capacitación y profesionalización”, expuso Monreal, quien pidió que ningún partido se anotara el triunfo como propio.
Por su parte, Clemente Castañeda, senador por Movimiento Ciudadano, reprochó la postura del presidente sobre la Guardia Civil.
“No sorprende, pero sí comienza a cansar la postura de esta mañana del presidente de la República, porque mientras aquí hacíamos un pacto de Estado, generábamos consensos para enfrentar el problema más grave que tiene el país, que es el de la inseguridad, desde Palacio Nacional parece que se ningunea el ejercicio legislativo e incluso se presiona a la Oposición”.