A pesar de que fue una medida votada por varias fuerzas políticas, es el PRI quien deberá pagar los platos rotos por el gasolinazo.
El tricolor y el Gobierno federal se han quedado solos para enfrentar la inconformidad y el descontento de la población.
Incluso, el PRI se ha dividido. Personajes como el senador Patricio Martínez, de Chihuahua, o Claudia Pavlovich,gobernadora de Sonora, han expresado su descontento por el gasolinazo.
La oposición también ha sido clara no solo en rechazar el aumento a los combustibles, sino en intentar deslindarse de las decisiones que tomaron en meses pasados acompañando al partido en el poder, y que ahora han complicado la situación en el país.
Algunas fuerzas políticas, como el PRD y Morena, incluso han llamado a movilizaciones contra el gasolinazo; otros, como el PAN, se han limitado a proponer que se cambie el esquema fiscal de los combustibles.
Hoy, el Gobierno federal deberá hacer frente también a los gobernadores, quienes se reunirán con José Antonio Meade, el secretario de Hacienda, para expresarle su inconformidad con la medida.
Mientras la cúpula política del país discute sobre quién es responsable y da discursos –pero no toma decisiones- sobre lo que puede hacerse, las protestas en las calles, carreteras y plazas públicas van en aumento. Los saqueos se han extendido a varias partes del país y en redes sociales cunden los mensajes contra el Gobierno federal.
Los dos frentes que debe afrontar la Administración del presidente Enrique Peña Nieto, el político y el ciudadano, han colocado a su Gobierno en una crisis que ha superado todas las anteriores. Y lo hará acompañado solo de su partido… o de una parte de él.
Nadie lo vio venir
Las escenas de personas protestando a lo largo y ancho del país han ido aumentando conforme pasan los días.
Ni las constantes explicaciones del Gobierno federal, ni las advertencias de algunas autoridades han logrado inhibir las manifestaciones contra el gasolinazo.
La semana pasada, ante las protestas de transportistas, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, dirigida por Gerardo Ruiz Esparza, amenazó con sancionar a quienes participen en los bloqueos o protestas y con ello dejen de dar el servicio o impidan que otros lo brinden.
En su mensaje, que también compartió vía Twitter, el secretario advirtió que la SCT podría revocar los permisos para operar.
Aun así, los transportistas continuaron protestando. El aumento en el precio de la gasolina les pega de forma directa.
Tampoco frenaron las protestas todas las explicaciones que se dieron desde la Presidencia de la República sobre la necesidad de aumentar el precio de la gasolina a cambio de no sacrificar los programas sociales.
En los partidos de Oposición comienzan a tener claro que la factura por el gasolinazo será muy cara y podría ser cobrada en las urnas. Por eso, han dejado solo al Gobierno federal y su partido, a pesar de que en el Congreso de la Unión fue donde se dio el visto bueno a esta medida.
El propio presidente Enrique Peña Nieto acusó que hay quien intenta sacar beneficio político de la crisis.
“Veo a los partidos políticos queriendo encontrar culpas entre unos y otros por esta medida. Veo a partidos políticos y a algunas organizaciones queriendo tomar ventaja y aprovechar esta coyuntura y queriendo encontrar culpables”, lanzó el primer mandatario el pasado viernes.
Miguel Barbosa, coordinador de los senadores del PRD, reconoció que no tuvieron el cuidado de ver todas las implicaciones que tenía aprobar la Ley de Ingresos y otras normas del Paquete Económico 2017, donde se incluía la liberalización del mercado de combustibles; pero responsabilizó al Gobierno federal.
“Respecto a la aprobación del Paquete de Ingresos 2017, el Congreso de la Unión debe reconocer que se equivocó, debe enmendar al aprobar el adelanto en el proceso de liberalización de los precios de las gasolinas.
“La propuesta enviada por Ejecutivo no contenía todos los posibles efectos de adelanto de la liberalización y el Congreso no fue capaz de incluir medidas correctivas en la mencionada Ley de Ingresos”, acusó.
Desde el PAN han defendido su voto a favor de la reforma energética y han culpado al presidente Peña Nieto de hacer una mala administración de los recursos económicos.
“Nosotros queremos señalar que a diferencia de lo que comentó el Presidente Peña Nieto, nosotros aparte de ser sensibles y estar de acuerdo con la gente con su molestia, nosotros estamos convencidos que sí podemos actuar. No se vale solamente hacer la mención de que somos sensibles y no hacer nada y cruzarnos de brazos”, lanzó la diputada Alejandra Gutiérrez.
El PRI, dividido
La inconformidad por el aumento en el precio de la gasolina no está solo en la Oposición, sino al interior del propio PRI.
En el partido en el poder también se han expresado voces contra la medida.
La gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, adelantó desde el 2 de enero que este lunes plantearía ante la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) su inconformidad por el precio de los combustibles.
“Es indispensable tomar en cuenta el sentir de la ciudadanía y que se establezcan los conductos de diálogo que permitan contar con información correcta y suficiente y se realicen las tareas necesarias para atender a los ciudadanos”, dio a conocer Pavlovich en un comunicado.
Aristóteles Sandoval, gobernador de Jalisco, también ha expresado su rechazo contra la medida.
“El aumento en combustibles indigna, la gente tiene razón: no es justo. Me solidarizo con cada familia, comparto su indignación y enojo”, expresó en su cuenta de Twitter (@AristotelesSD).
Enrique Ochoa, dirigente nacional del PRI, alabó la decisión del Gobierno federal, a la que calificó de responsable, y expresó su solidaridad con la ciudadanía que debe enfrentar tal aumento.