El pastor belga groenendael, Geri, ha facultado por varios años sus capacidades en el Programa de Perros de Búsqueda y Rescate (PPBR) de la UNAM, aunque como cualquier can, es de fácil caricia y jugueteo.
El perro universitario tiene ocho años de edad, es integrante de la Unidad Canina K9 de Rescate y Salvamento del PPBR, y logró calificar en el lugar 33 de 108 perros para la edición 24 del IRO World Championship for Rescue Dogs, que se celebrará en Ljubljana, Eslovenia, del 18 a 23 de septiembre.
Julio Velázquez, titular del PPBR, explicó que en el proceso de certificación ante la IRO (The International Rescue Dog Organisation), periódicamente se hacen pruebas.
“Hay varios niveles y dos modalidades en las que intervenimos: una en Búsqueda Urbana o en Escombros, y en Búsqueda Rural, que es a campo abierto y en bosques”, indicó Velázquez.
A Geri, un juez checo le otorgó un puntaje alto por su desempeño y eso le permitió calificar para el campeonato mundial.
“Este logro nos permite generar confianza dentro y fuera de la Universidad y del país, porque trabajamos a un nivel que la ONU establece, pues IRO está asociada al organismo internacional. Llevamos a los perros con calidad competitiva y al abrir esta puerta nos podremos medir con la élite de caninos de rescate en el mundo”, aseguró el titular.
Sus raíces
“Geri viene de padres deportistas. David lo trajo de España desde cachorro, tuvo contacto con la criadora y desde el Programa lo apoyamos con un vínculo que tenemos con gente de la Universidad de Burgos”, recordó Velázquez.
El perro ha sido parte de la misión de México y la Universidad Nacional en Japón tras el terremoto de 9.1 grados y el tsunami de marzo de 2011. “En esa ocasión fui su manejador porque David no pudo asistir”, dijo.
Otros escenarios dramáticos importantes en la actividad operativa de Geri ha sido la explosión de la Torre Ejecutiva de Pemex, en enero de 2013, además de la explosión del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, en enero de 2015, y por supuesto en los sismos de septiembre de 2017.
“Tenemos que aprovechar su edad porque está cumpliendo ocho años y empieza el declive de sus actividades físicas, resaltó.