Gobierno no debe bajar la guardia
La estrategia por parte del Gobierno federal para combatir el robo de combustible ha disminuido éste ilícito, sin embargo, el esfuerzo deberá ser constante para que no vuelva a repuntar
Eduardo BuendiaLa crisis por falta de suministro de gasolina que afecta a nueve entidades del país todavía no es resuelta por el Gobierno federal.
La estrategia de cerrar los ductos de transporte de hidrocarburos para contener el robo de gasolinas es una medida que sirve a la administración de Andrés Manuel López Obrador para identificar los puntos de hurto y comenzar a investigar a la red responsable de este delito, asegura el exconsejero independiente de Petróleos Mexicanos, Fluvio Ruiz Alarcón, en entrevista con Reporte Indigo.
Ante la contingencia que ya ha despertado quejas por parte de la ciudadanía y de los opositores al presidente, el exconsejero de Pemex opina que aún cuando la medida logró disminuir el robo de combustible de manera momentánea, el Gobierno federal no debe dar por un hecho que este delito se va a detener.
“Mientras no se tenga la certeza de haber desmantelado toda esta red que seguramente es muy compleja y muy amplia no se puede bajar la guardia”, explica Ruiz Alarcón.
Como parte del plan del Ejecutivo para acabar con el huachicoleo, se incluyó el cierre temporal de ductos de combustibles, y en sustitución el transporte se hizo a través de carros-tanque de Pemex y de la iniciativa privada; situación que derivó en la falta de suministro a depósitos de varias regiones donde las pipas no fueron suficientes para cubrir la demanda.
“La estrategia sí funcionó para evitar el robo, el problema es que requería que se planearan con anticipación todos estos efectos colaterales. El error no está en el programa en sí contra el ‘huachicol’ que a mí me parece es una respuesta ya necesaria que el Estado tenía que dar en algún momento, porque es un fenómeno que ya tenía muchos años”, agrega el exconsejero de Pemex.
De acuerdo con datos de Petróleos Mexicanos, durante el 2018 el robo de combustible significó una pérdida de 66.3 mil millones de pesos; es decir, más de 181 millones de pesos cada día.
La empresa productiva del Estado también tuvo registro de 12 mil 581 tomas clandestinas en su red de ductos, un 20 por ciento más que las enlistadas en 2017 que fueron 10 mil 363.
El fenómeno del huechicoleo, asegura Fluvio Ruiz, debe de tener alcances al interior de Pemex, debido a que requiere de conocimientos tan simples como saber cuál es el ducto por el cual la empresa enviará hidrocarburos de una región a otra, información que es necesaria para el robo.
En cuanto al cambio de estrategia y la prioridad para combatir el robo de combustible por parte del nuevo gobierno en comparación con administraciones pasadas, el exconsejero detalla que si bien en los sexenios anteriores hubo acciones para disminuir este delito, quedó en evidencia que no fueron suficientes, sobre todo en la investigación de los recursos económicos resultantes de este delito.
“No es que no se haya hecho nada, pero está claro que no eran medidas de tan largo aliento como las que se han implementado ahora, y no se le dio continuidad. Algo clave para desarticular estas bandas de robo es perseguir el dinero y ya desde la administración anterior se hablaba del uso de la Unidad de Inteligencia Financiera (de la secretaría de Hacienda), pero la verdad es que no vimos resultados.
“El gobierno actual está atacando el volumen robado o sustraído de los ductos de Pemex, esa es la primera etapa, sigue ver cómo son las redes de distribución de ese volumen robado y finalmente cuál es el circuito financiero de estas ganancias obtenidas por este fenómeno delictivo y es ahí donde en este ilícito tendrá un papel muy relevante la Unidad de Inteligencia Financiera”, concluye Ruiz Alarcón.
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