El Área Metropolitana de Guadalajara se ha planteado el objetivo de convertirse en una ciudad de carbono neutral para el año 2050, lo que implicaría tener para entonces cero emisiones netas de Gases de Efecto Invernadero (GEI), a los cuales se les considera causantes del cambio climático.
Los términos como “neutralidad de carbono” o “emisiones netas cero” de GEI, cada vez más populares, refieren a estrategias contra el cambio climático que incluyen dos grandes líneas de acción: primero, disminuir lo más posible la liberación de estos gases a la atmósfera; y, segundo, capturar el carbono que ya está en el ambiente para compensar las emisiones que no podrán eliminarse.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo explica en su portal de noticias: “En pocas palabras, el cero neto significa que no estamos agregando nuevas emisiones a la atmósfera. Las emisiones continuarán, pero se equilibrarán absorbiendo una cantidad equivalente de la atmósfera“.
El Plan de Acción Climática del Área Metropolitana de Guadalajara (PACmetro), publicado en diciembre de 2020, y donde se plasmó este compromiso por alcanzar las “emisiones netas cero” de GEI en 30 años, expone que el principal objetivo a alcanzar es: “Una metrópoli carbono neutral basada en la gestión integral de los residuos, la movilidad masiva y no motorizada, el uso eficiente de la energía y el suministro de energía renovable”.
Para ello, el PACmetro primero determinó cuántos GEI arroja a la atmósfera la metrópoli de Guadalajara de forma anual, es decir, cuál es la aportación de los tapatíos a la problemática global del cambio climático, descubriendo así que son más de 16 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e) –con datos de 2016-.
Realidades posibles
De esta forma, y ya sabiendo cuál es el piso del que se parte, el PACmetro definió tres escenarios posibles para la realidad climática que estará enfrentando la ciudad en las siguientes décadas.
El primer escenario es de tipo tendencial o de brazos caídos, basado en las estimaciones de crecimiento económico y poblacional para la metrópoli, y al que llama “Business-as-usual” (BAU), el cual prevé que para el año 2050 la ciudad incremente sus emisiones de GEI a casi 47 MtCO2e.
“Es el escenario de referencia o tendencial y representa el comportamiento de las emisiones a lo largo del tiempo si no se interviniera con políticas que busquen su reducción en cada sector. (…) Considerando una completa inacción, se proyecta que partiendo en 2016 de un total de emisiones de 16.1 MtCO2e, éstas incrementarán al año 2030 en 24 MtCO2e y para el año 2050 se tendrían un total de emisiones de 46.9 MtCO2e”, señala.
Después, está un escenario intermedio llamado “Escenario 1: acciones actuales y planificadas”, en este el resultado hacia el 2050 sería mejor al que se visualiza en el BAU, sin embargo, los GEI presentarían un incremento con respecto a lo que se está emitiendo en la actualidad, y alcanzaría las 25.6 MtCO2e.
“En este escenario se consideran las acciones que actualmente se implementan, así como las previstas en la planificación de diversas dependencias con incidencia en el AMG (en los niveles municipal, metropolitano, estatal y federal)”; sin embargo: “Al año 2050, las emisiones residuales serían de poco más de 25 MtCO2e, lo que sería un aumento de 63 por ciento en relación con las emisiones del 2016”.
En este caso, la mitigación que se logra de los GEI se basa principalmente, dice el plan, en acciones en el sector transporte, orientadas a cambio modal hacia esquemas no motorizados, masivos y colectivos, cambio de combustibles, así como de eficiencia energética.
Ciudad neutra de carbono
Finalmente, está el escenario 2, al que llama “Escenario ambicioso de reducción de emisiones”, en este ya se implementan acciones deliberadamente “descarbonizadoras” de la economía y las dinámicas diarias de la ciudad, sin embargo, aún así prevalecerían hacia el 2050 emisiones residuales por 16.6 MtCO2e, es decir, un poco por arriba de las que actualmente se liberan.
Por lo tanto, y dado que aun en ese “Escenario ambicioso” la ciudad no podrá eliminar totalmente sus emisiones de GEI, tendrán que implementarse acciones para capturar carbono que ya está en la atmósfera hasta compensar esas 16.6 MtCO2e que la metrópoli seguirá liberando; sólo así se conseguirían las “emisiones netas cero”:
“Este escenario presenta una trayectoria de emisiones alineada a la ruta de descarbonización de largo plazo en los tres sectores de mayor emisión. En este se requiere una implementación más intensa de medidas de mitigación en el sector energía para aumentar el potencial de mitigación de este sector en relación con el escenario anterior”.
Y advierte que “la mitigación del escenario ambicioso con respecto al BAU en el año 2050 es de 65 por ciento, por lo que el AMG aún se encontraría 16.6 MtCO2e por arriba de la meta de cero emisiones en 2050, (…) un nivel de emisiones similar al observado en el 2016. (…) Estas emisiones (16.6 MtCO2e) se conocen como emisiones residuales, siendo aquellas que deberán ser compensadas al no poder ser reducidas”
Para alcanzar la neutralidad de carbono, el PACmetro proyecta tres estrategias: “Implementar acciones y proyectos para la prevención y gestión integral de los residuos sólidos urbanos (base cero) y las aguas residuales de la metrópoli”; segunda, “un sistema metropolitano de transporte integrado, eficiente y de calidad, mediante el incremento de infraestructura para la movilidad masiva y no motorizada”.
Y tercera: “Promover el uso eficiente y racional de la energía en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) en sus edificaciones, infraestructura y actividades productivas, incrementando la producción y consumo de energía proveniente de fuentes renovables”.