Guadalajara y la otra “ley seca”

Los tapatíos siguen haciendo filas de autos en espera de cargar gasolina que pueden demorar hasta 21 horas, según lo verificó Reporte Indigo; la persistencia del desabasto de combustible comienza a hacer mella en los habitantes de la ciudad y crece la duda de que, en efecto, su causa esté en el combate al “huachicol”
Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
Comparte esta nota

Guadalajara amaneció este domingo bajo los efectos de esta otra “ley seca”, no la que priva de los néctares etílicos sino la que hace sufrir por una gota de gasolina. Los tapatíos se tuvieron que olvidar de sus rutinas dominicales, del sagrado descanso, para hacer filas por hasta 21 horas añorando que el milagro llegara, y que la bendita pipa se hiciera al fin presente en su gasolinera…pero a veces la fe no es suficiente.

Entre los afectados por el desabasto de gasolina que persiste en la ciudad hay opiniones encontradas: aquellos que siguen creyendo en la explicación gubernamental de que una medida tan drástica como esta resulta necesaria para abatir el robo de hidrocarburos; y aquellos otros que ya han hecho suya la versión de que el Gobierno de México redujo el volumen de gasolinas importadas e, incluso, de que el objetivo sería comenzar a traerlas desde Venezuela, y no más de Estados Unidos.

La señora Genoveva Castellanos lleva dos horas de su domingo por la mañana gastadas en una fila kilométrica de autos que no avanza ni un centímetro, y que termina en la gasolinera que está sobre la Avenida Plan de San Luis, en el Poniente de Guadalajara, en el cruce con la calle Ignacio Ramírez.

¿Qué opina ella de que el desabasto es, según se afirma oficialmente, consecuencia del combate al robo de hidrocarburos? “Pues esperemos que sea cierto porque se especulan muchísimas cosas, como que en realidad no hay gasolina suficiente, como que están haciendo un convenio -no sé- para traer combustible de Venezuela, y pues se especulan bastantes cosas que uno la verdad ya no sabe, pero sí causa bastante molestia”.

A ella esta situación le ha costado ya en el ámbito de sus relaciones familiares:

“Ayer tenía una actividad familiar pero era hasta allá para La Rioja y pues con un cuarto de combustible cómo iba y venía; no pude y les dije ‘saben qué, discúlpenme’, yo estaba confirmadísima, es una prima hermana que se va a casar, fue su despedida, no pude ir; entonces sí me ha afectado bastante porque el carro inclusive desde que empezó esto casi procuraba moverlo lo menos posible, pues ya traigo poquita gas y pues dije ahora sí de fuerzas hay que hacerlo”.

Aguardaba ahí en esa fila inacabable de autos pero sin certeza de que, efectivamente, alguna pipa estuviera en camino para surtir los combustibles; ya antes lo había intentado en otras dos estaciones de servicio pero el esfuerzo había sido infructuoso: “Las filas están como de 10 cuadras, 12, y pues ya aquí vi gente formada y que está por llegar la pipa, pues esperemos, es lo que estoy esperando: que en realidad llegue la pipa porque si no se me va a ir toda la mañana y pues sí, es molesto esto”.

Otra voz muy crítica del desabasto de gasolinas fue la del ciudadano Gonzalo Martínez, quien leía el periódico dentro de su vehículo perdido en esa línea de autos, y donde ya había pasado casi una hora y media de espera (un día antes había realizado siete recorridos buscando gasolina por la ciudad; no tuvo suerte). ¿Cree aún en que esta situación es una secuela de la lucha frontal al “huachicol”? “No”, respondió, “definitivamente eso ya nadie lo cree, lo creímos a lo mejor los primeros tres días, ya nadie lo cree. Se empieza a difundir por ahí y eso es más creíble que la gasolina está en buques-tanque, que está estacionada la gasolina en altamar. No supieron cómo manejar la cuestión de las importaciones (de combustibles), no han descargado los buques-tanque; ellos dicen que hay gasolina en las refinerías, sería tan sencillo abrir determinadas horas una dotación para cada estado; o sea, no somos tontos”.

Y agrega: “Eso ya no se lo creemos (al Gobierno federal), la regaron, pagaron la novatez de un gobierno que nunca había tenido el mando (…) Otra cosa que les criticamos con respecto a esa versión del ‘huachicoleo’ ¿qué esperan para presentarnos a los ladrones? nada más hablan de que se estaban robando, forzosamente deben de saber quiénes son, pues entonces, si no supieran quiénes son quiere decir que son peor tantito unos ineptos”.

Y remató: “Entonces ya que descarguen los mugres barcos que están en altamar, que pongan orden, si alguien no tiene la capacidad en este gobierno de hacer su trabajo correctamente pues ya que lo quiten, o sea, porque si no van a ser errores tras errores de una dependencia y de otra y de otra ¿cuánto tiempo nos vamos a llevar en la novatada, o sea, aprendiendo? Eso no es posible”.

El vaso medio lleno

Otros tapatíos, sin embargo, aún confían en la versión oficial y están dispuestos a sacrificar parte de su tiempo para conseguir gasolina si es que, en efecto, se avanza en el combate al “huachicoleo”. María Dolores Gutiérrez sumaba 40 minutos en espera por combustible, ella opinó así para Reporte Índigo: “Es la primera vez que me toca (hacer fila por combustible), no había tenido la oportunidad porque lo que había tenido de gasolina me había rendido perfectamente (…) pero mira, si es la solución para que los ‘huachicoleros’ no roben la gasolina a mí se me hace perfecto, no tengo ningún problema en esperar, todo depende de que realmente esa sea la verdad, si no sí ya tenemos un problema”.

¿Cuánto tiempo cree que los jaliscienses aguanten una situación de desabasto como esta? “No creo que aguanten una semana más”, respondió, “probablemente empiezan a dudar (de la explicación oficial) por la desesperación pero yo todavía creo que vamos bien”.

Para Gumaro Sandoval quien había esperado ya poco más de media hora en su auto por combustible, también existen esos lados positivos de la escasez de gasolinas en Guadalajara, así los explica: “Debemos de ser pacientes y esperar a ver qué resuelve el gobierno, porque a final de cuentas es una buena medida la que está tomando el gobierno, simplemente no estamos acostumbrados a esta situación que está pasando. Ha habido problemas en otras gasolineras de pleitos, de golpes, creo que eso no está bien, la gente debe de tomar consciencia de que la medida es buena; no creo que se vaya a extender mucho tiempo pero si esto sigue, bueno, pues a sacar las bicicletas, no hay más, aparte yo veo menos carros circulando a raíz de esa medida, entonces yo creo que hasta le sirve al ecosistema”.

Para el ciudadano Manuel Aguilera, otro de los que aguardan por combustible, el objetivo del Gobierno federal por abatir la sustracción de hidrocarburos es encomiable, pero su puesta en práctica ha sido definitivamente defectuosa: “Yo creo que la medida es buena, aquí la logística está mal. Nada más, es lo que yo creo, esto está mal planeado, ejecutado, yo creo que (está) mal porque no hubo una planeación previa al desabasto que obviamente sabían que iba a haber (…) Hemos estado dando vueltas, ayer recorrí como unas cinco o seis gasolineras, nos informaron que la de La Normal, en (la Secretaría de) Tránsito, iba a haber gasolina, estuve más de dos horas y nunca llegó la pipa, entonces ahorita nos informaron ahora en esta, también nos dicen que no hay pipa pero pues vamos esperar a ver qué, pero es muy desesperante esto, la verdad”.

El primero en la fila

Al comienzo de toda esa fila de autos que se extiende por siete cuadras sobre la Avenida Plan de San Luis está Gerardo Grajeda, justo frente a la gasolinera que hace esquina con la calle Ignacio Ramírez y por la que todos aguardan en sus vehículos para que abra y empiece a atenderlos, en un domingo donde la paciencia escasea casi tanto como el combustible.
¿A qué hora tuvo que llegar don Gerardo para ser el primero de toda esa gran fila de vehículos? “Desde ayer a las 2 de la tarde”, respondió a eso de las 11 de la mañana, es decir que se había mantenido ahí por casi 21 horas.

“Vivo aquí cerca”, explicó, “voy a comer pero no me he movido de aquí porque desde ayer quedaron de que la pipa iba a llegar, desde ayer a las 5 de la tarde, y es hora que no llega (…) que la están esperando, que ya avisaron, que ya viene, pero pues no llega”.

En su perspectiva, “el desabasto está mal, pero la acción se me hace la correcta porque era mucha robadera de combustible, desgraciadamente no calcularon o no previeron esta situación que está pasando, pero la acción esta bien (…) yo jueves y viernes ya no lo pude mover (el auto), como vivo cerca ya no más me dio para moverlo aquí y esperar a cargar gasolina, pero sí (se tiene que) andar en camión o andar caminando cuando va uno a espacios cercanos”.

Ya por último se le preguntó qué se siente ser el primero de una fila que desde ahí se avizora interminable cuando uno voltea la mirada, a lo que respondió: “Se siente bien pero aquí he estado ya prácticamente 24 horas”.

Protestan en La Minerva

Las inconformidades que despierta el desabasto de gasolina en Guadalajara condujeron a que hoy cerca de un centenar de habitantes de la ciudad se manifestaran en la Glorieta Minerva, para protestar desde ahí en contra de la falta de los combustibles. De acuerdo con los últimos reportes emitidos por el Gobierno de Jalisco el desabasto de gasolinas en el estado sería del 50 por ciento; hoy las filas de autos se mantuvieron en estaciones de servicio como las ubicadas en Avenida Alcalde a pocos metros de La Normal, y en Ávila Camacho cerca de su confluencia con la Avenida Enrique Díaz de León.

Ayer el gobernador del Estado, Enrique Alfaro Ramírez, publicó en redes: “Basta de que el Gobierno Federal y PEMEX no den la cara ni hablen con la verdad, ya basta de decisiones unilaterales y que actúen como si los estados, los municipios y las instituciones no existieran. #Jalisco no merece este trato. El @GobiernoMX decidió cambiar el sistema de distribución para combatir el robo de combustibles; decisión que respaldamos pero que se ha ejecutado sin estrategia, sin medidas preventivas y sin socializar con las autoridades que pudimos ayudar a mitigar las graves consecuencias”.

Y aunó: “Exigimos que nos digan cuándo y cómo van a resolver el desabasto que hoy afecta la vida económica del estado, la cotidianidad y el bolsillo de los jaliscienses. El @GobiernoJalisco ha demostrado una vez más toda su disposición para ayudar, pero este problema lo generó el presidente y su gobierno debe resolverlo. Ni el estado ni los municipios vamos a seguir dando la cara por ellos. Exigimos que se deje de tratar así a Jalisco. ¡Ya basta!”.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil