Los diputados de Morena presentaron ayer su iniciativa para crear la Guardia Nacional y aquello se convirtió en una oda a las Fuerzas Armadas.
Lejos quedaron los días en que el hoy presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, acusaba al Ejército de ser perpetrador de masacre; ahora, para el partido ganador de las elecciones, las Fuerzas Armadas son “una institución surgida del pueblo”.
“Las Fuerzas Armadas de México se han mantenido al margen de la oligarquía político-empresarial que ha ejercido el poder institucional desde hace 30 años”, celebran los legisladores en su argumentación.
En el esquema de funciones de la Guardia Nacional se establece que su creación se trata de una medida emergente, “de carácter transitorio”; sin embargo, plantea que prevalecerá “solo mientras persista la crisis de violencia e inseguridad en el país”, sin mencionar cómo se evaluará si hay o no esta crisis.
El grupo parlamentario de Morena en la Cámara baja insiste en que la propuesta es un avance para la desmilitarización de las calles de México.
Los cambios a la Constitución que son propuestos por Morena contemplan que a quienes formen parte de la Guardia Nacional no se les aplique el artículo 129 constitucional, donde se especifica que “en tiempos de paz, las autoridades militares no pueden realizar funciones diversas a las que tengan exacta conexión con la disciplina militar”, expone la iniciativa.
Además, se señala que esta Guardia Nacional – integrada por militares, marinos y policías federales– será sometida a una evaluación a los tres años de ser implementada.
Aunque se ha dicho que esta nueva agrupación comenzará a operar el 1 de diciembre próximo, fecha en que arranca el nuevo gobierno, la bancada de Morena dice no llevar prisa en la aprobación de estas reformas constitucionales, pues se abrirá un periodo de diálogo con todos los sectores de la sociedad civil que quieran expresarse sobre esta medida.
Reconocimiento a militares
La argumentación de la iniciativa apunta no sólo a explicar la gravedad de la crisis de violencia que atraviesa el país, sino a alabar las virtudes de las Fuerzas Armadas.
Hoy en día éstas siguen siendo el principal y el más confiable pilar de la seguridad en nuestro país; pero a 12 años de que fueran involucradas en esa misión por el mando civil, carecen de un marco legal específico y de una formulación institucional adecuada para participar en esa tarea.
Con este reconocimiento al trabajo del Ejército, la Marina Armada de México y la Fuerza Aérea, en Morena se cierra el capítulo de ataques contra las Fuerzas Armadas.
Durante toda su carrera política, López Obrador ha expresado su respeto por ellas, salvo el año pasado, cuando tuvo varios desencuentros por críticas que expresó a su actuación.
En varios momentos del 2017, AMLO hizo varias declaraciones que tensaron su relación con el Ejército y la Marina.
Una de ellas ocurrió en febrero del 2017, cuando era presidente de Morena, y después de un operativo de la Marina en Nayarit en que utilizó un helicóptero artillado abatió a varios hombres.
Reprochó que “la mayoría de los masacrados por la Marina eran jóvenes, algunos menores”.
Un mes después en una gira por Estados Unidos, el padre de uno de los estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa lo increpó; su respuesta fue que el reclamo tenía que ser “a Peña y a las Fuerzas Armadas, a quienes intervinieron en ese crimen”.
Al ser tan criticado por esas declaraciones trató de aminorar la tormenta y lanzó un mensaje vía Twitter.
En su campaña electoral repitió en reiteradas ocasiones que los militares debían ser retirados de las calles, pues “no están preparados para esa función”; incluso, dijo que en un plazo de seis meses, los militares regresarían a sus cuarteles.
Ahora, los legisladores de Morena reconocen que las únicas instituciones con capacidad para enfrentar la crisis de inseguridad son las Fuerzas Armadas.
“El Ejército mexicano ha sido, desde su fundación, en 1913, leal a la sociedad y a las instituciones civiles; al igual que la Fuerza Aérea y la Marina, constituye una institución surgida del pueblo; es, por así decirlo, pueblo uniformado, y su cercanía con el resto de la población queda patente en las labores de auxilio que realizan sus efectivos en casos de desastre (…).
¿Paso hacia la paz?
A pesar de las innumerables críticas que ha recibido el gobierno electo desde que anunció la creación de la Guardia Nacional, los legisladores de Morena han señalado que no se trata de un paso hacia la militarización.
“¿Por qué no es una militarización? Porque ya no va a ser el Ejército haciendo labores de seguridad pública, las va a hacer la Guardia Nacional. Y para conformar la Guardia, aunque sean elementos que vengan de la Policía Naval, Militar y de la Policía Federal, serán sujetos a su Ley Orgánica su actuación, preparación uso de fuerza y respeto de los derechos humanos”, sostuvo Mario Delgado, coordinador de los diputados de Morena.
“Van a tener una preparación para ser policías, para ofrecer los servicios de seguridad pública, es muy diferente a la filosofía y propósito que tiene el Ejército”, expuso en conferencia el congresista.
La Guardia Nacional funcionará hacia adentro con un mando militar, pero hacia afuera estará sujeta al marco judicial civil, explicó.
Ayer en la presentación de la iniciativa en la Cámara de Diputados, decenas de organizaciones de la sociedad civil lanzaron un pronunciamiento para pedir al presidente electo que dé marcha atrás en su propuesta.
“El nuevo proyecto de militarización desaparece todo incentivo a que se formen cuerpos policiales profesionales y suficientes, y hace que la demanda para que las Fuerzas Armadas realicen labores de seguridad pública, aumente.
“La promesa del presidente electo de no usar a las Fuerzas Armadas contra el pueblo no es garantía. Llevar este nuevo modelo de militarización a la Constitución lo dejaría ahí con el riesgo de que cualquier gobierno autoritario haga uso de él”, sostiene el pronunciamiento.