‘Hay que arrojar chorros de luz’

“Tenemos que hacerle entender al gobierno federal, a los gobiernos de los Estados, a los gobiernos municipales que en la medida en que ellos sean más transparentes van a generar más confianza y van a llevar a cabo mejor sus propios fines”.

Las palabras son de Gerardo Laveaga Rendón quien ayer tomó posesión como Comisionado Presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI).

El funcionario que llega en relevo de la ex comisionada Jacqueline Peschard, que estuvo al frente de este organismo desde el 2009, dice que tiene dos retos por delante. 

El primero se refiere a revisar las estructuras de la institución que encabeza para hacerlas más eficaces y más eficientes.

“Básicamente hay que revisar qué está funcionando bien, si está funcionando bien dejarlo, lo que no está funcionando bien, modernizarlo”.

El segundo reto, comenta a Reporte Indigo, es lograr que los servicios del IFAI lleguen a muchos más ciudadanos. Hoy en día, apunta, tres de cada cuatro ciudadanos no saben que existe ni para qué sirve.

“Resulta que el 75 por ciento de los mexicanos no conocen al IFAI. No es nada más no conocerlo, el problema es que el IFAI es un mecanismo ciudadano y si no lo conocen no lo utilizan”.

Laveaga señala que parte de los ejes de la modernización que está proponiendo tocan temas, por ejemplo, como la revisión de figuras como la secretaría general del IFAI. “Hay que debatir, y eso lo decide el pleno. Somos cinco comisionados. La pregunta es, ¿vale tener una secretaría general, sí o no?”.

El exdirector general del Instituto Nacional de Ciencias Penales recuerda que la percepción de los mexicanos respecto a la transparencia y la confianza en las instituciones es mala. 

De acuerdo con el Índice de Percepción Sobre la Corrupción de Transparencia Internacional nuestro país quedó, en 2012, en el lugar 105 de 176 países evaluados. “Esto es preocupante, esto es inquietante”, afirma.

Para explicar lo que sucede en México, Laveaga cita una fábula de La  República de Platón. La de un hombre que encuentra un anillo y lo hace invisible. Al final, “las conclusiones no son nada halagüeñas”. 

El funcionario considera que poseer un anillo de dichas características genera impunidad, “porque nadie me ve, porque nadie se entera de lo que hago, porque nadie explora lo que digo o dejo de hacer.

“La idea de transparencia es que no existan invisibles. Hay que arrojar chorros de luz, ases de luz para que todos los servidores públicos sientan que están siendo observados. Y cuando estoy observado no puedo disponer de un dinero público como me dé la gana. Tengo que justificar y tengo que rendir cuentas”. 

Sociedad determinante

De acuerdo con Laveaga, es central que la sociedad sepa usar al IFAI como un instrumento que le puede dar grandes rendimientos. 

Por ello apunta que seguirá promoviendo los pasos que el IFAI ha dado, a casi 10 años de existencia, en materia de apertura, transparencia y rendición de cuentas. 

Reconoce los puentes establecidos con Organismos No Gubernamentales, medios de comunicación así como con actores diversos en las entidades federativas serán estratégicos.

Además, agrega, “todo parece indicar seremos un órgano constitucional, y todo parece indicar que pronto tendremos también la posibilidad no solamente de ir con el sector público federal sino revisar a partidos políticos, revisar sindicatos, incluso revisar en algunos casos a los Estados”.

Durante su toma de posesión ayer, el comisionado Ángel Trinidad criticó al nuevo comisionado presidente por su labor en el IFAI. Lo llamó perezoso y dijo tenía a cuestas un rezago de 291 asuntos pendientes de resolver.

Al respecto, Laveaga puntualiza: “no quisiera abonar en este debate porque mi papel es cuidar a la institución. No voy a entrar a dimes y diretes”. 

Le importa concentrarse en sus labores como comisionado presidente del IFAI. Ahí, concluye, tiene “un enorme reto por delante”.