Para el exalcalde de Hermosillo, y otrora miembro del Partido Acción Nacional, Francisco Búrquez Valenzuela, los resultados negativos brindados por la calificadora internacional Fitch Ratings hacia las dos principales empresas productivas del país –Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE)–, son tan sólo la punta del iceberg de la problemática financiera a gran escala que enfrentará la nación durante el año 2019.
“La situación de Pemex, que tiene que ser resuelta, es la misma situación que van a enfrentar otras empresas monopólicas del Gobierno que ya están a punto del colapso, como el Seguro Social y la CFE, entre otras”, dijo.
Luego de manifestar su polémica postura a través de redes sociales, el exsenador reiteró que Pemex necesita “liquidarse” para evitar que se siga invirtiendo en un organismo nocivo para la nación
“Yo desde hace varios años he estado mencionando que Pemex vale más muerto que vivo. Y pues ayer una de las principales calificadoras del sistema financiero internacional le bajó dos lugares en cuanto a calidad crediticia. Con eso está prácticamente en la antesala de lo que le llaman la ‘deuda chatarra’, la que tiene grandes descuentos por incapacidad de pago y un futuro que no se ve.
“Es una empresa basura porque la comunidad internacional financiera está pensando que Pemex no es viable. Y cómo va a ser viable si ya se le acabó todo su capital; todos sus activos son pasivos, todo lo debe y el costo de la deuda va a subir de una manera muy importante. Más dificultad va a tener Pemex para sobrevivir”, agregó.
El exalcalde propuso al Gobierno entregar la empresa a los trabajadores para liquidar pensiones
En un análisis frío del asunto, el exsenador comentó que ante la incapacidad del Gobierno de manejar cualquier empresa con eficiencia, existen sólo dos caminos:
“Entregar Pemex a los trabajadores para liquidar todos los enormes compromisos de una deuda contingente por pensiones no cubiertas. La deuda directa de Pemex con los bancos no es nada contra la deuda contingente con los trabajadores. Entonces, los trabajadores como propietarios, son los únicos que podrían hacerla rentable bajo su propio riesgo y responsabilidad, si es que es viable. Si no, venderla. Liquidarla. En partes para que haya nuevas empresas que generen competencias y que los consumidores puedan tener otras alternativas”, dijo.
Asimismo, Búrquez consideró una tercera opción, la cual calificó como una idea “revolucionaria”, pues implicaría la repartición económica equitativa que el escenario de la venta de la otrora paraestatal podría acarrear a nivel nacional.
“Pues si queremos que Pemex ya no siga siendo la empresa propiedad de los políticos en turno y que verdaderamente sea de los mexicanos, tenemos que liquidarla y hacer que las regalías del petróleo vayan directamente, mes a mes, a entregarse a cada mexicano. Desde que nace cada persona debe ser dueña y recibir las regalías parejas para cada uno de los 120 millones de mexicanos. Y el Gobierno sólo debe intervenir para recolectar las regalías y entregarlas. Ningún costo más. Porque el negocio del petróleo está en las regalías y ahorita se lo está embuchando el gobierno; allí está otra olla de grillos corrompiendo y robándose ese dinero”, dijo el exsenador.
