Heredan inestabilidad laboral

Una serie de controvertidas decisiones de la anterior administración, y de los pasados directores del Sistema de Transporte Colectivo, así como la ineficiencia de los dirigentes sindicales, tienen hoy a los trabajadores del Metro en medio de la zozobra laboral.

Un cambio en la seguridad en 2016 infunde temor en trabajadores de mantenimiento de vías. Durante el periodo de Joel Ortega al frente del Metro, de 2012 a 2015, se dio el cambio en el modelo y la Policía Bancaria e Industrial (PBI) comenzó sus labores.

En dicho periodo desapareció el puesto de vigilante y se convirtió en auxiliar jefe de estación.

Sin embargo, en enero de 2016, con Jorge Gaviño en la dirección del medio de transporte, desapareció la plaza de auxiliar jefe de estación y las 876 personas que tenían el puesto fueron reasignadas a otras áreas donde no estaban capacitados.

“El jefe de vías, por ejemplo, dice de los compañeros que reubicaron: ‘me mandaron puro cascajo, ustedes no me sirven, ya están quemados’, porque los vigilantes traen otra capacitación”, explicó Homero Zavala, quien encabeza una asociación civil en proceso de convertirse en un sindicato.

Mencionó que el cambio de vigilante a auxiliar jefe de estación fue una medida para que los afectados no protestaran.

“En vez de vigilantes, los hacen auxiliares de estación con engaños de que van a tener mejor calidad de vida, que con el cambio de nombre iban a tener un aumento de sueldo y mejor calidad. Lo que hicieron fue meter policía”, detalló.

Zavala refirió que uno de los motivos por los que el Metro optó por los policías bancarios e industriales se debe a que los vigilantes empezaron a exigir derechos.

“Muchos vigilantes eran empleados de confianza, podían cambiarlos de estación y hacer lo que quisieran con ellos. Pero eso no les convenía porque si limpiaban su estación de ambulantes y los mandaban a otra, significaba que el trabajo se iba a perder y tenían que empezar de nuevo”, señaló.

No obstante, cuando una parte obtuvo plaza, comenzaron a quejarse y oponerse al cambio de estación y los desaparecieron.

Homero Zavala refirió que, además de que la seguridad del Metro se privatizó, la PBI no responde a las órdenes de los jefes de estación así como de los empleados en general porque tiene sus propios mandos, lo que dificulta la colaboración en el tema de seguridad.

Ante esta situación, 16 trabajadores del Metro, que estaban como auxiliares jefes de estación, y Zavala, quien los apoyó a través de su asociación, interpusieron la demanda laboral 14/17 contra el Metro exigiendo la restitución de la plaza. La Junta de Conciliación y Arbitraje la resolvió a su favor el 5 de abril de 2019.

“Ya ganamos, la cuestión es que esto lleva a que nos acomodemos en el escalafón del Metro y otro proceso largo, pero nosotros le demostramos al personal de vigilancia que es necesario y se debe restituir”, señaló

A la administración actual le corresponde ver cómo modifica el modelo de trabajo del Metro para restituir a los 16 trabajadores mencionados, quienes se desempeñan en otras áreas del medio de transporte.

Temen mismo destino

Trabajadores de mantenimiento de la Línea A del Metro temen que pase lo mismo que sucedió con las plazas de vigilancia.

Los afectados refirieron que el sindicato está implicado en la contratación de una empresa relacionada y, por ello, no se pronuncia al respecto.

La empresa COMSA empezó a ejecutar el mantenimiento de las vías de la Línea A en mayo de este año y los trabajadores de mantenimiento fueron designados para llevar a cabo tareas de supervisión.

Los trabajadores de vías también indican que no tienen la capacitación necesaria para supervisar a los trabajadores de la empresa, a quienes consideraron no aptos.

“No son gente con capacidad, no sabemos cuál es el fin de que nos hayan desplazado”, indicó uno de los trabajadores afectados, quien prefirió conservar el anonimato.

El testimonio también refirió que los empleados de la empresa no tienen las herramientas necesarias para hacer las tareas requeridas y ya han recurrido ante el Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo, encabezado por Fernando Espino, pero no los ayuda.

“Firmamos un oficio 35 personas, pero no le interesa al señor Espino, sólo cuando él quiere que vayamos a su marcha o no le parece algo, es cuando se moviliza”, puntualizó.

En dicho oficio, enviado el 7 de mayo pasado al líder sindical, los trabajadores muestran su descontento con la situación.

“Por medio de la presente deseamos informarle de la situación que hemos venido padeciendo desde hace unos 20 días atrás, que va desde la zozobra y preocupación debido a los constantes rumores de un cambio de turno y hasta de reubicación por parte de ingenieros a cargo del área, esto, según ellos debido a que a partir del mes de mayo se comienza a realizar mantenimiento y a atender fallas a la Línea A por una compañía externa contratada por el STC”, indica el documento.

De dicho oficio no obtuvieron una respuesta y también mandaron otro, con número de folio SMVLA/489/2019, al coordinador de vías III, Benito Decebal Chávez Gaftoi, donde piden que se regrese a su horario regular a dos trabajadores.

Sin embargo, el 15 de mayo, el jefe de sección de mantenimiento de vías de la Línea A, Sergio Óscar Campos Cruz, informó a los trabajadores, a través del oficio SMVLA/522/2019, que tenían la obligación de supervisar a los contratados por la empresa Comsa en las tareas de mantenimiento conjuntas en beneficio del usuario.

“Los trabajos son de mantenimiento preventivo, nosotros hacíamos eso”, señaló el trabajador consultado.