Se acercaron el uno al otro y se abrazaron con lágrimas en los ojos en medio de aplausos, globos y ramos de flores.
Hacía 21 años que Cándido Macoto no veía a su madre, Magdalena García. “Estoy feliz”, dijo Macoto, de 43 años y quien trabaja en una florería de Brooklyn. “No tengo palabras para describir este momento”.
El reencuentro, ocurrido dentro de un barco en un muelle de Manhattan, fue posible gracias a un programa del estado de Morelos, en México, que facilita el trámite de visados a padres o madres mexicanos de más 60 años que quieren pasar unos días con hijos que emigraron a Estados Unidos y a los que hace más de una década o dos que no ven. Otros estados, como Puebla o Zacatecas, llevan a cabo programas similares gracias a convenios con la embajada de Estados Unidos en México.
“Ha pasado largo tiempo”, dijo García, de 67 años, ya sentada, tras haber conocido a dos nietos y un bisnieto, sosteniendo un ramo de rosas rojas que su familia le llevó a modo de bienvenida.
Veintisiete familias, en su mayoría con padres y madres que residen en Morelos, se reunieron el miércoles en el barco entre mesas con manteles blancos y una melodía de piano. El gobierno estadounidense mantiene medidas estrictas para otorgar visados de turista a ciudadanos mexicanos, quienes entre otras cosas deben demostrar cierta solvencia para poder obtenerlos.
Las familias de los abuelos que aterrizaron el miércoles pagaron los vuelos y la travesía en barco, que fue idea de los hijos mexicanos que viven en Nueva York y que quisieron hacer algo especial por sus padres. La mayoría de los hijos viajaron ilegalmente a Estados Unidos cuando eran jóvenes en busca de una vida mejor. Hace unos meses enviaron la solicitud para traer a sus padres al club de migrantes Pulso Nueva York, quien hizo de enlace entre las familias y el estado de Morelos.
“Esto es muy significativo ahora porque con este gobierno uno se imagina que nunca más va a regresar a su país o a ver a su familia”, dijo Aline Valdes, presidenta de Pulso Nueva York, en referencia al gobierno del presidente Donald Trump, quien ha impuesto duras medidas para frenar la inmigración ilegal hacia su país.
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Los hijos que viven en Nueva York se vistieron elegantemente para la ocasión y trajeron a sus propios hijos y parejas al barco. Muchos empezaron a llorar en el momento en que vieron a su padre o madre esperando en el muelle, antes de subir al bote.
“Estoy muy emocionada. Muy alegre y muy agradecida con Dios por haber hecho esto posible”, dijo Marta Méndez, de 48 años, tras haberse reunido con su padre Luis Méndez, de 74, tras más de dos décadas de no verse en persona.
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“Nos veíamos las caras gracias a la tecnología, pero no es lo mismo”, dijo Luis, que al igual que el resto de abuelos, podrá quedarse en Estados Unidos tres semanas.
El estado de Morelos inició el programa de reunificación, llamado “Corazón de plata”, el año pasado y lo ha llevado a cabo en ciudades como Chicago. El estado de Puebla llevó aproximadamente a 600 padres y madres mexicanos a Los Ángeles, Nueva Jersey y Nueva York en 2016 pagando además por sus vuelos.