Home office a la legislación en el Congreso
Ocho iniciativas presentadas en el Congreso buscan que el trabajo a distancia sea introducido en las leyes laborales, su propósito es delimitar las responsabilidades de patrones y empleados bajo este esquema de trabajo
Eduardo BuendiaEl trabajo fuera de los centros laborales (home office), se convirtió en parte de la nueva normalidad para millones de personas desde el surgimiento de la pandemia por COVID-19.
El confinamiento social recomendado por autoridades nacionales e internacionales propició que en oficinas y negocios parte de su personal realizara las mismas labores a distancia, mediante el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC).
A pesar de que la figura del teletrabajo ya era utilizada por muchas compañías en el mundo antes de la emergencia sanitaria, las medidas provocaron su aumento.
México no es la excepción, sin embargo es necesario revisar esta figura y proteger los derechos de los trabajadores que desempeñan sus actividades desde casa; asimismo, es importante establecer las responsabilidades de los patrones que hacen uso de este esquema.
De acuerdo con estimaciones de firmas de atracción de talento, antes de la contingencia sanitaria, el 60 por ciento de las empresas en el país contrataba empleados bajo la modalidad de “home office”, porcentaje que aumentó a 90 por ciento cuando las autoridades de Salud ordenaron el confinamiento y distanciamiento social.
Desde el inicio de la LXIV Legislatura a la fecha se han presentado ocho iniciativas para reformar la Ley Federal del Trabajo (LFT) y la Ley Federal de Trabajadores al Servicio del Estado, seis de ellas a partir de la llegada de la pandemia, todas ellas enfocadas en regular el teletrabajo.
Una de las propuestas pertenece a Alejandra Noemí Reynoso, senadora del PAN, quien en octubre de 2018 –un año y cinco meses antes de que se decretara la emergencia por el virus SARS-CoV-2 en México– consideró la importancia de insertar en la ley la figura del trabajo a distancia.
“Cuando presentamos la iniciativa en el 2018 no fue pensada en una pandemia sino en la tendencia de que ya en otros países donde se a legislación ‘home office’ venía utilizando y que nos llevan mucha ventaja, 10 años o más, en que se considera como un trabajo forma el ‘“home office”’, aprovechando precisamente el uso de las tecnologías”, expone la legisladora en entrevista.
Un cuadro analítico de las ocho iniciativas, elaborado por el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República, revela que cinco iniciativas proponen la definición específica de trabajo a distancia dentro de la LFT así como la del teletrabajador.
La mayoría de las iniciativas coinciden en que la LFT establezca todos los factores con los que debe contar el convenio entre patrones y los trabajadores a distancia, así como las condiciones de servicio, jornadas laborales, medios tecnológicos, custodia de equipos, medidas de productividad y seguridad informática, entre otros aspectos.
“Si hacemos memoria, en la Ciudad de México, cuando hay una contingencia ambiental, la primera invitación es que, quienes puedan, hagan “home office”. Es decir, lo que yo creo es que el trabajo a distancia no tiene que ser solo ante contingencias.
Desafíos del home office
El trabajo a distancia se convirtió en un medio de superviviencia para muchas empresas en esta pandemia, comenta Alberto del Castillo, director de experiencia al cliente de la compañía Adecco.
El directivo de la firma dedicada a la atracción de talento agrega que mientras dure la emergencia sanitaria la visión a futuro debe ser la búsqueda por hacer más eficientes los procesos y alcanzar una mayor productividad del personal bajo el esquema de “home office”.
Con respecto a la legislación para regular su utilización, Del Castillo enfatiza en que es necesario delimitar los derechos y obligaciones en la relación del trabajador con su empleador.
“Hay países que, derivado de todo esto, están trabajando en iniciativas que les permitan regular y matizar bajo estas circunstancias, debemos establecer cuáles son ahora las responsabilidades, los derechos y obligaciones de ambas partes”, explica.
Entre los desafíos más importantes que enfrentan las compañías en México para que el “home office” sea una modalidad efectiva para su productividad, se encuentran las carencias de conectividad, por lo que debe acelerarse su desarrollo para garantizar el buen funcionamiento de este esquema laboral, explica el director de experiencia al cliente de Adecco.
Entre esos obstáculos que deben sortearse por parte de las empresas se encuentran las fallas en servicios como internet o la falta de interfaces que permitan al trabajador estar en contacto con su centro de trabajo de manera óptima.
“Existe el reto de garantizar que la persona tenga conectividades, también la inversión del capital humano a la distancia, no porque esté en “home office” debes olvidarte del desarrollo de las personas; se debe optar por la estrategia y también trabajar en el liderazgo a distancia para comandar de manera remota, pero eso tiene su complejidad, es necesario motivar a la gente que no está al lado”, expresa Alberto del Castillo.