Homenaje al olvido
La puerta frente a la que hace casi cinco años asesinaron a los estudiantes Jorge Mercado y Javier Arredondo aún causa controversia en el Tecnológico de Monterrey.
Fuentes al interior del instituto señalaron que hay una molestia generalizada porque las autoridades no han publicado una convocatoria para renovar de forma conmemorativa el espacio en el que murieron los estudiantes el 19 de marzo del 2010.
Pedro Pablo CortésLa puerta frente a la que hace casi cinco años asesinaron a los estudiantes Jorge Mercado y Javier Arredondo aún causa controversia en el Tecnológico de Monterrey.
Fuentes al interior del instituto señalaron que hay una molestia generalizada porque las autoridades no han publicado una convocatoria para renovar de forma conmemorativa el espacio en el que murieron los estudiantes el 19 de marzo del 2010.
Tras casi cinco años de permanecer cerrado, el Tec reabrió el polémico acceso el 3 de febrero pasado, cuando anunció en la página de Facebook de Distrito Tec que publicarían una convocatoria este 3 de marzo para recibir propuestas de cómo renovar el espacio.
Sin embargo, en lugar de publicar la convocatoria, el 3 de marzo se editó la publicación en Facebook para borrar la fecha prometida, lo que algunos miembros de la comunidad Tec interpretaron como un desaire.
Desiderio Herebia Vela, egresado de la institución y uno de los impulsores del proyecto, agradeció la apertura inicial de las autoridades del Tec, pero señaló que a veces toman acciones que le restan solemnidad a la memoria de Jorge y Javier.
“No puedo dejar de lado el hecho de que su apertura (del acceso) no fue hecha durante el 19 de marzo, ni se conformó este espacio donde los miembros de la comunidad Tec pudieran mandar sus propuestas”, explicó el politólogo.
“El acceso no debió haber sido reactivado hasta que se tuviera el proyecto terminado, de otra forma le quita solemnidad al evento”.
Piden más inclusión
Adriana Elizondo, también promotora del proyecto, expuso que es necesario que el Tec incluya a la comunidad para que se respete la memoria de los estudiantes.
“Lo ideal creo que sería una propuesta multidisciplinaria”, dijo, “en donde se cubran todos los puntos, desde la creación de un espacio amigable para sentarse, un espacio agradable para la vista, pero además un espacio con un fondo, con un significado.
“Un espacio que nace a partir de un hecho trágico y por lo mismo nace como una respuesta propositiva, con ganas de dejar un mensaje diciendo: ‘aquí nos pasó algo triste, lo aceptamos, pero mira cómo lo arreglamos’”.