La organización Human Rights Watch (HRW) afirmó ayer que algunas evidencias sugieren la ejecución extrajudicial a manos de policías federales de civiles y presuntos criminales que huían o se habían rendido.
La organización con sede en Nueva York es el segundo organismo internacional en pedir a las autoridades de México aclarar lo que sucedió el 6 de enero en Apatzingán y el 22 de mayo en Tanhuato, ambas localidades de Michoacán.
En los dos episodios murieron 50 personas.
En Tanhuato, 42 presuntos criminales fallecieron en un supuesto enfrentamiento y sólo un policía federal murió. En Apatzingán, ocho civiles murieron por disparos en la calle, algunos cuando intentaban protegerse bajo una camioneta.
El grupo señaló que hay declaraciones de testigos que sugieren que las muertes no fueron resultado de un enfrentamiento, como el gobierno sostiene.
“Sobre la base de la evidencia disponible, pareciera que estamos ante otras dos graves atrocidades cometidas por miembros de las fuerzas de seguridad mexicanas”, dijo Daniel Wilkinson, director de la división de las Américas de HRW, en un comunicado.
Agregó que “si bien el gobierno insiste en que la policía actuó correctamente en ambos casos, los hechos relatados por los testigos claramente sugieren que hubo ejecuciones extrajudiciales”.