Hoy, 18 de enero, se cumple un año de un hecho violento que conmocionó a Nuevo León y a todo México. Fernando ‘N’, un joven de 15 años, sacó de su mochila una pistola calibre .22 y disparó en contra de sus compañeros y maestra.
Después, sacó más municiones, cargó su arma y se disparó en la cabeza. Muchos elementos se conjuntaron para que Fernando fuera el protagonista de una tragedia que reveló una realidad sobre lo que ocurre con los niños y jóvenes del país.
Sociedad y autoridades deben trabajar en conjunto para evitar que algo como lo que ocurrió hace un año se vuelva a repetir; una primera medida fue la de dotar de mochilas transparentes a los alumnos de escuelas para que no fuera tan sencillo transportar armas de fuego, pero las medidas de prevención no quedan ahí.
La Secretarías de Salud y de Educación de Nuevo León llevaron a cabo un diagnóstico de estudiantes de educación básica para conocer la salud mental e identificar posibles conductas de riesgo, a fin de prevenir hechos violentos al interior de los planteles educativos.
Los resultados arrojaron que existen 5 mil 755 alumnos que tienen un riesgo alto de presentar una conducta que puede poner en riesgo su salud o la de sus compañeros; en riesgo medio, se identificaron a 43 mil 990 alumnos.
Con un avance de captura de 77 por ciento de las encuestas, aplicadas a más de 74 mil estudiantes de secundaria, la Secretaría de Educación detectó 840 alumnos considerados focos rojos por el riesgo de violencia.
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En rueda de prensa, los secretarios de Salud, Manuel de la O Cavazos, y de Educación, Arturo Estrada Camargo, señalaron que, a través de la plataforma del Programa Salud para Aprender, se aplicó una encuesta a padres o tutores de 332 mil 533 alumnos de preescolar, primaria y secundaria, y a maestros de más de 74 mil alumnos de secundaria.
El estudio incluyó preguntas sobre el uso de medios electrónicos, conductas de ansiedad, así como el contacto de los menores con el alcohol y el tabaco, lo que permitió realizar una clasificación de bajo, medio y alto riesgo en la conducta de los estudiantes.
El secretario de Salud manifestó que los alumnos detectados con riesgo alto recibirán atención integral de especialistas a través de los 26 Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA) y del Hospital Psiquiátrico, con que cuenta la Secretaría de Salud, del Instituto de Salud Mental de la Secretaría de Educación.
También participará la Facultad de Psicología y el Hospital Universitario de la UANL, entre otras demás instituciones, para atención de los alumnos que presentan conductas de riesgo.
Los estudiantes que se encuentran en riesgo medio y bajo tendrán actividades lúdicas de prevención como talleres y actividades tanto en los planteles educativos como en la comunidad.