La reforma para que los legisladores y alcaldes puedan ser reelectos va viento en popa.
En medio de una andanada de críticas de los propios legisladores, este proyecto avanza para abrirle la puerta a la reforma energética.
El PAN puso como requisito para entrar al tema energético el que se aprobara la reforma política-electoral. En el Senado ya quedó aprobada y se espera que se haga lo mismo –incluso sin que pase por las comisiones– en la Cámara de Diputados.
Durante la sesión de este martes fue aprobada en lo general con 106 votos en favor, 15 en contra y una abstención esta reforma que incluye cambios a más de 25 artículos de la Constitución. De inmediato inició el debate en lo particular.
Los senadores y diputados, centro de las mayores críticas del sistema político del país, serán reelegibles. Los diputados hasta en tres periodos y los senadores en dos.
Es decir que podrán estar en su cargo si se les reelige hasta doce años. Con esto el famoso aforismo de Francisco I. Madero: “Sufragio efectivo no reelección”, que durante años se usó incluso en la papelería oficial del gobierno, empieza a desvanecerse.
Los legisladores se ufanaron de este cambio, aunque en realidad hay decenas de ellos que en la práctica tienen más de 20 años brincando de Cámara a Cámara del Congreso aún y cuando no existe hasta este momento la reelección.
La reforma era parte del Pacto por México, pero el PRD acusó que se estaba negociando sin su participación y por eso abandonó el famoso pacto.
Anoche en la larga discusión del tema los perredistas reservaron artículos pero no lograron los cambios y fue aprobada principalmente por panistas y priistas.
Otra de las modificaciones es que se le cambiará el nombre al Instituto Federal Electoral (IFE) por el de Instituto Nacional de Elecciones (INE).
Y si bien no tendrá el control total de las elecciones en los estados como se pedía originalmente, sí se pondrán una serie de candados para evitar la intromisión de los gobernadores en los procesos electorales.