El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) tiene en el horizonte uno de los retos más importantes de su historia: regular la adopción de las tecnologías de quinta generación (5G).
Además de establecer las reglas “del juego”, este órgano autónomo llevará a cabo las licitaciones del espectro que podrá ser utilizado para la adaptación y despliegue de esta tecnología, todo bajo prácticas con estándares internacionales.
“El Instituto ya ha hecho un trabajo importante identificando las bandas altas, medias y bajas que se pueden poner a disposición del mercado, lo que sigue es llevar a cabo las licitaciones”, explica Sóstenes Díaz, comisionado del IFT.
Pese a los retos que le esperan, la utilidad de este órgano autónomo fue puesta en duda por el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque la recién llegada titular de la Secretaría de Economía, Tatiana Clouthier, aseguró que el IFT está blindado por acuerdos comerciales internacionales.
El mandatario señaló en enero de este año que algunos órganos autónomos “no tienen ninguna función social”, por ello era necesario desaparecerlos o subordinarlos a dependencias federales.
Aunque Díaz evita referirse a los efectos de desaparecer el IFT en el contexto de la próxima adopción de la 5G, si recuerda lo que ocurría con el servicio de telefonía celular y costos previo a su creación como órgano autónomo.
“El riesgo que veo es que el dinamismo se pierda, que la regulación asimétrica no sea efectiva y que la competencia se reduzca, todo eso es sumamente importante por toda la economía digital que corre por arriba de las telecomunicaciones”.
El IFT debe asegurar que en el despliegue de esta tecnología se establezcan nuevos esquemas de asignación de espectro, garantizar el principio de neutralidad tecnológica y estándares adecuados de seguridad y privacidad de datos del usuario en el uso de dispositivos relacionados al Internet de las Cosas, entre otros objetivos como la generación del Sistema Nacional de Infraestructura.
“Otra de las cuestiones es que esta tecnología va a requerir mucho despliegue de fibra óptica que permita manejar la cantidad de tráfico, así como la velocidad que se está requiriendo y en ese sentido se necesita que se pueda compartir esa infraestructura para que se reduzcan costos de despliegue de esa parte de la red que le llamamos Backhold además de diversas acciones del IFT para que se lleve a cabo esa acción”.
Países avanzados en la red 5G
Aproximadamente mil millones de usuarios estarán usando tecnología 5G para el segundo semestre de 2023, de acuerdo con cálculos de GSA Report.
Países como Canadá, Estados Unidos y Brasil, en el continente americano se encuentran en el proceso de lanzamiento de redes 5G, en tanto que en Europa, naciones como Inglaterra, España, Italia, Noruega, Suecia, Finlandia y Alemania comparten esta etapa.
En el caso de los países asiáticos, destacan el avance de China, Japón, Tailandia y Corea del Sur, de hecho este último fue el primer país en desplegar la red de telecomunicación 5G y se espera que encabece la penetración de esta tecnología hacia 2025.
Australia y Sudáfrica también encabezan esta carrera por desplegar dicha tecnología.
Hasta junio de 2018, Corea del Sur tenía el mayor porcentaje de conexiones de fibra de banda ancha fija total, seguida de Japón, Lituania, Latvia, Suecia y España.
“En América Latina los pioneros en la adaptación de esta tecnología han sido Brasil, Uruguay y Puerto Rico, además de algunos países del Caribe”, detalla Jesús Romo, integrante de Telconomia.
De acuerdo con el analista existen varios factores que condicionan la adopción y puesta en marcha de la red 5G. Por ejemplo, el espectro radioeléctrico que se pueda concesionar o con el que ya cuentan los desarrolladores para poder adaptarla y las inversiones que lleven a cabo los operadores.
Asimismo influirá la demanda de los usuarios por esta tecnología, que dará incentivos a los proveedores para desarrollarla.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la próxima generación de redes inalámbricas tiene el potencial para estimular la innovación y satisfacer la creciente demanda de la economía digital.
“Las partes interesadas de la industria han expresado la opinión de que 5G no es solo la próxima tecnología móvil, sino más bien un nuevo enfoque para los sistemas de comunicaciones convergentes que hacen un uso más eficiente de los recursos disponibles en sus redes, incluido el hardware, software y espectro para permitir nuevos y mejores servicios y aplicaciones para empresas y consumidores”, señala este organismo internacional en su reporte The Road to 5G Networks.
Para las industrias, esta tecnología representará mayor productividad gracias a que habrá más velocidad de descarga de servicios de banda ancha para empresas, uso de soluciones más efectivas en la nube y mayor uso del Internet de las Cosas.
Además generará nuevas formas de competencia en los mercados de banda ancha y telefonía móvil.
Sin embargo, estos beneficios dependen de la velocidad con la que se implemente la red 5G y su adopción por parte de las empresas y los usuarios de telefonía móvil.
Otro punto importante que destaca la OCDE es que los beneficios también dependen de la evolución de los modelos de negocios, el desarrollo de los estándares y la adaptabilidad de los marcos regulatorios e institucionales.