Ignora Ejército a autoridades
Ayer las autoridades de Jalisco de nuevo quedaron al margen de los operativos de elementos castrenses en Guadalajara.
Solo pudieron activar el “Código Rojo” una vez que fueron iniciados los trabajos por parte de la autoridad federal en la colonia Providencia, una zona de alta plusvalía en Guadalajara.
Y es que la cruenta guerra por el control de Jalisco apenas empieza. La división entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) toma nuevas aristas.
Indigo StaffAyer las autoridades de Jalisco de nuevo quedaron al margen de los operativos de elementos castrenses en Guadalajara.
Solo pudieron activar el “Código Rojo” una vez que fueron iniciados los trabajos por parte de la autoridad federal en la colonia Providencia, una zona de alta plusvalía en Guadalajara.
Y es que la cruenta guerra por el control de Jalisco apenas empieza. La división entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) toma nuevas aristas.
El operativo realizado ayer en Guadalajara en busca de Nemesio Oceguera Cervantes “El Mencho”, líder del CJNG y en el que se logró supuestamente la captura de cinco de sus operadores, pone en evidencia que se está llevando a cabo una depuración entre los grupos.
Las versiones sobre la detención de al menos cinco personas en un departamento de la calle Nelson número 450, a escasas cinco cuadras de Casa Jalisco –residencia del gobernador– no pudieron ser del todo confirmadas.
El secretario general de Gobierno, Víctor Manuel González Romero, informó que el operativo fue realizado por el Ejército, pero al cierre de esta edición, no dio cuenta de las detenciones.
En algunos medios se dio a conocer que entre los detenidos se encontraban Juan Reyes Mejía González o Joel Reyes Álvarez, apodado “El R1”, y otro sujeto apodado “El R2”.
Sin embargo, las referencias sobre ambos no coinciden con los nombres expuestos en la última comunicación que publicó el Cártel de Sinaloa en el Blog del Narco.
En dicho comunicado señalaban a Ramón Álvarez Ayala como el “R-1” y Rafael Álvarez Ayala como el “R-2”, ambos presuntos colaboradores del líder del CJNG.
Los señalados en la comunicación del Cártel de Sinaloa eran acusados de haber aprovechado su lugar en la organización para “secuestrar, robar, extorsionar, cobro exagerado de cuota y asesinar a gente inocente”.
Por otra parte, en los alrededores del departamento cateado la incertidumbre se hizo presente.
La falta de coordinación fue tal que mientras la autoridad estatal anunciaba el término del operativo militar, una treintena de efectivos castrense en cuatro unidades se volvían a apoderar del sitio.
Algunos medios señalaron que el Ejército buscaba desactivar algunos dispositivos explosivos que se encontraban al interior de la finca.
También trascendió que uno de los buscados se encontraba al interior de un gimnasio a escasas cuadras de donde se realizó el operativo y que incluso amenazó con activar algunas granadas, la versión –al cierre de esta edición– tampoco fue sostenida.
La presencia de militares se extendió en otras zonas de la ciudad, como el fraccionamiento Valle Real, pero sobre todo en las salidas a carretera en donde el pasado 25 de agosto ocurrieron siete de los 28 narcobloqueos.
Desde el mediodía se reportó la presencia de un helicóptero del Ejército que sobrevoló la zona en donde se realizó el operativo.