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IMPI: No hay conflicto de interés

El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) negó ayer que Miguel Ángel Margáin incurra en un conflicto de interés por el hecho de haber sido abogado de grandes marcas y que ahora sea director general de dicho órgano.

Alfredo Rendón, director general adjunto de Propiedad Industrial del IMPI, señaló en entrevista que no existe conflicto de interés en tanto que Margáin no participa de forma directa en la resolución de los asuntos que se tratan en el Instituto.

"El director general no se entera de los asuntos, tengan esta particularidad o no. Son más de mil asuntos al año en el tema contencioso; ningún director podría conocer de todos"
Alfredo RendónDirector general adjunto de Propiedad Industrial del IMPI

El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) negó ayer que Miguel Ángel Margáin incurra en un conflicto de interés por el hecho de haber sido abogado de grandes marcas y que ahora sea director general de dicho órgano.

Alfredo Rendón, director general adjunto de Propiedad Industrial del IMPI, señaló en entrevista que no existe conflicto de interés en tanto que Margáin no participa de forma directa en la resolución de los asuntos que se tratan en el Instituto.

“No puedo hablar por él, pero lo que sí puedo decir es que no se genera un conflicto de interés porque él no está resolviendo los asuntos. El que está a cargo de esa área y el que ha participado en todos los asuntos soy yo. Estos asuntos están a mi cargo.

“En todos los asuntos en los que ha participado el despacho en el que colaboraba el licenciado Margáin, él se excusa o no participa de ninguna manera en ellos. Él no participa ni conoce de los asuntos”, explicó Rendón.

Reporte Indigo solicitó una entrevista ayer con Miguel Ángel Margáin para que aclarara su relación con la empresa Intel, sin embargo, el funcionario federal no aceptó la petición.

En su lugar, la réplica fue concedida por  Rendón.

El subalterno aseguró que el director general del IMPI nunca le ha instruido sobre cómo resolver un caso y tampoco han sentido la presión de beneficiar a quienes alguna vez fueron clientes de Margáin.

“Yo llevo 20 años aquí y no he tenido ningún tipo de presión para resolver, ni ahora ni antes, para resolver a favor de ninguna empresa y mira que se ha sancionado a empresas grandes que para qué le digo nombres, pero hemos tenido problemas, litigios entre empresas grandes y se les ha sancionado. El despacho que él representa ha perdido muchas, ha ganado muchas, y no es un factor determinante.

“El IMPI actúa con las facultades que tenemos cada servidor público, como se ha venido haciendo desde hace mucho tiempo y, en este caso en concreto, no ha habido ninguna instrucción, ninguna participación y, le repito, a este nivel ni siquiera teníamos ubicado el caso y mucho menos al nivel de dirección general”, explicó.

En el Instituto, los casos se resuelven mediante un protocolo de actuación establecido que dicta la labor de cada uno de los servidores públicos que trabajan en el IMPI.

Primero, el caso se analiza por un examinador; después lo revisa un jefe de departamento; firma la resolución la subdirección;  y en algunos casos los asuntos se hacen del conocimiento de la dirección divisional o la dirección general adjunta.

“El director general no se entera de los asuntos, tengan esta particularidad o no. Son más de mil asuntos al año en el tema contencioso; ningún director podría conocer de todos”, aseveró el funcionario.

Rendón sostuvo que en casos como los de iFone o Eccosport, que fueron resueltos ya en la administración de Margáin, éste no participó en modo alguno en las resoluciones.

“Él nunca me ha dicho ni me ha preguntado de estos asuntos”, comentó.

Un término nuevo

Para Alfredo Rendón, el término de trademark bullying es nuevo y, a pesar de que en Estados Unidos se trata de una práctica reconocida, en México no se le trata como una especie de acoso.

El envío de cartas para “invitar” a que una empresa desista de utilizar una marca es, para Rendón, un derecho que le da ser poseedor de una propiedad industrial.

“Yo no lo veo como una manera de hostigar, simplemente es decirle: ‘yo considero que estás usando un derecho de propiedad industrial que es mío y lo estás usando sin mi consentimiento. Yo así lo veo.

“Para mí no existe (el acoso). Yo creo que es una práctica muy común que, como titular de un derecho, advertir: ‘oye, estas usando mi derecho’”, consideró Rendón.

En el caso de Intel Corporation contra Intel Bureau, Rendón opinó que la pequeña empresa debe esperar a que haya una resolución del IMPI para acusar al Instituto de tener una actuación parcial.

“No hemos resuelto. Con todo respeto para este señor, yo creo que se está adelantando. Yo le pediría que nos deje resolver. Él hizo un pronunciamiento a priori cuando todavía no hay resolución aquí del IMPI. No tenemos todavía un criterio definido del IMPI en este asunto, así que yo creo que estamos hablando un poco en el aire”, juzgó Rendón.

Será en las próximas semanas cuando el IMPI decida si Intel Bureau debe dejar de utilizar el nombre de su marca para dar la razón a Intel Corporation, o si la trasnacional deberá respetar el nombre de la empresa para que continúe utilizándolo.

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La lucha de Antonio Rendón y su pequeña empresa Intel Bureau contra Intel Corporation no es la primera que enfrenta el gigante de la computación.

La compañía norteamericana ha llevado litigios a nivel nacional e internacional contra marcas que llevan en sus nombres la partícula “Intel”, acrónimo de la palabra “inteligencia”.

En México, Intel ha ganado demandas contra cinco empresas nacionales que no están relacionadas con la fabricación de microprocesadores.

Sin embargo, la compañía líder también ha sufrido serios descalabros.

CASOINTEL Lucha dispareja en el IMPI

En septiembre del 2009, Antonio Rendón fundó Intelbureau, una empresa dedicada a realizar estudios e investigaciones de coyuntura. En abril del siguiente año recibió su registro como marca por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y en julio terminó oficialmente el proceso.

Ese título ampara el nombre de la marca y el diseño de su logotipo hasta el 2019. El nombre, sin embargo, ya era utilizado por esta empresa desde que fue creada.