Los mejores días del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) están por venir, aseguró su director general, Zoe Robledo.
Lo anterior, con el argumento de que el IMSS superó su episodio más adverso: por la pandemia de COVID-19 y por 36 años de “vendaval neoliberal”.
Asimismo, afirmó que la dependencia se convirtió en el eje del estado de bienestar que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador.
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Ante la crisis económica que acompañó la emergencia sanitaria, Robledo destacó que medidas como los Créditos Solidarios a la Palabra, la reforma de subcontratación y el incremento al salario mínimo —que López Obrador espera sea en consenso tripartito este año— significaron ingresos adicionales por nueve mil 800 millones de pesos al IMSS.
De este modo, el acumulado de las reservas financieras del instituto garantiza 12 años de suficiencia pues, al cierre de octubre, la diversificación de inversiones representó cinco mil 282 millones de pesos adicionales a lo presupuestado por el cobro de intereses y 37 mil 535 millones de saldo contable más que al cierre del 2020.
Además de que la recaudación no acumulada superó los 315 millones de pesos con relación al año pasado, se registró un superávit de seis mil 311 millones de pesos respecto a la meta de este año y se tiene alrededor de tres mil 300 millones de pesos adicionales gracias a actos propios de fiscalización y cobranza.
Robledo informó que el IMSS aprovechó la pandemia para saldar sus déficits, pues hoy cuenta con “233 hospitales reconvertidos, 18 unidades de expansión, 47 mil 185 trabajadores contratados y el dato más importante de todos: cero rechazos. A nadie se le cerró la puerta, nadie se rindió tampoco, nadie se detuvo, en total 1.5 millones de casos confirmados por el IMSS, 314 mil hospitalizados, 33 mil de ellos sin seguridad social”.