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La historia del fraude millonario al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cometido con la suplantación de identidad de un centenar de jugadores del futbol mexicano, para el cobro irregular de incapacidades médicas, fue sólo botón de muestra del gran negocio ilegal que ha surgido alrededor de estos certificados.
La Coordinación de Investigación y Asuntos de Defraudación del IMSS, junto a las áreas jurídicas de sus delegaciones y Unidades Médicas de Alta Especialidad, han identificado actividades ilegales con el uso de estas incapacidades en 14 entidades federativas, la mitad del país, en una incidencia que va al alza.
La potencialidad de “ordeñar” las finanzas del IMSS con estos certificados es alta, y así lo mostró el caso de los jugadores originado en 2011 y 2012.
Según registros recientemente desclasificados, esa red de estafadores le pudo extraer hasta 369 mil 196 pesos con sólo uno de los números de seguridad social que suplantaron:
Un gran riesgo de defraudación si se considera que tuvieron a su disposición hasta 101 de estos números de los miembros de equipos profesionales como Atlas, Chivas y Tecos en Guadalajara, y con los que efectuaron el cobro de 819 incapacidades.
Con la siguiente decena de cuentas de seguridad social que más explotaron, la misma red sustrajo montos superiores a los 200 mil pesos por cada una: fueron desde los 201 mil 293 pesos hasta 362 mil 557 mil pesos.
Cuando la estafa se detectó a fines de 2012, su ganancia ya rebasaba los 9 millones de pesos. Entre 2007 y 2015, el IMSS rastreó en el país 52 hechos con ese mismo modus operandi básico, desarrollados en nueve entidades, si bien más del 80 por ciento se concentra en 2013 y 2014 (24 en aquel, 19 en este).
En los archivos de la actividad jurídica del IMSS, hay al menos 96 denuncias penales que presentó en esos nueve años, específicamente por el uso ilegal de incapacidades, desde estos cobros por personas que suplantan la identidad de otras (como en Guadalajara), hasta su falsificación y el robo de la documentación con que se emiten.
Según estos, los hechos ilegales alrededor de las incapacidades se han incrementado en un nivel muy importante en los últimos años.
La tendencia inició en 2012, si de 2007 a 2011 se presentaron en promedio tres denuncias por ello, para dicho año se dispararon a 14; en 2013 llegaron a 34, y en 2014 a 26.
En 2014, la Coordinación de Investigación y Asuntos de Defraudación presentó esta denuncia penal en el Distrito Federal, desprendida del momento justo en que un individuo intenta cobrar una incapacidad, haciéndose pasar por alguien más:
“Personal IMSS se presentó ante el Ministerio Público de la Federación con el objeto de hacer suya la denuncia presentada por la gerente del Banco HSBC, con motivo de la detención efectuada a la persona que, suplantando la identidad de persona diversa, se presentó a cobrar un certificado de incapacidad, y solicitó se dejaran a salvo sus derechos para ampliar dicha denuncia”.
Antes, en 2012, había presentado esta otra denuncia que apunta a que el uso ilegal de incapacidades ligado al fútbol mexicano no se ha dado sólo en Jalisco:
“Médicos del IMSS otorgaron incapacidades a un tercero quien, con un documento apócrifo, acreditó una supuesta lesión de 24 derechohabientes (jugadores del club Monterrey y Tigres), sin haberles realizado valoración médica y sin que estos se hayan presentado. Causando un perjuicio al IMSS”.
Esguinces millonarios
El cuidado con que se llevan a la práctica estos fraudes quedó manifiesto con el caso de los jugadores de Guadalajara.
Si los certificados emitidos por padecimientos inexistentes pasaron desapercibidos, fue en buena medida a que hacían referencia a las lesiones más comunes en ese deporte.
Hoy se sabe que el 39 por ciento de las incapacidades que salieron de la Unidad de Medicina Familiar 3 (323 de 819), fueron por supuestos esguinces en tobillo, rodilla u hombro, así se cobraron 3 millones 636 mil 407 pesos.
Esa fue la vía primaria para extraer cuatro de cada 10 pesos del golpe total (9 millones 396 mil 202 pesos). Después usaron los desgarres, así emitieron 132 incapacidades por un millón 416 mil 490 pesos; y en tercer lugar las luxaciones, con 108 incapacidades por un millón 262 mil 162 pesos.
Por contusiones se dieron 59 certificados por 744 mil 246 pesos y por contracturas 44 incapacidades por 500 mil 911 pesos. Son los cinco principales conceptos.
Los jugadores afectados formaban parte de los tres equipos locales más importantes, aunque en los registros del IMSS se hace referencia a siete equipos distintos, que mantiene en confidencialidad.
A través de uno de estos equipos se extrajeron 5 millones 668 mil 364 pesos con 46 de sus jugadores y 427 incapacidades; con el segundo fue un millón 908 mil 100 pesos, con 22 jugadores y 175 certificados; y con el tercero, un millón 125 mil 911 pesos, con 24 jugadores y 153 incapacidades.
El IMSS concluyó que la red de estafadores era interna, y que no involucraba a equipos ni jugadores.
“Este Instituto no ha realizado ninguna investigación a los equipos de fútbol pertenecientes a la Federación Mexicana de Fútbol (…) en su oportunidad se realizaron diversas investigaciones por la suplantación a diversos jugadores de fútbol profesional, sin que ello implicara que se investigara a los equipos de fútbol”.
Fueron cesados 12 doctores, dos auxiliares, tres oficiales y un especialista de Servicios Técnicos, y se multó al director, Carlos Díaz.
Mapa del fraude
Las tres entidades del país donde el IMSS ha detectado más hechos irregulares con las incapacidades médicas son: Estado de México, con 33 denuncias penales; Chiapas, con 25, y el DF, con 14.
Los cobros de incapacidades mediante la suplantación de identidad representan más de la mitad de todos estos casos que ha denunciado el IMSS desde 2007 (52 de 96).
Otras 24 denuncias fueron por el robo de la documentación utilizada para la emisión de las incapacidades.
Jalisco aparece con uno de estos robos en 2011; se han expuesto otras irregularidades con estos certificados en la Policía de Guadalajara, con un gran ausentismo por esta vía.