A pesar de que las autoridades locales y medios de comunicación han hecho un llamado a la población para que deje de tirar basura, colillas de cigarros, utilizar asadores o hacer fogatas para evitar incendios, Sandra Valdés, presidenta de la asociación civil Anillo Primavera aseguró que la mayor parte de las amenazas al bosque La Primavera surge de las presiones generadas por el crecimiento urbano.
El diagnóstico se da luego de meses en los que La Primavera ha sido blanco de incendios que alarman a la metrópoli por las implicaciones de estos en la salud y a las autoridades por la falta de acciones concretas en cuanto a la prevención de estos sucesos.
Apenas el pasado domingo un incendio volvió a mantener en llamas al bosque por horas, en la zona cercana a la Venta del Astillero, colindante con zonas habitacionales que se encuentran en las inmediaciones del bosque.
La Primavera es el principal pulmón de la metrópoli tapatía, un espacio de esparcimiento que por décadas ha sido parte integral de la vida de quienes habitan Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco, Tlaquepaque, Tonalá y Talpa.
En ese sentido, Anillo Primavera ha sido vigilante de este zona y en reiteradas ocasiones ha pedido a las autoridades la realización de acciones que ayuden a la conservación del bosque. Una de las medidas para cuidar al bosque se encuentra fuera de éste y no adentro.
Sandra Valdés explica que se debe crear una zona de amortiguamiento y transición que tome en cuenta a las 25 poblaciones que se establecieron en los alrededores de La Primavera.
Además, mencionó que debería haber una estrategia que contemple un pronunciamiento para la conservación de los corredores biológicos, realizado a partir de la utilización de herramientas municipales y declaratorias de áreas naturales protegidas a nivel municipio.
Aunado a una veda de fraccionamiento en el perímetro del bosque para bajar la presión inmobiliaria que se ejerce sobre el área natural protegida. La regulación de actividades agroindustriales en torno al bosque que reduzca las presiones que ejercen tanto los corredores tecnológico-industriales al norte del bosque como los invernaderos al sur.
De igual manera se da prioridad a lo que pasa al interior de este espacio natural, pues Anillo Primavera detalla que se deben regularizar las actividades recreativas al interior del área natural protegida de este bosque.
“Es importante que dentro del área natural protegida se haga un estudio de capacidad de carga para entender cuáles son las actividades y cuántas personas pueden ingresar al bosque antes de afectarlo. Ese estudio no existe y se siguen autorizando actividades recreativas dentro del polígono”, criticó Valdés.
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