La falta de registros de los alumnos e instituciones que realizan prácticas con cadáveres al interior del Instituto de Ciencias Forenses de la Ciudad de México (Incifo), las cuales avala el Tribunal Superior de Justicia, aún se desconocen.
En su publicación titulada Incifo: Sin respeto a los cadáveres, Reporte Índigo dio a conocer cómo alumnos de la maestría en cirugía estética de la Universidad del Conde, ubicada en Veracruz, practican sobre cadáveres que resguarda el Incifo sin que a éstos se les haya realizado la necropsia para determinar los motivos de la muerte, y sin que quede registro de sus actividades.
Felipe Takajashi, director de la institución donde se realizan estas prácticas, aceptó en entrevista que no solo las realizan los alumnos de la Universidad del Conde, también las llevan a cabo otras escuelas, y rechazó que se susciten de dos a cuatro veces por mes, como fuentes al interior del Incifo acusan.
“No vienen dos o cuatro veces por mes, este año tan solo vinieron hace 15 días, el día de la semana del 25 de septiembre estuvieron aquí haciendo prácticas y tengo entendido que acudieron en este año en otra ocasión, por ahí del primer cuatrimestre, entonces deben estar reflejadas en nuestro registro”.
Sin embargo, Takajashi fue incapaz de responder la cantidad de veces exactas que los alumnos de la Universidad del Conde ingresaron, pues asegura que es un trámite que depende de la dirección de finanzas del Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
“Normalmente se hacen los depósitos correspondientes, no lo recibimos nosotros, hay una plataforma integral de cobro que ni siquiera ingresa aquí al instituto, se va directamente a la dirección de finanzas del Tribunal y yo debo considerar, aquí no tengo los documentos, que si están establecidos (los registros de las prácticas)”.
Reporte Indigo pudo comprobar que alumnos de la Universidad del Conde realizaron prácticas en más ocasiones de las señaladas por Takahashi durante lo que va del 2019, además de otras visitas durante 2017 y 2018, no obstante, en los registros que entregó vía transparencia el TSJ del 1 de enero de 2014 al 28 de febrero de 2019, únicamente se encuentran señalados cinco ingresos en 2017.
A pesar de haber solicitado de manera formal una entrevista con el presidente del Tribunal Superior de Justicia para aclarar las irregularidades, no se ha obtenido una respuesta.
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Prácticas sin necropsia en el Incifo ¿Legales?
Felipe Takajashi asegura que al interior del Incifo se realizan prácticas en cadáveres sin haber sido necropsiados.
“Acuden alumnos diferentes instituciones a realizar prácticas. Estas prácticas evidentemente las realizan en cadáveres, no necesariamente sin necropsia, algunos con necropsia y algunos sin necropsiar; esto es debido a que para algunos procedimientos se requiere que el cadáver no esté necropsiado porque eso genera un problema para poder llevar a cabo ciertas disecciones”, explica Takajashi.
También relata que son los mismos directivos quienes deciden qué cadáver se presta a los alumnos para que los intervengan sin que cuenten con el procedimiento de necropsia.
Con respecto a la legalidad de estos procedimientos, el director del Instituto agrega que no incurren en una falta a la Ley debido a que los cadáveres resguardados ya tienen un certificado previo que emite un médico del sector salud.
“Ley General de Salud establece que efectivamente para disponer de cadáveres con fines de enseñanza o docencia se requiere la certificación de la pérdida de vida; esta la realiza un médico de la Secretaría de Salud y cuando envían el expediente para ingresar el cuerpo para la práctica de necropsia viene un documento que se conoce como acta médica o certificado de cadáver, lo que significa que ya un médico certificó la perdida de la vida”.
“No tenemos ningún problema con que se alteren estos indicios. Podemos tomar muestras de todos los órganos, los cuales, junto con los fluidos biológicos, no están expuestos, no los alteramos, no los contaminamos, por lo que no tiene ningún problema que se altere esa prueba”, comenta.
En contraste con los argumentos del director del Incifo, Pilar Ortega Martínez, presidenta de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, argumenta que estas prácticas en cadáveres sin necropsia revelan la falta de homologación de protocolos en materia de manipulación y resguardo de los cuerpos en todos los estados del país.
“Cualquier manipulación previa a la determinación de las causas de muerte puede incidir en generar una alteración que pudiera trastocar la investigación y pudiera desviar o generar problemas en encontrar la verdad.
“Para el desarrollo de la investigación criminal eso es muy importante, por eso es una parte central del sistema penal acusatorio, porque ahora está basado en las pruebas científicas para tener certeza de lo que sucedió, por eso la prueba pericial se convierte en una prueba central para encontrar justamente esa verdad”, expresa Ortega.
‘Una decisión Personal’
Peritos médicos forenses que laboran en el Incifo denuncian la falta de utensilios quirúrgicos para realizar necropsias.
Fuentes anónimas revelaron a este medio que el desabasto de material especializado no les permite efectuar sus labores al máximo de su capacidad. Y que en sustitución de las herramientas necesarias, se valen de instrumentos de cocina o ferretería.
En sentido contrario a estas denuncias, Felipe Takajashi niega que existe un desabasto de materiales.
“Aquí tienen todo lo necesario para llevar a cabo un proceso de necropsia completo e incluso con ayudante de necropsia, cosa que no tienen en otros lugares.
“Eso es común que lo usen (utensilios de cocina o de ferretería), que los soliciten, pero están a la disposición los equipos quirúrgicos. Es por una decisión personal, pero el equipo necroquirúrgico lo tenemos”, comenta.
Además de las herramientas, en el Incifo se cuenta con equipo en desuso por falta de personal calificado. Situación que ocurre con un equipo de radiología marca Siemens adquirido por el Tribunal Superior de Justicia en el 2010 para labores forenses.
“Fíjese que tenemos uno portátil que se adquirió en el 2010 Siemens de última generación en ese año: de baja radiación, no utilizaba películas, aparecía en un monitor, se podía guardar en la memoria USB, etcétera. No tuvimos un operador y se fue deteriorando. Ahora está en desuso definitivamente y estamos en vías de que el Tribunal adquiera uno nuevo. Es indispensable tener un equipo de radiología”, añade Takajashi.
En espera de certificaciones
Una decena de médicos no acreditó la especialidad en Medicina Forense, aun así labora en el Incifo realizando peritajes de necropsia.
“Calculo que el 95 por ciento de los médicos, hablando de los forenses que estamos adscritos al Instituto tenemos la especialidad; aquí tienen razón en el sentido de que la actual Ley orgánica del Tribunal hace mención en específico de que tengan cédula profesional de especialista. Evidentemente se les ha estado recomendando que tramiten su cédula”.
Con respecto a si la falta de actualización de los peritos podría afectar en los dictámenes que elaboran, el director negó esta posibilidad y explica que sí cursaron los estudios de Medicina Forense, solo les falta promover la obtención de su cédula.
“No existe riesgo de que los dictámenes se caigan por no contar con la cédula de especialidad porque sí tienen los estudios, solo les falta la cédula.
“Hay que esperar que se haga el examen del consejo para poderlo tramitar y el consejo tiene sus tiempos”, sostiene.