Ante la hostilidad de Estados Unidos en el trato con México, el país debería utilizar el tema de seguridad como carta de negociación, advirtió el Senado de la República.
México es el encargado de frenar amenazas potenciales para ese país, por lo que los negociadores mexicanos tienen ahí una herramienta que puede forzar a una mejor negociación, aseveró el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, de la Cámara alta.
“De la misma forma como la Casa Blanca ha utilizado el discurso interrelacionado de migración con seguridad, podría utilizarse la cooperación en seguridad como parte del paquete de negociación”, sostiene el Centro en su estudio “La Seguridad Fronteriza Estados Unidos-México, ¿un futuro incierto?”.
Como parte de una estrategia hemisférica de seguridad para proteger los intereses de la región, particularmente de Estados Unidos, Mexico ha tenido la tarea de evitar la incursión de grupos que puedan representar un riesgo para ese país, al entrar a territorio mexicano y atravesar la frontera de forma indocumentada.
Esto ha ocurrido a expensas de México, pues ha significado que menos turismo llegue al país, lo que representa la llegada de menos recursos económicos.
Al tema de los visados se suma la labor que México lleva a cabo en su frontera sur para contener el paso de migrantes centroamericanos hacia el país del norte, lo que evita una llegada incontenible de ellos, a Estados Unidos.
Esto ha ocurrido mientras el gobierno estadounidense ha reforzado cada vez más su frontera con México.
En el año 2000, los elementos adscritos a la Patrulla Fronteriza norteamericana eran 8 mil 580; en 2016, cuando Barack Obama concluyó su mandato, ya eran 17 mil 26 oficiales cuidando la frontera estadounidense.
Al asumir la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump firmó una orden ejecutiva para endurecer las leyes migratorias, lo que motivó el inicio de las gestiones para la construcción del muro fronterizo y la contratación de 10 mil nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza.
“La seguridad continuará siendo uno de los pilares de la relación bilateral ante la necesidad estadounidense de asegurar la frontera, pero el gobierno mexicano debe darle mayor peso como parte de un paquete de negociación que se encuentre incluido en torno a la discusión económica”, sostiene el Senado.
Un cambio negativo en la cooperación de la seguridad fronteriza, apunta, podría tener “consecuencias funestas” para la seguridad nacional de Estados Unidos y de la región.