La Secretaría de la Función Pública le da a Sarabia un plazo de 15 días para responder sobre este tema
"Hagan algo por favor, investiguen a este señor, consigan a alguien honesto y que no sea borracho, el aeropuerto se los va a agradecer, el País no necesita más gente como esta y quienes lo apoyan"
La Secretaría de la Función Pública (SFP) investiga a Rafael Castro González, nuevo director adjunto del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
El órgano encargado de hacer cumplir la ley a los funcionarios del Gobierno Federal tiene abierta una averiguación en contra de este funcionario debido a una serie de denuncias hechas en su contra.
Por eso es que Marco Antonio Moreno Bazán, titular del área de quejas de la SFP envió el oficio 09/448/TQR-1032/2013 al director general del AICM Alfonso Sarabia de la Garza.
En el documento se le explica al jefe inmediato de Rafael Castro González que existen una serie de denuncias anónimas en su contra por una larga lista de irregularidades y por lo cual se abrió el expediente DE-0033/2013-SACM.
Se adjunta el texto de un correo electrónico que se recibió en la SFP y en que detallan algunas de las actividades por parte de Castro González y de las que están en contra un grupo de trabajadores.
“Este señor solo está viendo en que locales del aeropuerto mete negocios con prestanombres y está aplicando presiones injustificadas a los clientes del aeropuerto para sacarles mordidas a cambio de facilidades y contratos”, explica el correo.
En esa denuncia también se acusa de ausencias a trabajar, de comidas de más de 4 horas en los restaurantes del aeropuerto y de exceso de bebidas alcohólicas en las mismas.
En parte del correo que le adjuntaron al director general se insiste en que Castro tiene una serie de colaboradores con un pasado ligado a temas de corrupción y ahora están operando la concesión del estacionamiento del AICM.
“Tiene colaboradores corruptos como el señor Felipe Espinola, gerente de promoción y optimización de servicios, quien sabemos lo corrieron de Aeroméxico por fraude, el señor es el que controla los millones que gana el aeropuerto por sus estacionamientos. Y además hace negocios con las pensiones de coches y presiona a los arrendatarios para que le regalen productos. Por ejemplo a los Duty Free les pide que saquen botellas de whisky y a todas luces eso es ilegal”.
Señalan que como trabajadores no tienen a quien acudir, pues Rafael Castro González es cercano al director general y es posible que este último incluso esté solapando sus actividades irregulares.
“Nos gustaría confiar en nuestro director general, pero como es su equipo de trabajo y solapa las irregularidades, no sabemos a quién recurrir”.
Reporte Indigo publicó el miércoles que en el AICM se contrató a principios de agosto a Rafael Castro González como director general adjunto a pesar de tener un pasado oscuro ligado a temas de corrupción.
En noviembre del 2010 el noticiero nocturno de Televisa dio a conocer una llamada entre Castro González y un supuesto funcionario del IMSS en la que acordaban un porcentaje de dinero en pago por información exclusiva de una licitación de venta de medicinas por 80 millones de pesos.
Los autores de la carta en la que se basa la investigación de la SFP justifican el anonimato de la denuncia pues temen a represalias.
Añaden que Rafael Castro González ya ha dicho en varias ocasiones que tiene órdenes directamente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de correr de sus puestos a todos quienes hayan trabajado en la administración panista.
“Esta denuncia anónima puede ser cobarde, pero el miedo a las represalias siempre estará ahí, no nos queremos quedar sin trabajo, no queremos que el director comercial se la viva borracho y haciendo sus negocios, no queremos que a todos nos tachen de corruptos.
“Hagan algo por favor, investiguen a este señor, consigan a alguien honesto y que no sea borracho, el aeropuerto se los va a agradecer, el país no necesita más gente como esta y quienes lo apoyan”.
Se asegura además que el chofer del director general, Alfonso Sarabia, gana hasta 40 mil pesos mensuales por la gran cantidad de horas extras que se les pagan. Critican que sea un sueldo mayor al de un gerente que tiene altas responsabilidades e incluso manejo de dinero.
La SFP le da a Sarabia un plazo de 15 días para responder sobre este tema y le exige que solicite a Rafael Castro González un informe pormenorizado y por escrito sobre cada una de las acusaciones en su contra.
Rafael Castro se defiende
Rafael Castro González asegura que es el primer interesado en que la Secretaría de la Función Pública investigue las denuncias en su contra.
Está convencido que las acusaciones son falsas y por eso se hacen de manera anónima.
“Mi área es la comercial y se ha tratado de buscar el equilibrio, de que todo sea transparente, de buscar que no haya actividades monopólicas, que la gente pueda tener una diversidad tanto en servicios como en comidas y en todo tipo.
“En tres meses es muy poco tiempo para juzgar mi trabajo, tres meses es relativamente poco, pero sí estamos dando señales de que todo esto sea una transparencia total, en donde la competencia sea la que siempre sobresalga y el usuario final que es el pasajero pueda encontrar una diversidad de servicios y que realmente tenga las mejores condiciones”, dice.
Sin embargo, no se atreve a dar nombres o grupos específicos que puedan ser los afectados por su nueva política comercial.
A pesar de que existe un oficio de la Secretaría de la Función Pública fechado el 24 de septiembre en el que se le pide un informe pormenorizado él asegura que nadie le ha notificado oficialmente de ese documento.
“Yo no he sido notificado oficialmente”, asegura.
En el fondo, indica, lo que quieren es dañar al director general del AICM, Alfonso Sarabia. Castro González insiste en que el tema de la llamada que dio a conocer Televisa en 2010 se resolvió a su favor en las instituciones encargadas de impartir justicia.
Asegura que los principales afectados han sido los integrantes de su familia porque siempre se ha manejado dentro de la ética que le exige su cargo.
¿Qué raro que el Aeropuerto no haya hecho oficial todo esto en un comunicado, no cree?
“Sí yo también. Yo por eso quise mandar mi carta”.
