Invi: promotor del caos
En la construcción irregular de un megaproyecto habitacional en la delegación Tlalpan para los afines a René Bejarano, sí hay un responsable directo, y es el Instituto de Vivienda del Distrito Federal (Invi).
Y es que la institución que dirige Raymundo Collins autorizó que en el predio de Rubí número 38 de la colonia Valle Escondido se edifiquen 547 viviendas de interés social a pesar de que no hay viabilidad en la zona.
Jonathan Villanueva
En la construcción irregular de un megaproyecto habitacional en la delegación Tlalpan para los afines a René Bejarano, sí hay un responsable directo, y es el Instituto de Vivienda del Distrito Federal (Invi).
Y es que la institución que dirige Raymundo Collins autorizó que en el predio de Rubí número 38 de la colonia Valle Escondido se edifiquen 547 viviendas de interés social a pesar de que no hay viabilidad en la zona.
El truco estuvo en dividir la obra en diversas etapas, mediante el programa de Mejoramiento en Lote Familiar para la Construcción de Vivienda Popular y de Interés Social del Invi, y así evitar la presentación de permisos.
Entre estos destaca la Licencia de Construcción, un Estudio de Impacto Ambiental, Opinión de la Agencia de Protección Sanitaria del GDF y una Consulta de Viabilidad de la Obra a la Autoridad del Espacio Público.
Es decir, que de acuerdo con el Instituto de Vivienda capitalino la obra en cuestión no tendrá 47 ni 547 departamentos como se muestra en dos Certificados de Uso de Suelo públicos, sino que se edificarán 48.
De acuerdo con la información obtenida a través de una solicitud de transparencia identificada con el número 0314000039714, este tipo de permisos no se requieren “debido al tamaño de la obra que a la fecha se atiende”.
Con ello el Invi advierte que ahí se construirán más viviendas, pues tras confirmar que el terreno le costó 49 millones con 500 mil pesos, informa que no es posible determinar el costo de la obra ya que el proyecto está dividido en etapas.
“El proyecto arriba mencionado consta de 48 viviendas de interés social y 48 cajones de estacionamiento.
“En virtud de que el predio se construirá en etapas, en este momento no es posible determinar el tiempo total de ejecución de la obra ni el costo total de la obra”.
Como ya se informó en las ediciones del 24 y 25 de abril, así como en la del 8 de mayo pasado, ya se edifica un complejo habitacional en una superficie de casi 10 mil metros cuadrados.
Ahí se explicó que en la zona carecen de agua potable, de drenaje y lugares para estacionarse ya que el predio está ubicado en un callejón que no supera los cuatro metros de ancho.
Mientras que la jefatura delegacional en Tlalpan, la Seduvi, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, la Secretaría del Medio Ambiente y demás dependencias se limitaron a desconocer el proyecto.
Truco a su favor
Mientras la Seduvi mostró un Certificado de Zonificación de Uso de Suelo en el que se autoriza hasta 547 viviendas, apareció otro en el que se delimitó a 47, el cual ha servido de base para el Invi.
Vía información pública este ente explicó que el certificado autoriza hasta 48 viviendas y que contó con el aval del Comité de Financiamiento del Invi en su 176 sesión ordinaria para su adquisición, mediante oficio DEAF/DF/001067/2014.
Ahí se indica que desde el pasado 24 de julio de 2013 aprobaron financiamiento a través del “Programa de Vivienda en Conjunto con la modalidad de Vivienda Nueva Terminada”.
Al delimitar que la obra se hará en etapas y a sabiendas que contará con más, el Invi evitó la presentación de los diversos permisos que harían imposible la construcción de nuevos departamentos.
Sin embargo, en la práctica, los casi 10 mil metros de terreno ya fueron removidos para comenzar los trabajos de cimentación, “desde luego, ya contemplan más viviendas”, afirman los vecinos de la zona. De esta forma las preguntas que se formularon mediante el sistema de información pública fueron respondidas de manera tajante: “por la magnitud de la obra que a la fecha se atiende (48) la normatividad vigente no requiere un documento de esa naturaleza”.
En esa misma solicitud la institución reconoce que el proyecto habitacional será en beneficio de los integrantes de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) de René Bejarano.
Pues de acuerdo con la directora de Integración y Seguimiento de la Demanda de Vivienda del Instituto de Vivienda, Mirna Estela Romo Martínez, el Movimiento Nacional por la Esperanza sí es el beneficiario.
A través de oficio DEPFPV/DISDV/001766/2004 señaló que respecto al predio Rubí 57 (antes 38) se encontró registro de gestión a nombre de la organización en cuestión.
En resumen, el Invi siempre ha tenido claridad de quiénes son los que vivirán ahí, que la obra será más grande que los 48 departamentos que mencionan y que por lo mismo deberían contar con todos los estudios de impacto ambiental.
No obstante, la obra continúa su desarrollo generando problemas a los vecinos de la zona; incluso, han derribado árboles y postes de luz al meter la maquinaria a la zona que hasta ahora es una recarga natural de los mantos friáticos.
El recuento
Desde finales del 2013, los habitantes de Valle Escondido se enteraron de que ahí construirían un proyecto de viviendas en el que el Invi y alguna constructora estaban involucrados.
Desde entonces han buscado respuestas ante la jefatura delegacional, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y hasta la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, sin que nadie atienda su causa.
Mientras ellos exigen claridad, las dependencias se deslindan entre sí. Hasta en respuestas a solicitudes de transparencia aseguran que no les corresponde atender el caso.
Tras confirmarse que el proyecto no cuenta con los permisos mínimos para que las viviendas sean habitables, los colonos preparan la defensa legal que pretende impedir la obra.
En tanto que el silencio de las autoridades continúa, también se han descubierto una serie de contradicciones entre los órganos de gobierno, pero el dinero, que asciende a casi 300 millones de pesos, sigue fluyendo.