Raymundo Martínez Vite ya no está en el puesto de alcalde de Tláhuac. Sin embargo, antes de irse sumó una nueva irregularidad a su historial de acusaciones de corrupción.
El exalcalde morenista, que pidió licencia definitiva en abril pasado para intentar ir por un cargo público en las elecciones de junio pasado, autorizó la compra de medicinas con un sobrecosto de más del 200 por ciento.
Lo anterior va en contra de las normas locales que indican que todas las adquisiciones públicas se deben hacer procurando las mejores condiciones para la administración gubernamental.
Es importante mencionar que el morenista enfrentó múltiples acusaciones de corrupción de 2018 a abril de 2021, lapso que estuvo en el cargo.
Esta no es la primera vez que la gestión de Martínez Vite pagó precios excesivos en medicamentos o insumos de salud, en 2020, durante la etapa más crítica de la pandemia de COVID-19, también lo hizo.
Precios inflados autorizados por Martínez Vite
En abril de 2021, la demarcación territorial adjudicó por invitación restringida el contrato 021/2021 a Jesús Alberto Amaya Cruz para la adquisición de medicamentos y material de curación, consta en la información sobre las adquisiciones de la alcaldía que se puede consultar en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).
Aunque en ese momento Martínez Vite ya no era alcalde de Tláhuac, el contrato menciona que fue él quien autorizó la compra antes de pedir licencia para buscar un cargo público en el proceso electoral pasado, mismo que no consiguió.
Mientras que el monto que se acordó como pago fueron 322 mil 851 pesos por la compra de 34 diferentes tipos de materiales.
Sin embargo, al menos 9 insumos, el 26 por ciento del total, fueron adquiridos con un sobreprecio que en algunos casos supera el 200 por ciento.
Por ejemplo, por 15 galones de 5 litros de Estericide, la demarcación pagó 900 pesos por cada unidad, un 16 por ciento más que en Farmalisto, proveedor que los vende en su portal de internet a 770 pesos.
También, Tláhuac compró 30 litros de jabón quirúrgico de un litro a 140 pesos cada uno, 191 por ciento más caro que en la tienda especializada Nafarrete Equipo Médico, donde el litro cuesta a 48 pesos.
En tercer lugar, la alcaldía adquirió 50 cajas de tiras reactivas para glucómetro, marca One Touch a un precio unitario de 530 pesos, un 47 por ciento más caro que en Farmacias del Ahorro, donde el mismo producto se vende en 359 pesos.
Por 30 cajas de ácido acetilsalicílico, marca nacional, Tláhuac pagó un precio unitario de 120 pesos, un 55 por ciento más caro que en Farmacias San Pablo; ahí el mismo insumo de marca ASA cuesta 77 pesos.
En tanto, por cada una de las 30 ampolletas de epinefrina de un mililitro que adquirió, Tláhuac desembolsó 175 pesos, más del 88 por ciento más de lo que cuestan en Farmacias San Pablo: 93 pesos.
Mientras que por dos bolsas de algodón hospitalario, la alcaldía pagó 220 pesos cuando el proveedor Medical Center lo ofrece a 82 pesos en su portal de internet.
Además, Tláhuac pagó por 20 piezas de salbutamol en aerosol de 100 microgramos, 120 pesos, un 60 por ciento más que en la tienda Walmart donde tiene un valor de 75 pesos.
Por la compra de 20 ampolletas de dexametasona de 8 miligramos, el Gobierno local destinó 121 pesos, 112 por ciento más que en Farmacias del Ahorro donde se pueden encontrar en 57 pesos.
Por cada una de las tres ampolletas de ketorolaco de 30 miligramos que se compraron, el gobierno de Martínez Vite pagó 90 pesos, es decir, un 223 por ciento más que en Farmalisto, donde son vendidas a 27 pesos.
Los sobreprecios referidos son una irregularidad, pues la Ley de Adquisiciones de la Ciudad de México estipula que siempre se deben procurar las mejores condiciones para la administración pública.
“Las dependencias, órganos desconcentrados, delegaciones y entidades podrán consolidarse entre una o más áreas para la adquisición o arrendamiento de bienes o prestación de servicios con la finalidad de obtener mejores condiciones observando para tal efecto las disposiciones del Código Financiero y las demás que establezca la Secretaría de Finanzas para el ejercicio del presupuesto”, detalla el marco legal.
Sin especialidad
Además de que la alcaldía compró los insumos mencionados a sobrecosto, también los adquirió de un proveedor que no está especializado en el ramo médico.
Según el apartado de declaraciones del contrato, donde se detalla el giro mercantil del proveedor, el acuerdo se le otorgó a pesar de que su ramo no es el abasto de material médico, sino la distribución en general.
“Entre sus principales actividades económicas se encuentra la de ‘otros intermediarios de comercio al por mayor’, como se desprende su descripción ante el Servicio de Administración Tributaria”, detalla el apartado 2.3.
Repiten ‘dosis’
La adquisición de medicamentos a sobrecosto de este 2021 no es la única irregularidad que ocurrió en la administración de Raymundo Martínez Vite.
El 18 de noviembre de 2020, Reporte Índigo informó en el texto “Medicamento a sobreprecio en Tláhuac” que la demarcación compró durante la pandemia de COVID-19 medicamentos a otra persona física, Annel Rosalín Gámez Reyes, a un costo hasta 300 superior a lo que se ofrecían al público en general.
Gámez Reyes es una exfuncionaria que ha sido sancionada por la Contraloría General de la Ciudad de México.